“No concebimos ser censuradas, dejaríamos de ser nosotras mismas”

Ginebras

“No concebimos ser censuradas, dejaríamos de ser nosotras mismas”

Este verano la banda madrileña ha pisado los festivales más potentes de la escena indie nacional, ha publicado un documental en 2023 y tocará en octubre en el WiZink Center

04/10/2023

Banda madrileña, Ginebras. | Foto: Rothrigo / Cedida.

¿Quién conoce a Billie Max? es el nombre del segundo larga duración de Ginebras con inyección de ritmos pop bailongos, letras afiladas y la creencia de que hacer las cosas entre amigas es mucho mejor. Y es que este macguffin con forma de título responde a esa unión entre personas, a esa sororidad flagrante que desprenden algunas bandas. Billie Max en realidad somos todas sus fans.

Para aproximarnos a ellas, debemos saber que Magüi, Sandra, Raquel y Juls han cerrado un verano intenso girando por varios festivales mainstream del país, cuentan con millones de reproducciones en éxitos indiscutibles como “La última canción” o la versión de Rosalía y J. Balvin “Con altura”. Para poner la guinda a este año, el doce de octubre tocarán en el madrileño WiZink Center con un aforo de más de diecisiete mil personas.

En apenas cuatro vueltas al sol, esta banda se ha convertido en una de las formaciones más importantes del sonido pop del país. Sin planearlo, actúan como  referente de miles de mujeres que quieren mover sus vísceras con un instrumento entre los brazos. El sonido de Ginebras es una constante evolución de la que debemos valorar todos los matices y dejarles volar hasta que alcancen el clímax de su propia musicalidad y mensaje. Charlamos vía e-mail, por lo que sus cuatro voces se fusionan en una. Con todas vosotras: Ginebras.

En marzo publicasteis vuestro segundo larga duración ¿Quién es Billie Max? con Vanana Records. Se nota un sonido más cultivado y maduro. Para vosotras, ¿qué tiene este segundo LP que no tiene el primero?

El primer LP “Ya dormiré cuando me muera” fue más bien una recopilación de canciones que llevaban tiempo compuestas y algunas que hicimos ad hoc para nuestra carta de presentación, así que no fue un disco pensado de principio a fin. En cambio, para el segundo disco sí que tuvimos esa intención desde el minuto cero y tiene todo un poco más de sentido. Experimentamos mucho más, compusimos más juntas y pensamos en cómo llevar esos temas al directo desde la composición hasta la propia grabación. Todo esto bajo el marco del miedo que teníamos a que no funcionase como funcionó el primero.

Para presentar el disco, en febrero de 2023 publicasteis el single “Muchas gracias por venir” acompañado de un documental dividido en dos piezas donde grabáis vuestro paso por los estudios Abbey Road. ¿Por qué grabasteis allí? ¿Por qué os dio el impulso de grabar un documental? ¿Por qué este tema?

Los Beatles siempre han sido una referencia clara en la historia de Ginebras y la idea de grabar algo en Abbey Road nos fascinaba a la vez que lo veíamos imposible. Cuando vimos esa pequeña posibilidad, nos lanzamos a la piscina sabiendo que iba a ser posiblemente la mejor experiencia de nuestras vidas y así fue. Algo tan fuerte debía ser documentado porque con la emoción del momento no íbamos a recordar todo lo que vivimos. Y menos mal. El tema que grabáramos allí debía ser especial y por eso elegimos la primera balada de Ginebras para ello. Además, la letra de esa canción tiene un componente muy especial porque es de agradecimiento a todas esas personas que han hecho posible este proyecto y de amor entre nosotras. A todas nos tocaba el corazón y se merecía una grabación con la misma carga emocional con la que se hizo.

Ginebras es una banda gestada en Madrid en 2019, tiene una corta discografía pero hits como “La típica canción” con siete millones de escuchas en Spotify o el reciente éxito “Alex Turner” os posicionan en primera línea del indie mainstream nacional. ¿Qué creéis que tiene el sonido de Ginebras que engancha tanto al público y a la crítica?

Es muy difícil hablar en primera persona de esto porque aún seguimos sin creérnoslo. Ha pasado todo muy rápido y seguimos flipando. Creemos que nuestras canciones tocan temas generacionales en los que mucha gente se puede sentir identificada y lo cantamos de forma clara, sin mucho maquillaje. Tenemos generalmente ritmos muy bailongos y ahora mismo la gente quiere bailar y desconectar de los problemas que pueda tener en su día a día, que no parecen pocos. No deja de ser música popular, fresca, alegre y sin prejuicios. Supongo que irán por ahí los tiros.

