Feminismo, Movimientos sociales, Medios de comunicación, Periodismo feminista
Desde que hace dos semanas se viralizase y difundiese en medios de comunicación un vídeo de una actuación de la Ertzaintza en el barrio de San Francisco, sus prácticas (y las de la policía municipal) de corte autoritario, racista y conculcadoras de derechos, no sólo no se han modificado, sino que han aumentado.
Comenzamos esta colaboración con las amigas de FM Fatale, que lanzan sus mensajes desde Granada al mundo. Ahora, también, desde Pikara Magazine.
Programa especial creado desde el confinamiento pero no necesariamente sobre él. ¿O sí? Suponemos que, al final, nos hemos quedado en un campo intermedio. Esta situación que (al menos todavía) se siente tan irreal nos ha espoleado las ganas de salir al exterior a través de este cordón umbilical radiofónico. Eso sí, cada una desde el distanciamiento social de su casa y hablando de temas diversos para crear un collage sonoro confinado pero más fucsia que nunca.
La pandemia global del coronavirus desnuda como nunca la fragilidad de la organización económica, política y social capitalista y revela la centralidad del trabajo de cuidados que la sostiene. Un repaso a la situación de esos sectores habitualmente despreciados.
En tiempos pandémicos la vigilancia exacerbada se ofrece como garantía para la predicción de la evolución de la enfermedad, como un complemento a los cuidados. Entrevistamos a Marta Peirano sobre las implicaciones de la recolección compulsiva de datos personales y sobre resistencias con infraestructuras autónomas y medios alternativos.
Fases 11 y 12, resignación y evasión. Britney Spears y Marguerite Duras como ejemplos de ambas.
Belén tiene 48 años y tres vidas. Aquí nos habla de las tres y de su barrio, San Francisco, en Bilbao, en el que ya no vive, pero donde siguen pasando las cosas más importantes para ella.
Khaira habla con pasión de la escuela en la que estudian sus dos hijos. El Colegio Público de Miribilla, el que corresponde a San Francisco, sufre el mismo abandono que el resto del barrio.
Recordamos con Marta, a sus 85 años, cómo fue ejercer la prostitución en Las Cortes, la calle de Bilbao más conocida como La Palanca, en la que las luces de neón siguen brillando, pero, ahora, sin tanta fuerza
La salud de 'Marta, la discreta', es tan frágil como su memoria. Recuerda retazos de su vida y duda de algunos de ellos, pero es sorprendente cómo hila algunos detalles y cómo no titubea al dar algunos nombres: “Había una mujer, Mertxe, que nos invitaba a bajar a un local que tenían en Bailén a charlas. Luego, nos daba condones que repartíamos entre las compañeras”.
Egoera honetan ekoiztutako lehenengo saioa ekartzen dizuegu, bakoitza bere etxetik aritu da mosaiko hau osatzen, egoera ertz ezberdinetatik aztertzen duena.
Vecinas es un proyecto de Pikara Magazine con la arquitecta Zuriñe Burgoa y las compañeras de Histeria Kolektiboa. Un trazado del mapa del barrio de San Francisco, el barrio en el que está la redacción de Pikara Magazine. Ella nos presenta este proyecto y su vinculación con estas calles que ahora están tan vacías.
Hablamos con Bego, La Txispas, sobre cómo ha cambiado el barrio bilbaíno de San Francisco en los últimos años. Inquieta por naturaleza y muy cañera, Bego nos ofrece su mirada feminista sobre este barrio en el que caben muchos, pero no cabemos todas
Yo me llamo feminista. Me emociono por asuntos feministas y por la lucha por la igualdad. Soy un hombre blanco, heterosexual y sin discapacidades. Este texto se dirige principalmente para hombres que cumplan con aquellos criterios. Y propone dos tareas fundamentales en nuestra lucha feminista: uno, retroceder y callarnos y, dos, hablar con otros hombres
Rosa ya no vive en el barrio, pero lo conoce con todo lujo de detalles. Nadie que conozca ahora Bilbao La Vieja se creería que habla de la misma zona. Sus referencias son completamente distintas a las que tendrán hoy las vecinas más jóvenes. Rosa habla de una mina, de pasadizos, del callejón de Cantarranas y de una plaza que no se parece en nada a la de ahora.
Ya estamos geolocalizadas, pero todavía quedan resquicios de resistencia, como el humor y las conspiraciones. Las fases se solapan.
Cuidar de nuestras vecinas en tiempos de coronavirus es una de las formas de desobedecer el mandato individualista neoliberal y heteropatriarcal.
Hoy más que nunca necesitamos esas superheroínas de lo cotidiano, esas mentes críticas, esas identidades alternativas para comprender que esta crisis no es solo sanitaria, sino social y económica y que va a traer un cambio del orden mundial capitalista.
Esta semana cedemos el espacio de O no será/ Edo ez da izango a las compañeras de Trabajadoras no domesticadas con su radiorrevista transfeminista Huntza-Hiedra.
Ez dugu onartuko isolamenduak elkar aurkitzeko, sareak ehuntzeko eta indarkeriei eta desberdintasunei erantzuteko ditugun gaitasunei mugak jartzea, salatzen eta laguntza-sareak sortzen jarraituko dugu.
