(Yo también) detesto las emociones moderadas

(Yo también) detesto las emociones moderadas

Alaine Agirre es una genia. Estoy enganchadísima al estilo de esta pedazo de escritora, y a la forma de enfocar los temas que trata. Sus personajes no le tienen miedo al miedo: lo que todas callamos, ellas lo cuentan. Me he enamorado. Estoy obsesionadísima. El sábado me voy a tatuar dos de sus frases en las piernas. Por lo tanto, aviso a navegantas, esta no es “otra” reseña: me voy a rajar la piel con frases de esta escritora.

Portada de ‘X ha muerto’.

La gran escritora Alaine Agirre nació en Bermeo en el año 1990. Quizás mucha gente piense que, algunos años después, como dice el título de su tercera obra “su madre volvió a darla a luz”. O no. A saber. Que cada cual piense lo que quiera. ¿Empezamos con el interminable debate de la autoficción?: primera persona, autora, espíritu santo y la divina trinidad. Menudo tostón. Aunque muchos súper-presentadores de súper-programas-literarios pretenciosos se resistan a creerlo, ¡¡sorpresa!! una escritora joven, la que sea, puede inventarse una narración donde la protagonista sea una joven de su edad, sin ser el texto autobiográfico en ningún caso. ¡¡BOOM!! ¿Cómo te quedas? ¿A que no te lo esperabas? Hay señores de mediana edad que todavía piensan que esto no es posible. Pero la Tierra sigue girando, les guste o no, así que no vamos a darles mucho más bombo. Aunque yo este inaudito titular sin precedente lo dejo aquí escrito para que conste en acta: las mujeres jóvenes sabemos hacer ficción, no todo tiene que ser real, coño. Y parte de la magia, de hecho, reside en que no sabemos si lo que la escritora Agirre nos cuenta es verdad o mentira, pero lo bueno es que da absolutamente igual, porque Alaine Agirre es una genia y ahora os voy a contar por qué.

Leo en euskera, en español, en inglés y hace poco empecé intentar a leer en francés. (No lo digo para hacerme la guay: saber idiomas cuando tienes el privilegio de que te hayan caído encima y te hayan empapado como un balde de agua no tiene ningún mérito. Sería mema si no los hubiera aprendido. No había opción). Pongo por escrito esto porque creo que tengo bastante perspectiva y acceso a mucha literatura de (relativamente) diferentes tipos, y la señora Agirre es de lo mejor que he leído en los últimos diez años. Tanto que está en mi top tres de escritoras favoritas sin duda alguna. Estoy enganchadísima al estilo de esta pedazo de escritora, y a la forma de enfocar los temas que trata. Me he enamorado. ¡¡¡¡Estoy obsesionadísima!!!! Tanto es así que el sábado me voy a tatuar dos de sus frases en las piernas. Por lo tanto, AVISO A NAVEGANTAS, tened en cuenta que esta no es “otra” reseña más: me voy a rajar con tinta la piel con frases de esta escritora. La objetividad y la oxitocina me nieblan la vista.

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La novela Bi aldiz erditu zinen nitaz, ama (no sé si está publicada en español, pero el título traducido sería algo así como: Me diste a luz dos veces, ama) la compré en la feria (azoka) de Durango. ¿Por qué? Pues la verdad es que porque leí el nombre de la autora en la portada y se me hizo conocido, porque hace tiempo vi una entrevista que le hacían en el programa de EITB Ur Handitan. En cuanto terminé de escuchar a esta erudita de la vida, le envié el enlace por WhatsApp a mi terapeuta, y en las siguientes sesiones, hablé sobre lo que la excelentísima Agirre contaba en televisión. Génesis de una obsesión. El comienzo del proceso inverso al enamoramiento: idolatría sin idealización. ¿Cómo puede existir alguien tan lista sobre la faz de la tierra? ¿Cómo puede una persona explicar con tanta lucidez lo que le sale de las entrañas? Fácil: sin mentir. El estilo de esta joven escritora te va a cegar, querida lectora, y no vas a querer leer nada más a partir de ahora. Este fascinante libro entre flasbacks y flashforwards, de manera muy realista, te contará los ires y venires de una familia vasca estándar. La primogénita de esta familia, vive una situación muy concreta y, además de sus causas y consecuencias, nos muestra el reflejo de quienes tiene alrededor en 176 páginas. Sin culpabilizar, con toda la comprensión del mundo, el retrato más realista que se le puede hacer a una familia.

