65 entidades apoyan a la familia de la joven que murió atada a la cama en un hospital

65 entidades apoyan a la familia de la joven que murió atada a la cama en un hospital

Andrea Fernández murió en la unidad de Psiquiatría cuando su diagnóstico era de amigdalitis aguda. Decenas de colectivos del ámbito de la salud mental muestran su apoyo a la familia de la joven firmando este manifiesto de repulsa.

12/06/2019

Hospital Universitario Central de Asturias. Imagen de Flickr.

La posibilidad de que se archive el caso de Andreas, fallecida tras 75 horas atada a una cama en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), ha despertado una ola de solidaridad entre colectivos y asociaciones pertenecientes al campo de la salud mental y de los movimientos sociales.

Esta solidaridad se ha concretado en numerosas muestras de apoyo a la familia en redes sociales, así como en la adhesión al “Manifiesto de repudio por la muerte de Andreas”. En este texto se recogen una serie de declaraciones en las que se reivindica que se haga justicia y que se asuman responsabilidades.

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Los colectivos firmantes señalan que se derivó a Andreas a la unidad de psiquiatría debido a una mirada “extremadamente reduccionista” de la salud mental. La madre de Andreas estaba diagnosticada de esquizofrenia, por lo que se procedió a un ingreso psiquiátrico al considerar que la hija también tendría algún problema de salud mental. Según el manifiesto “deberían habérsele realizado pruebas para comprobar si los síntomas se debían a una patología orgánica” antes de realizar un ingreso psiquiátrico. Fue una meningitis la que acabó con su vida al no ser tratada adecuadamente y la que podía haber estado provocando los síntomas que Andreas mostraba (escuchaba ruidos).

Además, expresan un contundente rechazo a la práctica de la contención mecánica (atar a una persona a la cama sujeta por los pies, muñecas y cintura). “Con problemas de salud mental o sin ellos”, señalan en el punto 4, “Andreas no debería haber sido atada a la cama porque nadie merece ser contenido mecánicamente”. Este rechazo se suma al que ya venían expresando diversos colectivos de activismo en salud mental en una campaña llamada #0contenciones.

No es la única muestra de solidaridad. Puesto que el informe forense señala que no hubo negligencia, en un tiempo récord 50 profesionales sanitarios han elaborado un informe alternativoque desmonta esta versión. La familia espera que sirva para que la jueza no archive el caso. Además, asociaciones como Activament, Federación Andaluza “En Primera Persona” y Hierbabuena han redactado un informe en el que se pone en contexto este caso con el marco legal establecido en 2006 por la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Diferentes asociaciones y colectivos están también adhiriéndose a este informe.

MANIFIESTO:

Andreas Fernández González fue diagnosticada de amigdalitis aguda a principios de abril del año 2017. En una visita al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) fue ingresada en la unidad de Psiquiatría debido en parte a que su madre tenía un diagnóstico de esquizofrenia. Cuando intentó salir de dicha unidad, debido a que no era la que le correspondía conforme a su afección multiorgánica, el ingreso se tornó en involuntario y se le realizó una contención mecánica (atar a la cama de pies, cintura y muñecas) que duró tres días. Finalmente falleció debido a una meningitis y una miocarditis que no fueron detectadas a tiempo debido a que sus síntomas se achacaron a una problemática de salud mental.

Debido a estos hechos, los colectivos y asociaciones abajo firmantes declaramos que:

1.-Lo que causó la muerte de Andreas fue una negligencia médica, motivo por el cual los profesionales involucrados deberían reconocer y afrontar su responsabilidad.

2.-Debido a los antecedentes médicos, deberían habérsele realizado pruebas para comprobar si los síntomas se debían a una patología orgánica. Se dio por sentado que se trataba de una problemática psiquiátrica de forma precipitada (no olvidemos que tenía un diagnóstico previo de amigdalitis aguda).

3.-Los responsables, bajo una mirada extremadamente reduccionista de lo que son los problemas de salud mental, aplicaron el protocolo habitual, igualmente reduccionista, con consecuencias fatales. El fallecimiento de Andreas pone sobre la mesa que no se trata de cuestiones meramente teóricas. Estamos hablando de una grave vulneración de derechos de las personas psiquiatrizadas.

4.-Con problemas de salud mental o sin ellos Andreas no debería haber sido atada a la cama porque nadie merece ser contenido mecánicamente. Cuestionamos esta práctica como tal, sin justificar su uso sobre personas con diagnóstico psiquiátrico o sin él.

5.-Cuestionamos también la reticencia del profesional médico a compartir información sobre el estado de Andreas. De haber estado dispuestos a un intercambio fluido y abierto es posible que se hubiese aclarado la situación a tiempo.

6.-Asimismo, queremos recalcar que todo este conjunto de prácticas negligentes (contenciones mecánicas, no compartir información, diagnósticos precipitados, protocolos excesivamente rígidos, reduccionismo, etc.) se realizan constantemente, por lo que no queremos dejar pasar la oportunidad de hacer un llamamiento a un debate amplio respecto a la gestión de nuestra salud física y mental.

7.-No podemos tolerar que el lugar al que acudimos para sanarnos sea un lugar en el que recibamos toda esta violencia.

*Puedes consultar aquí las asociaciones y colectivos firmantes.

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