El fútbol que nos expulsa

El fútbol que nos expulsa

Desde hace décadas, la gran mayoría de las radios generalistas, incluidas las públicas, dedican alrededor de una hora y media diaria de su programación, como mínimo, a hablar de fútbol.

La Directa&Pikara Magazine
Este texto forma parte de una colaboración entre Pikara Magazine y La Directa. Puedes leerlo en catalán en en su web. El periodismo feminista comparte y no compite con otros medios.

 

Ilustración de Patricia Cornellana.

Este verano de Juegos Olímpicos, las retrasmisiones deportivas, los programas especiales y los seguimientos al minuto de resultados han ocupado horas y horas de programación informativa en radios y teles, además de páginas en prensa escrita generalista y espacio en las portadas de los medios online. Sí, es verano, y en época de habitual “escasez” informativa tradicional (anda que no hay temas de los que se podría escribir) un evento como las Olimpiadas ha sido una alivio para las redacciones veraniegas.

Hockey, triatlón, taekwondo, piragüismo, gimnasia o waterpolo se han convertido, por unas horas, en deportes muy seguidos y aplaudidos. Pero apenas es un espejismo. Aunque el olimpismo haya estado en pleno auge, el fútbol (practicado por hombres, por supuesto) no desaparece de los informativos. Es importantísimo saber la última de rumores, de posibles fichajes inventados para llenar espacio y de la foto que ha subido a las redes sociales no se quién. El fútbol siempre está, aunque no haya partidos y las “estrellas” anden descansando. Siempre ocupa espacio en los medios de comunicación. El reverso de esta afirmación, tal vez la lectura que debería preocupar, es qué es lo que no aparece, qué es lo que no se cuenta.

suscribete al periodismo feminista

Organizar y jerarquizar la noticias, sobre todo en prensa escrita, es una forma de contar más allá de lo que se dice. Qué información abre un informativo, qué va con titular a toda página o que se cuenta en un pequeño breve, qué tiene foto y qué se pone en página impar no suelen ser cuestiones del azar, sino decisiones que tratan de trasladar a la audiencia lo importante, lo que debería preocuparnos. Por eso, la pregunta es: ¿qué se está quedando fuera?

Y el fútbol, insisto, siempre cuenta. No solo se quedan al margen otros deportes considerados minoritarios y la práctica deportiva de las mujeres, sino que las miles de horas que el fútbol aparece se podrían dedicar a hablar de literatura, de consumo, de soberanía alimentaria o de cine, por decir algo.

Desde hace décadas, la gran mayoría de las radios generalistas, incluidas las públicas, dedican alrededor de una hora y media diaria de su programación, como mínimo, a hablar de fútbol. La comprobación es sencilla: enciende la radio por la noche, a eso de las 12, o sintoniza alguna emisora una tarde de fin de semana. Hay pocas alternativas. Si mediéramos esto, nos llevaríamos las manos a la cabeza. ¿A quién le interesa que el fútbol masculino ocupe tanto espectro radiofónico?

Desde hace tres o cuatro unos años se han puesto en marcha varias iniciativas del estilo #NoSinMujeres para señalar aquellos espacios copados por hombres, desde coloquios y jornadas, hasta programas de televisión. ¿Cuándo llegará esto a los programas deportivos? Porque encender la radio por la noche es escuchar a puñado de hombres hablando sobre otro puñado de hombres que dan patadas a un balón. Las voces de mujeres son absolutamente minoritarias, por no decir que son como una especie exótica. Y, por supuesto, informar sobre deporte femenino sigue siendo un rara avis, a pesar de que Iberdrola se marque un pinkwashing de manual.

Y en la tele, más de lo mismo. La periodista deportiva Paloma del Río, que lleva años retransmitiendo en TVE deportes minoritarios y practicados por mujeres, ya lo dijo en 2016 en una entrevista con Pikara Magazine: “Cuando llega el bloque de deportes de un telediario, el 95 por ciento es fútbol y el fútbol lo siguen haciendo mayoritariamente los hombres. Es verdad que salen algunas mujeres, pero también es verdad que el patrón de esas mujeres son chicas muy guapas encasilladas en un determinado formato. Estamos acostumbradas a verlas a pie de campo o bien presentando los deportes en un telediario o informativo; fuera de eso hay pocas”.

En un momento en el que hablar de mujeres que ocupan lugares de poder ya no es noticioso (¡qué necesidad de erradicar el síndrome de la eterna pionera!), los programas de fútbol, sobre todo en radio (que no hay que olvidar que son concesiones públicas de esprectro radiofónico), siguen siendo un espacio usurpado a otras historias silenciadas.

 


Sigue leyendo:

Download PDF
master violencia de género universidad de valencia

Artículos relacionados

Últimas publicaciones

ayuda a Gaza
Download PDF

Título

Ir a Arriba