En verano habéis girado por varios escenarios y festivales del país. ¿Cómo lleváis esto de no parar en un mismo lugar durante mucho tiempo? Habladme de vuestro día a día como banda durante una gira. ¿Es cierto esto de las drogas, el sexo y el rock and roll para Ginebras?

Eso de las drogas, el sexo y el rock and roll no es como se pinta en las películas. Nos tomamos en serio nuestro trabajo y subimos la mar de sobrias al escenario y en él lo mantenemos. El escenario ya es una droga, ¿para qué vamos a querer más? Eso sí, nos encanta la fiesta y siempre que podemos, nos quedamos en los festivales para disfrutar del resto de artistas. Llegamos a Navidades con ganas de encerrarnos en casa y no salir en dos meses. Nos perdemos muchas reuniones familiares y de amigos y eso nos da pena, pero hemos hecho de nuestro hobby un trabajo y es apasionante. Nos compensa. Hay que madrugar mucho y la gran mayoría de veces ni pisamos el centro de la ciudad. Eso de ir de gira y hacer turismo no es compatible. Todo con excepciones, claro. Cada día te despiertas en una ciudad y a veces no sabes ni dónde estás. Lo bueno es que nos tenemos las unas a las otras, que somos mejores amigas y que tenemos una crew cada vez más grande, que es maravillosa. Entonces terminamos los conciertos, nos vamos a una habitación y nos contamos los dramitas. Es cansado pero lo más divertido que hemos hecho en nuestra vida.

En los últimos meses hemos escuchado a voces especializadas de la escena musical en España criticar el modelo estructural de los macrofestivalesque actúan en contra de las pequeñas salas y podemos decir que de la escena underground. ¿Están los circuitos de macrofestivales de verano terminando con la música underground?

No lo creo. Hay tantos tipos de festivales como tipo de público. Conocemos gente que solo va a salas, gente que va a festivales con amigos para emborracharse y ligar, gente que va a festivales a descubrir grupos y un largo etcétera. Cada ciertos años hay un cambio de generación en las cabezas de cartel y esos grupos tienen que salir de algún lado. La escena underground no está muriendo ni morirá porque serán las cabezas de cartel del futuro.

Vuestro primer single de todos los tiempos, “Todas mis ex tienen novio”, fue muy bien acogido por las personas LGTBIQA+ de nuestro país. Actualmente, ¿qué relación tenéis con este colectivo?

No es qué relación tengamos o dejemos de tener, es que las cuatro somos parte del colectivo y estamos comprometidas, con nosotras mismas las primeras, pero también con todas las personas que forman parte de él. En el momento que en el que lanzamos “Todas mis ex tienen novio” ni siquiera nos lo planteamos, es una canción en la que hablamos de una experiencia de una de nosotras pero que al final para muchas chicas bi o lesbianas se ha convertido en una especie de himno y eso nos encanta, nos hace sentir orgullosas. Creemos que hablar con naturalidad de una vida común como podemos tener cualquiera de las cuatro hace que muchas personas se sientan identificadas con nuestras letras, pero no nos planteamos si cantarle a chicas, a chicos o a chiques, simplemente nos sale. Un sueño que tenemos y que compartimos las cuatro es tocar en el Orgullo, en el de Madrid porque vivimos ahí, pero en cualquiera nos vale, y nunca lo hemos conseguido por unas cosas o por otras. De todas formas, no vamos a dejar de sacar la bandera ni de reivindicar y aportar nuestro pequeño grano de arena por mucho que cambien los tiempos o que cambien las circunstancias, nosotras somos lo que somos y tenemos un altavoz que queremos utilizar para hacer el bien y cantarle al amor y al respeto.

Antes de las Elecciones Generales del 23 de julio, el Ayuntamiento de Valdemorillo en Madrid, por decisión de equipo de Gobierno presidido por el PP y VOX, cancelaba la obra Orlando de Virginia Woolf alegando motivos presupuestarios. Otras obras culturales se vieron afectadas por la censura y la cancelación en los consistorios gobernados por estos partidos que hoy siguen gobernando. Para vosotras, como artistas, ¿qué supondría una supuesta cancelación de una letra o un espectáculo en directo?

