Cinco cosas que aprendí al poner una denuncia por violencia de género

Cinco cosas que aprendí al poner una denuncia por violencia de género

Lo que tenéis que tener claro es que, aunque no haya juicio, merece la pena denunciar. En primer lugar, porque la mayoría de estos seres cuando les denuncian se dan cuenta de que no son intocables y paran. Y en segundo porque denunciar os empoderará a un nivel desconocido.

Texto: Raquel Haro
15/12/2021

 

A lo que se enfrenta una mujer cuando llega a un juzgado no es a un proceso judicial, es a una puta yincana. Una prueba infinita de obstáculos en la que tu palabra no vale nada y tus pruebas más bien poco. El sistema está lleno de trabas y te encontrarás con muy poca gente sensibilizada con la violencia machista y muchos funcionarios que solo piensan en terminar cuanto antes. Encima, te tendrás que enfrentar con el abogado de tu agresor que, en el momento más vulnerable de tu vida, intentará hundirte y que parezca que te lo inventas todo. Espero que nunca os veáis en una situación así, pero, si os pasa, aquí van unos consejos y unas advertencias sobre lo que os vais a encontrar. Una mierder, sí, pero no tanto como aguantar a uno de estos elementos.

1. No todos los policías están sensibilizados con la violencia machista. Cuando reúnes toda la fuerza que se necesita para denunciar algo así, el primer paso ir a la comisaría más cercana. Puedes tener suerte y que te toque un agente que te haga sentir cómoda, o te puede atender uno que no te ofrezca ni un paquete de Kleenex cuando rompas a llorar. Prepárate. Que no te afecte la insensibilidad. Piensa que estás dando un paso fundamental para cambiar de vida, no para hacer amigos.

2. Los juzgados huelen a after. Al día siguiente de poner la denuncia tienes que ir a contar todo de nuevo al juzgado. Allí te harán pasar a una sala enorme llena de gente por donde no paran de aparecer maltratadores (que también tienen que declarar). Muchos de ellos apestan a una mezcla de alcohol y sudor que dejan un olor muy desagradable tanto para las víctimas como para el personal que trabaja allí. ¿Conclusión? Lo mejor que le ha pasado a la violencia de género es que ahora haya que llevar siempre mascarilla.

suscribete al periodismo feminista

3. Los insultos solo son un delito leve. Sí, amigas, así como lo oís. Que te llamen “asquerosa”, “niñata” o “puta” solo es un delito leve, es decir, la única pena que le caerá a insultador es cinco días de arresto domiciliario. En ningún caso habrá orden de alejamiento. Un drama, sobre todo teniendo en cuenta que muchas de las mujeres que denuncian están en trámites de separación por lo que tendrán que seguir conviviendo con sus agresores.

 

4. Las denuncias falsas: una fake new nivel la tierra es plana. El mantra repetido por la extrema derecha sobre que las mujeres ponen denuncias falsas es un debate vacío. Básicamente puedes denunciar en la comisaría, pero si no aportas pruebas en las que quede meridianamente claro lo que te ha pasado, tu causa se archivará y ni siquiera tendrás opción a ir a juicio (algo que por otro lado, hemos aprendido viendo el documental de Rocío Carrasco).

5. El REC es el nuevo SOS. Por eso, porque si no aportas pruebas nadie te va a tomar en serio, es muy importante que recopiles todo lo que puedas. Si tienes whatsapps genial, si no, no dudes en coger tu móvil cuando veas que tu pareja está otra faltándote al respeto para que quede registrado lo que está haciendo. Mentalizaos: ¡el REC es el nuevo SOS, grabadlo todo porque si no, no os creerán!

En fin, amigas, os advierto, conseguir sentar en un banquillo a un tío es como conseguir tener un orgasmo en tu primer polvo: algo bastante difícil pero… no imposible. Lo que tenéis que tener claro es que, aunque no haya juicio, bajo mi punto de vista merece la pena denunciar. En primer lugar, porque muchos de estos seres cuando les denuncian se dan cuenta de que no son intocables y paran. Y en segundo porque denunciar os empoderará a un nivel desconocido. Os hará sentir que por fin sois capaces de poner límites, que sois capaces de decirle “hasta nunqui” a esa chica que aguantaba de todo por amor y “holi” a la nueva Super Woman a la que jamás volverán a faltar al respeto. A por ello, compañeras.

 

NOTA DE LAS EDITORAS: Si estás viviendo una situación de violencia machista, antes de tomar cualquier decisión, te recomendamos que puedas asesorarte con profesionales feministas que puedan ayudarte a decidir cuál es el mejor camino para ti.
Download PDF
master violencia de género universidad de valencia

Artículos relacionados

Últimas publicaciones

ayuda a Gaza
Download PDF

Título

Ir a Arriba