Autocuidado y cuidado colectivo, prácticas de resistencia en tiempos violentos

Autocuidado y cuidado colectivo, prácticas de resistencia en tiempos violentos

En Calala estamos aprendiendo a poner en práctica las enseñanzas de la Iniciativa Mesoamericana de Defensoras, para que juntas desde los feminismos de los márgenes creemos un movimiento sostenible en la vida y en el tiempo.

27/11/2019

 

Daniela Fontaine, de Calala Fondo de Mujeres

Ilustración de Daniela Fontaine, https://www.instagram.com/_latrenza_/

Recientemente el discurso del autocuidado se ha puesto en la agenda de las prácticas feministas, abordado desde muy diversas perspectivas. A menudo desde el norte global se habla de autocuidado desde una perspectiva desarticuladora e individualista; desde un discurso de que cada quien lidie con sus mierdas y luego nos encontramos.

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Salir del consumismo capitalista, cuidarnos, encontrarnos con una amiga para vernos las entrañas y reconocer que este sistema hace que se nos pudran las emociones que no podemos expresar es también autocuidado. Pero las lógicas capitalistas nos han negado esta percepción de los cuidados desde una visión más profunda, ancestral y comunitaria, obligándolos a seguir girando la rueda. Frente a esto, es el momento de que nuestros saberes del sur, que resisten a estas lógicas, impregnen en las cuerpas atravesadas por los privilegios del norte global.

Entonces, ¿de qué propuestas y experiencias podemos aprender? Para Calala, la Iniciativa Mesoamericana de Defensoras (IMD) representa un referente en la construcción de una red que cuida la vida de las defensoras de derechos humanos en la región y de una sabiduría colectiva de la cual no paramos de aprender. Desde 2012 apoyamos a las distintas organizaciones de mujeres que forman parte de esta red. Mujeres que, en uno de los contextos más violentos para exigir derechos, ponen cuerpo, mente y espíritu a la lucha contra proyectos extractivistas; crisis sociales y políticas; contra un sistema represor que criminaliza el aborto; o que se enfrenta a crímenes de odio contra la comunidad LGTBI.

Cuerpo. Mente. Espíritu. Las compañeras de la IMD desde sus resistencias y dolores han tenido la sensibilidad e intuición de comprender que, al igual que la violencia patriarcal es transversal, la defensa de la vida abarca distintos planos y niveles. Partir del hecho de que las agresiones que sufren las compañeras por su trabajo tienen un componente de género es crucial para poner en práctica la Protección Integral Feminista (PIF). Este planteamiento de protección de la IMD para las defensoras tiene como propósito incidir de manera directa en su calidad de vida, generando condiciones para que en sus entornos cercanos, familia, organizaciones, comunidades, la defensa de los derechos humanos sea posible. De esta forma, la PIF se articula en tres componentes: la seguridad física, la seguridad digital y el autocuidado, cuidado colectivo y sanación.

En septiembre de este año, tuve oportunidad de acompañar a mujeres defensoras de El Salvador en una estancia en la casa La Serena. Creada en 2016, es la casa de respiro y sanación para defensoras de derechos humanos en Centroamérica, coordinada por Consorcio Oaxaca, parte del grupo impulsor de la IMD. Allí reciben a mujeres que forman parte de las redes nacionales de defensoras que se han creado en Honduras, El Salvador, Guatemala, Nicaragua y México. Durante estancias de diez días se pone la vida de estas mujeres al centro, poniendo en marcha un plan de sanación y autocuidado que implica cinco dimensiones del bienestar: la dimensión física, mental, emocional, espiritual y energética. Así, de manera integral, se buscan desmontar los mecanismos que la violencia ejerce sobre nosotras en el ámbito personal y colectivo.

 

¿Por qué apostar por el autocuidado en contextos de tanta violencia es un acto político y de resistencia? Partiendo de que lo personal es político, las defensoras de derechos humanos somos sujetas políticas que podemos practicar en nuestra vida lo que desearíamos para otras personas. En estos diez días se busca desmontar ideales tóxicos del activismo que llevamos encarnados, como la creencia de que acceder al bienestar es un lujo, y no un derecho; o que para ser activista hay que sacrificar la vida misma si es necesario.

Evidentemente, son estancias que invitan a sumergirse en un proceso intenso de contacto con una misma y con las demás compañeras, muchas veces muy doloroso pero también lleno de gozo. A través de diversas terapias de sanación que rescatan los saberes ancestrales de región, de prácticas creativas y de momentos de reflexión, se lleva de la mano a las compañeras en un tránsito amoroso lejos de la energía de la muerte. Como mujeres defensoras contactar con la energía de vida, gozar, bailar, apropiarnos de nuestro cuerpo y construir relaciones saludables es también un derecho.

En Calala, estamos aprendiendo a poner en práctica las enseñanzas de la IMD, para que juntas desde los feminismos de los márgenes creemos un movimiento sostenible en la vida y en el tiempo. Si bien es imposible comparar las violencias que experimentan las compañeras en el sur global y las que vivimos acá, no podemos dejar de nombrarlo como violencia y denunciarlo como tal. Por lo mismo, seguiremos apoyando al movimiento feminista y al movimiento de mujeres migrantes, defendiendo el derecho a la protesta y organizándonos frente al avance de la derecha, sin que ninguna tenga que dejarse la piel en ello.

Sabemos que este sistema nos quiere enfermas y desarticuladas y, por lo mismo, resistimos cuidándonos, encontrándonos y reflexionando sobre nuestras prácticas.

Este 29 de noviembre celebramos la vida de las defensoras de derechos humanos para que cada vez más mujeres se reconozcan como defensoras y juntas desmontemos este sistema.

 

Nota: Calala cuenta con una convocatoria abierta hasta el 31 de diciembre para promover el activismo feminista seguro en el Estado español, en la que aceptamos propuestas relacionadas con el autocuidado y el cuidado colectivo. Puedes acceder a la información aquí: https://activismo-seguro.calala.org/

 


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