La propaganda romántica nos horroriza cuando la protagoniza el populacho en televisión, ¿pero acaso no la alimentamos en nuestras redes sociales?
El amor en los tiempos de Instagram Análisis, Cuerpos

La propaganda romántica nos horroriza cuando la protagoniza el populacho en televisión, ¿pero acaso no la alimentamos en nuestras redes sociales?
Falo 6 linguas que aprendin, todas elas, falando ca xente, relacionándome, vinculándome. As linguas sempre foron o meu espacio de confort i de xogo, a casa que habito no interior, que non solo me acolle sinon que se acolle en min, o contido que conteño no meu corpo. E aínda con todo iso non falei galego ata agora, que teño 45 anos.
La asociación madrileña en defensa de los derechos de las personas que ejercen la prostitución anunció el pasado marzo que este año dejará dejará de funcionar, después de 24 años de activismo. Su carta de despedida es un regalo para pensar cómo vivimos los cierres y los duelos.
Las intelectuales de origen obrero que hemos conquistado la palabra pública gracias al esfuerzo colectivo de nuestra gente, hemos tenido que camuflarnos. El lenguaje esdrújulo y perfectamente pulido es uno de los peajes que hemos pagado para ascender socialmente.
Soy fan de Eurovisión, pero me sumo al boicot que reclaman las organizaciones palestinas ante su celebración en Israel.
Adaptación del texto «Desocupar la maternidad» de Brigitte Vasallo a los criterios de lectura fácil (LF) por Lectura Fácil Euskadi Irakurketa Erraza. Recomendamos su lectura en un ordenador por su mejor adaptabilidad.
Umerik ez zeukana ez omen zen emakume: gogor borrokatu gara eraikuntza hori deseraikitzeko. Orain, gainera, bestelako eraikuntza baten aurka borrokatzea egokitu zaigu: umeak dituen emakumea kolpean bilakatzen omen baita beste gauza abstraktu, despolitizatu, des-sexualizatu eta des-sozializatu hori, hots, Ama.
‘Este torcido amor’, como antes ‘Poesía para niñas bien’, es un libro con pocas trampas y muchas verdades pequeñas, de parones para respirar, de caballos de espadas que avanzan sin tino y frenan en seco tirando al suelo al caballero y a su ego. Esta poesía está hecha de trozos de piel arrancada a jirones para hacerla verbo, está llena de los dolores y alegrías cotidianos de una vida monstruosa como todas las vidas que vale la pena vivir.
Las peticiones de Antonia Jiménez de que se investigue la muerte de su hijo Manuel en prisión apenas circulan por las redes. Permanecemos indiferentes porque Manuel es gitano y pobre, porque no es «uno de los nuestros». Pero su muerte es política y, cuando miramos a otro lado, somos responsables.
Sabem perfectament que hem estat traïdes per totes les revolucions de la història, que això que les desigualtats es treballaran després és mentida i mai no succeeix. Però suposo que com a totes les revolucions històriques, en el moment de resistir caiem a la mateixa trampa de deixar-ho passar i no molestar gaire al curs de la gran Història.
La gran mayoría de webs poliamorosas de Europa, Estados Unidos o Canadá aclaran que «nosotros» no somos polígamos porque somos igualitarios. Esa lógica refuerza la construcción de un «otro» bárbaro y machista, a la vez que lava la cara a una comunidad que no es tan igualitaria como afirma ser.
En la guerra que se ha iniciado entre España y Catalunya parece que todo vale. Instrumentalizar la violencia sexual, por supuesto, también. Me preocupa que una alcaldesa o un alcalde pueda ser perseguido por la justicia por haber denunciado la violencia sexual que han sufrido sus conciudadanas.
La Nación Bélica Colonial ya no siempre es abiertamente homófoba: acepta a los gays si son normales, si son muy hombres, si son «de los nuestros». Ese «de los nuestros» sirve para construir Así construye un «los otros»; sujetos y los pueblos criminalizados utilizando los derechos LGTBI como excusa. Israel es un ejemplo paradigmático pero hay otros más cercanos.
Una buena parte de los feminismos se han enmarañado en alimentar la serpiente con debates fuera de lugar sobre el mal llamado burkini, en vez de articularse con las compañeras agredidas. ¿Por qué hemos empleado tantas horas en analizar a las agredidas y a sus cuerpos? Voy a intentar explicar por qué el debate forma parte de la agresión misma.
After acts of infidelity, the fingers of blame point to everything other than monogamy: one of the only social contracts that seems to remain untouchable. Brigitte Vasallo encourages us to question this pact that, she argues, reproduces the logic of capital in the way we love one another.
Es necesario visibilizar los mecanismos que posibilitan que exista un feminismo racista, unas luchas contra la LGTBIfobia islamófobas, o que algunas mujeres excluyan a otras mujeres, y se sientan con el derecho y la legitimidad de pedirles explicaciones sobre sus cuerpos y sus identidades.
Vivimos en un sistema que nos dice que la llegada de “la otra” nunca es una buena noticia, que la otra no tiene derecho a estar. El pensamiento monógamo y la xenofobia comparten el pánico ante la alteridad.
Los medios de comunicación se han volcado en informar sobre una «ola» de violaciones en Colonia, Alemania. ¿Qué tiene este caso de especial? ¿Alzamos ya las copas para celebrar que ¡por fin! los medios dan la importancia que merece a las agresiones en entornos de fiesta? ¿Que por fin la violencia sexual es una cuestión de Estado? ¿O estamos ante un caso típico de ‘purplewashing’, donde las luchas de las mujeres se utilizan para criminalizar a segmentos de la población y aplicar políticas racistas?
La imagen de dos activistas francesas en Rabat, en la tumba del héroe de la descolonización, enarbolando un lema de inspiración estadounidense, fija en la opinión pública marroquí la idea de que las reivindicaciones LGTBI son una amenaza ligada a las potencias coloniales. Ni una sola palabra sobre los colectivos locales, cuyo trabajo se ha visto comprometido por una acción arrogante y etnocéntrica.
El revuelo creado por el ‘Manual de Masturbación Lesbofeminista’ de la Arepa Chora muestra la necesidad de distinguir el humor que desafía al poder del humor opresivo que se ceba con los grupos minorizados. Las provocaciones desde los márgenes nos ofrecen excelentes oportunidades para revisar nuestro lugar en el mundo.