CIEs: racismo y violencia oficiales

CIEs: racismo y violencia oficiales

El 68 por ciento de las mujeres relata haber sufrido violencia durante su estancia en el centro de Aluche, según un informe de Mundo en Movimiento.

20/03/2023

Extracto de la portada del informe ‘Represión y encierro. Análisis interseccional de la violencia en el internamiento de personas extranjeras’.

¿Por qué las duchas de los baños de mujeres no tienen cortinillas?

“No lo sé”, respondía en 2016 el director del CIE (Centro de Internamiento para personas Extranjeras) de Aluche a la pregunta de varias juezas y jueces que participaron en un curso del Consejo General del Poder Judicial y que visitaron las instalaciones. Han pasado siete años y este CIE, el único del Estado español en el que hay retenidas mujeres, sigue vulnerando los derechos de las personas encerradas. Los datos que confirman esta afirmación provienen de la organización Mundo en Movimiento, que acaba de publicar el informe ‘Represión y encierro. Análisis interseccional de la violencia en el internamiento de personas extranjeras’ en el que analiza de manera detalla la situación de las personas en el CIE de Aluche entre los años 2021 y 2022 con una perspectiva de género y salud.

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Al menos el 68 por ciento de las mujeres ha relatado haber sufrido violencia durante su estancia en el centro de internamiento. Las entidades que han visitado el CIE de Aluche han recogido varios testimonios de agresiones físicas. En 2021, al menos cuatro hombres y dos mujeres manifestaron haber sido agredidos por agentes de policía; en 2022, al menos siete hombres y dos mujeres. “Las agresiones físicas se dan más hacia los hombres que hacia las mujeres. De nuevo, vemos la forma en la que el género opera en este tipo de violencia: las agresiones hacia ellas serían mucho más verbales, desde un prisma misógino y sexualizador, mientras que las agresiones a los hombres, aparte de verbales, también serían físicas, manifestación de una masculinidad más tóxica, agresiva y violenta”, apunta el informe.

Todas las mujeres que no eran heterosexuales o cis han manifestado haber recibido un trato vejatorio por este motivo durante su internamiento, especialmente por parte del personal del servicio sanitario y de policía. Además, por lo menos el 58 por ciento de las mujeres manifestó haber sufrido violencia de género en su país de origen, el 35 por ciento durante el tránsito migratorio y el 37 en el territorio español antes de haber sido encerradas en el CIE.

El informe también destaca que el motivo del internamiento de un 69 por ciento de las mujeres fue únicamente hallarse en situación administrativa irregular. De media, las 62 internas en 2021 y 2022 llevaban más de seis años en el territorio español, el 90 por ciento desempeñaba una actividad económica, al menos dos tercios tenían familiares a su cargo y la mayoría procedían de países de América Latina (65 por ciento) y de Europa del Este (19). “Es lamentable que se opte por expulsar a trabajadoras de las que dependen otras personas, con arraigo en nuestro territorio y procedencias históricamente vinculadas al Estado español, en lugar de favorecer su regularización y otorgarles el reconocimiento pleno de sus derechos como las vecinas que son”, explicaron desde Mundo en Movimiento en el acto de presentación del informe y recoge la agencia EFE.

“El trabajo que desempeñaban evidencia que la persecución de determinadas actividades económicas también es una herramienta coercitiva del Estado que opera a través de la estigmatización, penalización y desprotección de determinadas mujeres”, recoge el estudio. Un 53 por ciento de las internadas en se dedicaban al trabajo sexual; y, de las once con una orden de expulsión preferente, ocho eran trabajadoras sexuales. La mayoría relata haber sufrido malos tratos, humillaciones y vejaciones en relación a su sexualidad y trabajo. El 19 por ciento eran trabajadoras del hogar y los cuidados, un 8 por ciento se dedicaba a la venta ambulante y un 5 por ciento eran jornaleras.

Generar miedo

Mundo en Movimiento denuncia que, a pesar de que el internamiento en un CIE es una medida cautelar extraordinaria que no puede aplicarse en determinadas situaciones, había personas en el CIE de Aluche que, de acuerdo con la ley, jamás debieron ser internadas. Como una mujer con estatuto de víctima de violencia de género en el territorio español y con una menor a cargo, dos víctimas de trata y una víctima de tráfico de personas; dos mujeres con menores lactantes y una con una niña escolarizada a su cargo; una mujer en un tratamiento de fecundación in vitro con los embriones ya fecundados y pendientes de transferencia y al menos tres víctimas de distintas violencias que presentaban signos de estrés postraumático y problemas de salud mental; cinco mujeres tenían ciudadanía comunitaria y 14 eran solicitantes de protección internacional, aunque no oficialmente, ya que sus peticiones fueron admitidas a trámite durante su internamiento.

Desde la creación de los CIEs, en 1985, los datos demuestran que se encierra a personas extranjeras únicamente por no tener sus papeles en regla, no por ser sujetos peligrosos. “El internamiento en los CIE tiene otra finalidad ulterior: la manifestación del poder absoluto del Estado sobre las personas migrantes a través del miedo”, afirma el colectivo.