Somos conscientes de lo que está pasando en España y, sinceramente, tenemos miedo. Pero estamos aquí para darle voz a mucha gente y la intolerancia no podrá con nosotras. Nosotras nos subimos al escenario a expresarnos tal y como somos, a abrirnos de corazón y a ser naturales, y no cabe en nuestra cabeza que eso pueda ser censurado o cancelado, que a alguien esta energía de vida le pueda molestar, dice más de esas personas que están al otro lado que de nosotras. No concebimos ser censuradas, dejaríamos de ser nosotras mismas, así que nos tendrán que sacar a rastras de los escenarios si no quieren que cantemos a la libertad, a la diversidad y a que cada une elija el color que quiera ser como decimos en “Cosas moradas. Por todo esto en los conciertos pedimos que la gente que nos esté viendo voten responsablemente, que es muy importante y que hay que ser conscientes de que puede haber un momento de retroceso, es lo mínimo que podemos hacer.

Según contáis en algunas entrevistas, formasteis una banda de chicas en 2019 porque no había referentes de bandas con ese formato. En la actualidad vemos a bandas como Shego, Hinds o Cariño que rompen ese techo de cristal. Las bandas compuestas por mujeres aparecen en los festivales e incluso algunas consiguen ser cabeza de cartel. ¿Qué ha cambiado de 2023 a por ejemplo 2005 donde sistemáticamente las mujeres no formaban parte de los principales circuitos de festivales y/o conciertos del país? ¿Quiénes son actualmente vuestros referentes?

Ha cambiado la sociedad por un lado y también que ha habido grupos que han ido abriendo camino, las Hinds y Cariño sí, pero también grupos anteriores como Nosoträsh a las cuales les tenemos que agradecer el aguante que han tenido que tener.

Todavía no está todo hecho, sigue siendo difícil a veces, primero el síndrome del impostor, bueno, impostora más bien, creo que lo tenemos todas encima de manera continua, y no creo que eso les pase a los hombres. La falta de referentes en la infancia y en la adolescencia pasa factura, ni si quiera nos planteábamos que podíamos tocar en una banda. Si solo ves a chicos tocando ya piensas que no es para ti. Por eso ahora a nosotras se nos llena el corazón de alegría cuando vienen a vernos niñas y nos dicen que tocan tal instrumento o que están formando una banda con sus amigas gracias a nosotras, porque aunque aún seamos pocas, ahora ya empiezan a tener referentes y a creer que ellas también pueden, y que lo de cosas de chicos o cosas de chicas ya no existe.

Como referentes propios tenemos muchísimos, somos bastante parecidas las cuatro en cuanto a gustos musicales, aunque luego cada una tenga su propio estilo. Todo lo que se englobe dentro del pop-rock nos gusta, desde, como decías, Cariño o la Casa Azul hasta de repente Miley Cyrus o Taylor Swift. Pero claro, nosotras siempre decimos que nuestros grandes referentes son Los Beatles, eran pop en la más pura definición del pop, y creemos que es una palabra que hay que reivindicar.

Según vuestro sello, todas vuestras letras son autobiográficas. ¿Habéis sentido pudor alguna vez por contar vuestros asuntos personales? ¿Creéis que ser sinceras es una de las llaves del éxito?

[Respecto al pudor de escribir biográficamente] En el momento en el que las escribes, no. En absoluto. De hecho, sale mucho más natural, fácil y genuino escribir sobre lo que le pasa a una misma. Pero sí, sentimos que cuando el público la canta y la hace suyase llevan un trocito de nosotras. Ahí es cuando somos conscientes de lo mucho que nos hemos desnudado. Aun así, consideramos que las canciones que hemos sacado hasta el momento no hablan de intimidades que nos puedan dar pudor. Lo que sí hay en esas canciones son interpretaciones más profundas, a las que no todo el mundo llega, sobre miedos e inseguridades que, al maquillarlas con música alegre, se desdibujan. No creemos que ser sinceras sea la clave del éxito, pero ayuda. ¿Por qué si no los reality shows y las redes sociales están tan en auge? La verdad siempre gusta.

Varios hits con millones de reproducciones en las principales plataformas, un documental, tocaréis en el WiZink Center el 12 de octubre. ¿Habéis tocado techo? ¿Cuál es vuestra próxima meta como banda?

Dicho así todo junto la verdad es que da bastante vértigo y parece imposible que se estén refiriendo a nuestra banda. Esto es un sueño y no somos expertas en la onírica, pero si hablamos de sueños, no existen barreras, ni techos, ni metas. Estamos disfrutando muchísimo de todo el proceso, exprimiendo las noticias al máximo, los mensajes de la gente, los conciertos, los ensayos, los viajes en furgoneta, cada click de la gente cuando compra una entrada, cada oyente mensual nuevo… No sabemos si seguiremos flipando todos los días de nuestra vida, pero mientras lo hagamos lo vamos a aprovechar al máximo. Esa es la meta de la banda, intentar seguir flipando todos los días de nuestra vida y currar a tope cada vez que se nos ponga una oportunidad por delante.

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