Euphoria, ¿un producto mainstream o un reflejo de las violencias que viven las adolescentes?

Euphoria, ¿un producto mainstream o un reflejo de las violencias que viven las adolescentes?

Un breve recorrido sobre los personajes femeninos de esta serie producida por HBO en la que su segunda temporada, bañada en sangre y huérfana de glitter, llega a su fin.

23/02/2022

Fotograma de ‘Euphoria’.

[ATENCIÓN: contiene spoilers]

No tenía ni idea de quién era Zendaya hasta que llegué a Euphoria. De no haber cogido Covid seguiría sin tener ni idea de quién es esta chica ni de la serie de la que todas mis amigas hablan. Cuando comencé a ver los primeros capítulos me surgió cierta ternura ya que me hizo conectar con mi yo adolescente cuando descubrí Skins. Y es que tanto Skins como Euphoria no son nada más y nada menos que dos retratos generacionales: los millennials y la Generación Z. En ambas series toman protagonismo adolescentes que transitan problemas en el entorno familiar, adicción a las drogas y enfermedades mentales, aunque no deja de haber diferencias. Puesto que ambas series están ubicadas y producidas en épocas distintas, se ha criticado que Skins haya sido una serie en la que se han romantizado ciertas conductas suicidas o los trastornos de conducta alimentaria (TCA), además de que no haya sido del todo didáctica; al contrario que Euphoria, en la que se profundiza más sobre los problemas que transitan los personajes desde la crudeza y el realismo con una clara finalidad: la concienciación social.

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Para hacer una breve sinopsis sobre Euphoria, hay que mencionar que este drama adolescente está basado en la serie homónima israelí emitida entre los años 2012 y 2013. La adaptación estadounidense creada por Sam Levinson y emitida por HBO vio la luz en junio de 2019 con una primera temporada compuesta de ocho episodios. El primero atrajo a una audiencia de 5,5 millones de espectadores. En standby por la pandemia, la segunda temporada de Euphoria no se estrenó hasta el 9 de enero de 2022 y consta de ocho episodios (hasta ahora han sido emitidos 7). Y, aunque toda la creación de la serie circula en torno al nombre de Levinson, no debemos olvidar de que la dirección la forman también tres mujeres creadoras: Augustine Frizzell, Jennifer Morrison y Pippa Bianco. Y debemos saber que la serie circula en torno a las personalidad de fuertes personajes femeninos como son Rue (Zendaya), Jules (Hunter Schafer), Cassie (Sydney Sweeney), Maddy (Alexa Demie), Lexi (Maude Apatow) y Kat (Barbie Ferreira), en los que nos centraremos en este artículo. ¿Existe una perspectiva de género real en Euphoria? ¿Puede un producto mainstream convertirse en una herramienta para concienciar a adolescentes?

Hasta ahora esta serie no ha dejado de levantar críticas. Clasificada para mayores de 17 años, la asociación conservadora Parents Television Council remitió varias quejas para retirarla por su contenido sexual y por la visibilización del consumo de drogas. “Euphoria es una serie para audiencias adultas. Es cruda y un retrato honesto de la adicción, la ansiedad y las dificultades de navegar en la vida de hoy en día. Hay escenas que son gráficas, difíciles de ver y pueden desencadenar traumas. Por favor, miradla solo si os creéis capaz de aguantarla”, ha advertido Zendaya en su cuenta de Instagram.

Drogadicción, duelos y abusos

Probablemente la frase más escuchada sobre la serie es que trata de adolescentes con exceso de glitter que se drogan y que están siempre de fiesta, pero lo que Euphoria intenta mostrar es la cara más bestia de la adicción a las drogas. La estudiante de secundaria Rue Bennett, a la que desde pequeña le diagnosticaron déficit de atención, trastorno obsesivo-compulsivo, ansiedad generalizada y posiblemente trastorno bipolar, se hace adicta a las drogas con los medicamentos que tomaba su padre para aliviar los efectos de la enfermedad. Tras su muerte, Rue no dejará de drogarse día y noche a escondidas de su madre y hermana hasta que esta la encuentra en el suelo de su habitación inconsciente con una sobredosis que la llevará a pasar un verano en un centro de desintoxicación. Una vez le dan el alta, Rue vuelve a recaer en las drogas hasta que se enamora de Jules. Pero Rue recae. Miente y roba a sus amigas y madre.