X hil da (X ha muerto) fue lo siguiente suyo que me compré antes de terminar la última palabra de la anterior obra porque no me imaginaba pasar un día sin seguir disfrutando de tanta introspección, análisis y viaje guiado por sus profundidades. Además, tenemos la INMEEEEENSA suerte de que esta fabulosa novelaza sí ha sido traducida al español recientemente (consonni, 2021) y la podéis conseguir en cualquier librería, ¡¡QUÉ SUERTE LA TUYA!! Huelga decir que yo no cobro por escribir estas líneas, ni me dan dinero por libro vendido. Y dejo esto por escrito porque me parece importante que se sepa que tengo CERO INTERESES OCULTOS cuando hablo de literatura o de lo que sea en esta revista. Mi único objetivo es transmitir mi entusiasmo para que más gente lo sienta. Y es que con X ha muerto, no te vas a arrepentir, ¡¡¡te lo juro!!! Es una cosa llamativa. La escritora te deja en un lugar tan delicado después de leerla que te va a dar una especie de síndrome de abstinencia si no tienes otra novela suya entre manos. X ha muerto es una muestra de intimidad como la copa de un pino. ESPECTACULAR. De todos los monólogos/soliloquios/ stream of consciousness o que cada cual llame a esto como quiera, es el ejemplar más “de verdad” que he leído jamás. Y cuando digo jamás, digo JAMÁS EN MI VIDA ENTERA. En estas líneas he leído cosas que nunca me hubiera atrevido a admitirme a mí misma: ni en alto ni en bajo. Cuando las he visto plasmadas en este libro, me he tenido que armar de valor, releerlas, y rumiarlas entre risas y lágrimas. Gracias a haber leído esta flipante novela, la vida se me ha hecho un poquitito más fácil. Ahora sé que no soy tan patética. Ahora sé que no estoy sola. Sé que los pensamientos que merodean en mi cabeza no los tengo solamente yo y he dejado de culpabilizarme, por barajar situaciones que jamás admitiría delante de gente, ni de mí misma siquiera, porque me hubieran hecho verme más ridícula de lo que suelo mostrarme. Y OJO CUIDAO, porque si seguís esta sección, sabréis que mi nivel de exhibición emocional ha sido siempre nivel dios rozando lo posiblemente patológico. 78 páginas. 41 capítulos. Un único tema: una protagonista insuperablemente perspicaz que analiza su amor de forma inmejorable. Pero no, querida lectora, no son las declaraciones al uso que se pueden y suelen hacer sobre el temita de marras. Esto es algo así como airear las vergüenzas de cualquiera que se atreva a admitir lo que hoy por hoy da un palazo brutal poner sobre la mesa. Vulnerabilidad a tope. Descripciones a corazón abierto. Cero tabús. En estos tiempos en los que hay que ser supermoderna, transgresora y rompedora, lo verdaderamente original y justo es empezar POR AQUÍ. Y luego ya hablamos del gobierno y de lo que toque. Pero, según yo, que no soy nadie, el proceso para quien quiere analizar las catacumbas de su relación con el amor empieza CON ESTO y no en la cumbre del Everest.