Hablar de CIEs es hablar de racismo deja claro Mundo en Movimiento. “El dispositivo deportador funciona porque está dentro de un sistema racista. Más aún, los dispositivos deportadores han sido concebidos dentro de un sistema que considera que las personas extranjeras, negras, árabes, asiáticas, indígenas, etcétera, pueden ser privadas de libertad, encarceladas, con total impunidad e indiferencia social, por una falta administrativa que las clasifica como irregulares. Esto sería impensable para una persona que no fuera parte de ese grupo. Imaginemos, por ejemplo, que todos los infractores de tráfico fueran encarcelados, subalimentados y agredidos de forma sistemática. No es posible ni siquiera pensarlo, porque cualquier persona puede cometer una infracción de tráfico y la sociedad vería desproporcionada esta medida; sin embargo, sí se puede encerrar a sujetos pobres, migrantes y racializados por no tener papeles, porque el sistema los coloca en una especie de ‘no lugar’ o en un lugar de ‘no derechos’”, recoge la investigación.

Efectos negativos en la salud

Además de racismo y violencias el informe denuncia la deficiente asistencia sanitaria, subcontratada a una empresa privada (Madrid Capital): “La asistencia sanitaria en los CIE no pretende cubrir las necesidades sanitarias de las personas internadas en sus módulos, sino que su carente diseño es una violencia coercitiva más para el funcionamiento del sistema de vigilancia y control migratorio”.

Los datos recabados muestran que casi la mitad de las mujeres tenía diagnosticados problemas de salud antes de su internamiento y por lo menos el 79 por ciento ha confirmado que el encierro tuvo efectos negativos sobre su estado. El informe reconoce que no dispone de esa información para el 21 por ciento restante. De las 62 mujeres internas, que, por ciento, la gran mayoría vivía fuera de Madrid, solo se hizo entrega de la copia de su historia clínica a dos y ninguna estaba completa.

El Defensor del Pueblo también ha documentado graves vulneraciones del derecho a la salud. De hecho son varias las instituciones que han cuestionado el funcionamiento de los CIEs. En mayo de 2022, se emitió un expediente de los juzgados de instrucción número 6, 19 y 20 de Madrid que señala el reconocimiento de vulneraciones sistemáticas de los derechos de las personas internadas.

“Estoy en el CIE de Madrid […] por la noche una mujer de policía me dice Hayat vamos coje tus cosas vas a Marruecos. Un policía quita manta fuerte fuera rapido yo por favor hablar abogado. Policía nos vamos a Marruecos en este momento yo romper cristal y cortar mi tripa por nervios. Mi pega contra pared y mi agarra las manos con fuerza con mucha policia. En en el coche mi empujan con fuerza sangrando. En el aeropuerto mi meten en el baño y me quetan la ropa con sangre y me ponen otra limpia despues vomos todos al medico de aeropueto medico merar mucha sangre y dice a policia no avion no Marruecos. Policia dice Hayat mejor cortar el cuello no la tripa. Cuando llegamos al centro mi dice Hayat lunes tu Marruecos. En España se protege a la mujer pero en el CIE no me siento protegida. Gracias”.

Esta palabras, reproducidas tal cual en el informe son de Hayat, una de las mujeres internas en el CIE de Aluche.

Impunidad

Los CIE son espacios administrados, organizados y supervisados por el Cuerpo Nacional de Policía. Algo que para Mundo en Movimiento se ha traducido “en poca transparencia” y en la “cuestionable situación” de que quien genera las normas es a la vez quien se encarga de que se cumplan: “La falta de vigilancia sobre la autoridad policial y el enorme poder que otorga la potestad de hacer cumplir la norma hacen muy complicado que haya un control seguro y democrático sobre el ejercicio de la violencia”. Por ello, habla de “halo de impunidad” sobre determinados hechos constitutivos de delito que relatan muchas personas.

La investigación también critica la diversidad de cifras sobre personas deportadas forzosamente e internadas, según la fuente: “La falta de rigor institucional en la recogida de esta información, que consiste simplemente en contar personas -que, además, están a cargo del Estado-, es impactante e ilustra lo poco que le importan estas personas a las instituciones, así como su dejadez deliberada para que la ciudadanía no pueda informarse acerca de la actividad del dispositivo deportador”.

“La existencia de los CIE es incompatible con el Estado de derecho, desmonta por completo los discursos que vinculan a las personas internas con la criminalidad, revela la crueldad e ineficacia del internamiento y demuestra que las vulneraciones de derechos se producen y reproducen de forma sistemática”, afirmaron desde Mundo en Movimiento en la presentación de su investigación y recoge la agencia EFE.

“Paciente de 26 años derivado desde el Centro de Internamiento de Extranjeros por el médico de referencia por cuadro de intento de ahorcamiento en la noche de hoy. Acude custodiado por CNP. cuenta situación social muy precaria en CIE. Refiere que lo mantienen ‘entre cuatro paredes’ y que, al no poder sentir la libertad que venía buscando que prefiere morirse”.

Extracto de un informe de urgencias hospitalarias tras la derivación de una persona interna por un intento autolítico.

 


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