El personaje de Rue interpreta esa necesidad del consumo, de conseguir perderlo todo a cambio de estar bajo los efectos de las drogas, para esquivar la realidad y la ausencia de su padre. Durante su día a día, Rue se enfrenta a la estigmatización de “la drogadicta” continuamente en el instituto y en sus círculos sociales. Algo muy importante para analizar es cómo continuamente las personas más cercanas a ella y más verdaderas (hasta su camello que se niega a venderla en mitad del mono) intentan ayudarla para salir de ese círculo aunque ella no escuche y se ponga agresiva con esas personas.

La adicción al alcohol también está presente en el entorno familiar de Lexi y Cassie (ambas son hermanas): su padre tenía discusiones con su madre continuamente debido a su estado de embriaguez hasta que se divorciaron. Posteriormente, el padre tuvo un accidente de coche por conducir bajo los efectos del alcohol. Estuvo presente cuatro veces más en la vida de las hermanas hasta que un día pasó por casa y se olvida de sus hijas para siempre. Su madre, Suze, también recae en el alcohol y no será consciente de los estados emocionales de sus hijas. Esa sensación de abandono hará que Cassie busque en sus relaciones con heterazos la ausencia de su padre hasta tal punto de adentrarse en la sumisión. Euphoria muestra a Cassie como una mujer sexualizada, un icono erótico para los hombres que complace sus necesidades continuamente bajo el rol de la guarra o la puta del instituto.

En el capítulo dedicado a Cassie, la serie visibiliza que en la temprana adolescencia este personaje sufrió abusos y tocamientos no consentidos por parte de familiares y adultos. La historia familiar influye en cada uno de los personajes de la serie y refleja la influencia de las acciones y elecciones de los padres y madres en el futuro de sus hijos e hijas.

Violación, consentimiento y tecnología

Uno de los motivos de la incomodidad que genera Euphoria es el debate abierto que crea en torno a diferentes cuestiones de actualidad. Una de ellas es el consentimiento en las relaciones sexuales. El despertar sexual en la adolescencia está presente en la serie desde el primer capítulo; y, volviendo a Cassie, vemos que el tema del consentimiento se visibiliza en la escena en la que se acuesta con McKay (Algee Smith). Él, influenciado por sus amigos hormonados en fútbol y por la fama de Cassie de chica fácil, la intenta estrangular sin su consentimiento, a lo que ella se niega. Otro de las escenas más polémicas es cuando Jules, chica trans y menor de edad, se acuesta con Cal Jacobs (Eric Dane), persona mayor de edad y padre de familia que conoce por una app de citas. Jacobs graba sin que ella lo sepa cómo mantienen relaciones sexuales; aquí queda abierto el debate entre la audiencia, que señala que esa escena fue una violación, y la dirección de la serie, que mantiene que fue sexo consentido. [SPOILER] Solo un breve repunte biográfico volviendo Carl Jabos: es el padre de Nate Jabos, probablemente el chaval más odiado de toda la serie, al igual que su padre. ¿Para qué usa Cal la grabación? Nate descubre de pequeño que su padre guarda vídeos de todos sus encuentros con hombres y mujeres trans en un cajón de su escritorio. La grabación de Jules es un tema potente puesto que entran en juego cuestiones como la pornografía infantil o las relaciones con menores de edad.

El uso de la tecnología en el mundo de esta adolescencia Z recorre los capítulos de manera continuada, lo que hace pensar en cómo se ejecutan estos instrumentos hoy en día y con qué motivo utilizan o tienen los y las adolescentes smartphones. ¿Hasta qué punto se puede desarrollar una buena/mala praxis en menores de edad? A Kat también la graban mientras mantiene relaciones con un chico de su instituto por primera vez. En ese capítulo Euphoria saca a relucir toda la presión cultural que encarna la pérdida de la virginidad, también plasmado en la escena en la que Nate y Maddy se acuestan por primera vez y él parece ponerse más cachondo al ver que ella se entrega a él en su primera vez.

