La organización El Parto es Nuestro denuncia la judicialización de los partos

La organización El Parto es Nuestro denuncia la judicialización de los partos

La asociación feminista ha emitido, junto a otras 16 entidades, un comunicado oficial dirigido a los principales organismos españoles en materia de salud, igualdad y justicia alertando de la gravedad que suponen los procedimientos médicos coercitivos o no consentidos realizados en las mujeres durante la atención institucional a sus embarazos y partos.

11/03/2020

Ilustración de un parto.

Desde la asociación El Parto es Nuestro y otras asociaciones que trabajan por la mejora de la atención al parto, queremos alertar de la gravedad que supone la judicialización de los partos en España, judicialización que ha acabado en inducciones y cesáreas forzosas de las que hemos tenido constancia en diversas ocasiones durante el último año.

Por ello, manifestamos que:

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Desde 2019 cada vez son más las mujeres que son amenazadas con una orden judicial para ser sometidas en contra de la voluntad a procedimientos médicos durante la atención institucional a sus partos. Como resultado, varias mujeres han sido sometidas a inducciones y cesáreas en contra de su voluntad, lo que entendemos constituye una vulneración de los derechos fundamentales de esas mujeres.

La solicitud de una orden judicial por parte de los responsables de salud en cada caso es efectuada bajo coacción, unilateralmente y sin permitir que las mujeres puedan ejercer su libre autonomía como pacientes. En consecuencia, se está violando sistemática y flagrantemente la Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica.

En los casos que hemos podido conocer a fondo de judicialización del parto, las mujeres han reportado haber sufrido amenazas, coacciones, humillaciones, vulneración de sus derechos, apropiación de sus cuerpos, violencia verbal y física, presiones, estrés y depresión por el trato recibido en el periodo final de su gestación.

La Organización Mundial de la Salud condena rotundamente, en su declaración con relación al parto, “el maltrato físico, la humillación y la agresión verbal, los procedimientos médicos coercitivos o no consentidos, así como el hecho de no obtener un consentimiento plenamente informado” y denuncia que “en todo el mundo, muchas mujeres sufren un trato irrespetuoso y ofensivo durante el parto en centros de salud, que no solo viola los derechos de las mujeres a una atención respetuosa, sino que también amenaza sus derechos a la vida, la salud, la integridad física y la no discriminación”.

La Organización de Naciones Unidas, a través de la Relatora Especial sobre la violencia contra la mujer, sus causas y consecuencias, Dubravka Šimonović, ha reconocido en su informe del 2 de julio de 2019 la existencia de violencia obstétrica en la atención institucional al parto, definiendo incluso como tortura el sometimiento de las mujeres a determinadas intervenciones sin su consentimiento informado.

La privación de autonomía y capacidad de decidir de las mujeres sobre sus cuerpos y procesos reproductivos es constitutiva de violencia obstétrica.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha sostenido que el derecho a la vida privada incluye el derecho de las mujeres a tomar decisiones sobre las circunstancias en que dan a luz.

El Consejo de Europa se pronuncia en su resolución 2306 de 2019 sobre la violencia obstétrica y ginecológica y manifiesta que “la violencia obstétrica y ginecológica es una forma de violencia que ha estado oculta durante mucho tiempo y que aún se ignora con demasiada frecuencia. En la intimidad de una consulta médica o parto, las mujeres son víctimas de prácticas violentas o que pueden percibirse como tales. Estos incluyen actos inapropiados o no consensuados”.

El Parto es Nuestro queda a la espera de la respuesta de las instituciones destinatarias del comunicado para trabajar conjuntamente en acciones que reviertan con carácter de urgencia esta tendencia que, tal y como está recogido en diversos textos normativos, va en contra de la Ley de Autonomía del Paciente, de la Estrategia de Atención al Parto Normal y de los Derechos Humanos
en general.

 


Otros textos sobre partos.

 

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