No me creo que exista nadie que sea capaz de leer esta novela en alto sin temblarle la voz. La calidad de las reflexiones de la personaje que ha creado Agirre es TAN la hostia que suscribo con puntos y coma todo lo que le sale por la boca. Y afortunadamente como en las novelas tenemos acceso a todo lo que la escritora decida, también suscribo lo que NO le sale por la boca pero sé que piensa. También os digo que si mi pareja leyera esto y me admitiera que lo siente, piensa, o que al menos fantasea con cosas del estilo, posiblemente cogiera mis cosas y me pirara por dónde he venido. Iba a decir “corriendo”. Pero todo el mundo que lee estas líneas sabría que eso no es real.

El encanto de los escritos de Alaine Agirre es que son sincericidios. La escritora te vomita sobre la mesa todos esos pensamientos claustrofóbicos que tenías escondidísimos en alguna recóndita esquinita de tu cabeza. Tus miedos, tus deseos, tus paranoias rocambolescas, las cosas más raras que se te puedan pasar por la cabeza sobre alguien… no solo son cosa tuya, para tu suerte, también le pasan a la protagonista de Agirre. Y es que es como si sus personajes no le tuvieran miedo al miedo: cuentan todo lo que las demás callamos, como si en la vida decirlo todo no tuviera consecuencias. ¡¡¡GRACIAS A LAS DIOSAS POR ESTO!! A lo largo de mi vida he leído “tan tan tan impacientemente” un libro detrás de otro buscando con ansiedad real llenar el vacío que llevo (en realidad debería decir: “llevaba”, después de tropecientos años de terapia) dentro, tratando de encontrar esto mismo que Alaine nos ofrece, que cuando tuve sus libros entre manos me sentí en paz. A esta autora le sale VIDA por todos los poros de su piel. Por todas las letras de sus escritos. Por cada mayúscula, cada comilla… Alaine Agirre retrata la vida en crudo y sin aderezos.

Odol mamituak lo terminé ayer mismo. Según abres la primera página, la frase “Detesto las emociones moderadas” de Yasunari Kawabata te da la bienvenida. Así que no puedes decir que no estás avisada. Las 143 páginas que vas a leer a continuación, te van a hacer renacer, y van a empujarte poco a poco, pero inevitablemente “hacia tu vida”. Pero no va a ser un empujón tranquilo. No va a ser un viaje light. No quiero hacer spoilers, y por eso se me está haciendo superdifícil transmitir lo que quiero contaros sin ser demasiado bocas y destriparos los libros. Creo que merece la pena zambullirse de lleno en la literatura de Alaine Agirre sin chivatazos, y sobre todo sin prejuicios. Creedme. No os estoy mintiendo. Supongamos, por poner un ejemplo, que un día se te va la mano siendo tú misma. Supongamos que un día te traga tu propia intensidad y que no puedes aplacar esas ocurrencias que tienes en bucle y se te desparraman por todas partes. Supongamos que te arrastras hasta las catacumbas de tus pensamientos y que como no puedes salir de allí, esta vez tienes que admitir que necesitas ayuda para salir a la superficie. Supongamos que W no es solo una letra, y supongamos que te enseña a tener una conversación con la TÚ más primitiva. Supongamos que tienes la posibilidad de leer sobre esto y mucho más por menos de 20 euros por novela. ¿En serio no lo vas a hacer?

Querida persona que me lees y sientes como yo: ESTA es tu nueva escritora de cabecera. A través de este caótico escrito, quiero decir alto, claro y sin ningún pero, que Alaine Agirre es una de las voces más necesarias que la literatura del siglo XXI nos puede ofrecer. Alaine Agirre es una MONSTRUA de la escritura. Con Agirre vas a ahorrarte horas de terapia. Con Agirre no vas a necesitar nada más. Agirre va a calmarte la ansiedad y te va a alimentar con acompañamiento. Alaine Agirre te va a mejorar la vida. ALAINE AGIRRE FOR PRESIDENT!!!!! No. En serio. Alaine Agirre muchas muchas MUCHAS gracias. Eres una de las mejores escritoras que he leído. GRACIAS.


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