Violencia de género

Volviendo a estos dos últimos personajes, Nate y Maddy son el reflejo de una relación violenta, tóxica y cargada de abusos. Existe un control de Maddy sobre la privacidad del contenido del móvil de Nate y autoridad de Nate hacia la vida diaria de Maddy (inspecciona con quién se relaciona y cómo se viste). Cuando Maddy es estrangulada por Nate, ella intenta ocultarlo en las clases, pero descubren sus marcas y el instituto toma parte de la agresión, aunque el miedo y el control emocional y chantaje de Nate hacia Maddy hace que ella niegue todo a la policía. Nate y Maddy continúan viéndose hasta que Rue, en un delirio, confiesa delante de todo el grupo de amigas que ha pillado a Cassie (mejor amiga de Maddy) enrollándose con Nate. En este triángulo amoroso fluctúan la clase social y el clasismo: la familia de Nate acepta mejor que esté con Cassie, la rubia obediente de ojos azules, frente a Maddy, una barriobajera latina que escupe diablos por la boca y trabaja cuidando un niño en una casa de ricos mientras estudia.

La cultura body positivity

La comunidad de fans se pregunta cómo Kat casi ha desaparecido en la serie después del capítulo ‘Out of touch’ y la fantástica escena del Love Yourself. Corren rumores de que estaba descontenta con el guion propuesto por Sam Levinson. Pero vayamos al mensaje del episodio: Kat no es feliz en su relación con Ethan (Austin Abrams), un chico amable y atento que se interesa por ella, aunque en el fondo sabe que el problema de todo es la relación que tiene con ella misma y, como mujer víctima de la gordofobia, de la historia que arrastra de que su novio de la infancia la dejó cuando engordó nueve kilos. En esta escena se cuelan un par de fantasías: la primera es la aparición de sus deseos eróticos con un personaje similar a Khal Drogo con el que Kat disfruta de manera consentida; y la segunda, un grupo de influencers delgadas y guapas imaginadas por ella misma que se cuelan en su habitación y la lanzan mensajes de autoayuda y superación cuqui.

En este capítulo se intenta mostrar la cultura del body positivity como algo que es puro marketing, ya que en la realidad el canon de belleza siempre es el mismo y el amor propio sigue vinculado a la perfección de los likes de Instagram. La positividad también resulta tóxica. Ya en algunas entrevistas la propia actriz, Barbie Ferreira, ha criticado que no por ser gorda se tiene que ser una mujer empoderada 24 horas al día siete días a la semana.

Depresión

El desánimo y la ansiedad construyen episodios de identidad en personajes como Rue, Kat, Cassi y Jules. Desde pequeña Jules llevaba lidiando con la depresión, hasta que a los 11 años ingresa en un hospital psiquiátrico en contra de su voluntad al ser patologizada por ser trans. El capítulo dedicado a Jules muestra cómo se autolesiona y los problemas que tiene con su madre para que la acepte. Al final se aleja de ella completamente al sentirse rechazada e inicia una vida con su padre, que la cuida desde la comprensión y tolerancia. Jules busca reafirmar su feminidad y sexualidad manteniendo relaciones sexuales con hombres cis y busca enamorarse hasta que es engañada y humillada a través de una aplicación de ligoteo por una persona con una identidad que no era la que se esperaba. A lo largo de los capítulos, Jules deja la heteronormatividad con la que se sentía identificada e inicia una relación con Rue.

A grandes rasgos esto es Euphoria, una serie que profundiza en la psicología y los problemas contemporáneos que atraviesan las actuales generaciones jóvenes. Haciendo una comparación de la primera temporada con la segunda diríamos que esta última es mucho más sangrienta y cruda, nada que ver a los primeros capítulos en los que la serie se centraba más en hacer radiografías de las vidas de los personajes. El lunes 28 de febrero finaliza la segunda temporada y ya se ha confirmado oficialmente que habrá una tercera. Llegadas a este punto, ¿puede este producto mainstream ser un referente para las futuras generaciones y crear conciencia social? ¿Puede ser leía Euphoria desde la perspectiva de género?


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