Mucho más que luz y calor: Mária Telkes, la reina del Sol

Mucho más que luz y calor: Mária Telkes, la reina del Sol

Las investigaciones de Mária Telkes pusieron en el centro la satisfacción de las necesidades básicas para tener una vida digna, como la calefacción, el cocinado o el acceso al agua potable.

Esther Muñoz Alonso

Mária Telkes. /

Mária Telkes. / Foto: New York World-Telegram and the Sun staff photographer.

El potencial del Sol es increíble. Seguro que lo que primero se os viene a la cabeza son esos días de luz intensa y calor en los que su fuerza nos llena de energía. Si ahondamos un poco más, muchos saberes tradicionales aprovechan su energía; por poner un ejemplo, mi abuela y las abuelas de mi abuela, en Íscar (Valladolid), tradicionalmente iban a “echar el ojo” al prado, tarea que consistía en tender al sol la ropa blanca enjabonada y húmeda para que, gracias a éste, se fueran todas las manchas, y, después la aclaraban y la extendían nuevamente sol. Una acción cotidiana que aprovecha el calor del sol para blanquear y secar la ropa gracias a que el agua se evapora a cualquier temperatura; esto es, que las moléculas superficiales del agua atrapan más energía que el resto y cambian de fase hasta saturar el aire. Por esta razón, en una atmósfera abierta, el aire se difunde y evita que se sature favoreciendo una mayor evaporación de las superficies húmedas y, por tanto, un secado más rápido. Ahora bien, la energía del Sol tiene muchas más aplicaciones, ¿quién no ha oído hablar de las energías renovables? Los nuevos saberes tienen también como protagonista el Sol.

suscribete al periodismo feminista

Que detrás del Sol hay mucho más que luz y calor era lo que a Mária Telkes (1900-1995) le inquietaba desde muy joven, tanto que su entusiasmo le llevó a aprender cuatro idiomas para poder leer todo lo que se publicaba en su época sobre la energía de este astro. De familia acomodada, fue a la universidad de Budapest (Hungría), donde se licenció y doctoró en Química Física; allí también comenzó como profesora, puesto que dejó cuando apenas llevaba un año para comenzar su carrera profesional en Estados Unidos, de donde no volvió hasta el año de su muerte.

La energía solar, saber que pone la vida en el centro

Mária Telkes, conocida como la Reina del Sol, decía: “El Sol será usado como fuente de energía tarde o temprano… ¿por qué esperar?”. Ella quería ir más allá, quería descubrir más sobre su potencial para sustituir el creciente uso de combustibles fósiles en su época, una visión vigente y cada día más urgente si queremos unas vidas sostenibles en un planeta sano.

Seguro que nos resuena el famoso “impuesto al sol”*, ésta ha sido sólo una de las múltiples zancadillas que los políticos han puesto a la implementación de instalaciones de energías alternativas, cediendo a las presiones de los lobbies energéticos que no quieren que el poder de la generación se distribuya en pequeñas instalaciones y escape de su control.

Los primeros doce años los pasó investigando las conexiones eléctricas de las células de organismos vivos. Hasta que consiguió ser ciudadana estadounidense, momento en el que comenzó su carrera como ingeniera de desarrollo. Eran los años 40, se palpaba preocupación por el fin de los combustibles fósiles y el Sol parecía una alternativa factible. Pronto dirigió sus investigaciones como ingeniera de desarrollo al estudio de la energía solar y su gran inventiva y su dedicación dieron lugar a muchos dispositivos solares, más de 20 patentes y varios reconocimientos.

De todos estos dispositivos, es reconocida ampliamente por tres de ellos: el destilador solar portátil, la calefacción solar y el horno solar. Tres diseños que, a continuación, presentamos relacionando los cuidados, la ciencia y los saberes implícitos en todos ellos.

Mária Telkes nunca se casó, ni tuvo hijas ni hijos, su dedicación a la ciencia probablemente no hubiera sido la misma con un hombre al lado; lo más seguro es que se hubiese retirado o dedicado solo una parte de su tiempo para poder realizar los cuidados que la familia requería a una mujer en su época.

Al poco de iniciar su carrera como ingeniera de desarrollo comenzó la Segunda Guerra Mundial. El Gobierno de los Estados Unidos reclamó su inventiva para idear un sistema solar portátil capaz de desalar agua de mar y obtener agua apta para el consumo. Este evaporador de agua portátil salvó la vida de muchos pilotos y marinos durante la guerra y fue también construido a gran escala para complementar la demanda de agua de las Islas Vírgenes del Caribe, cuyas fuentes de agua dulce se secaban en algunas épocas del año.

Casa Solar Dover.

Tras la Segunda Guerra Mundial, volvió a su trabajo como ingeniera de desarrollo. Sus investigaciones se centraron en cómo capturar, almacenar y convertir la energía solar térmica de modo que pudiera sustituir el uso de combustibles fósiles. Uno de sus proyectos más sonados en ese momento fue el sistema solar de calefacción de la casa Solar Dover, un proyecto llevado a cabo por tres mujeres: la arquitecta Eleanor Raymond; la escultora Amelia Peabody, que lo financió; y Mária Telkes, que marcó la diferencia al diseñar la primera calefacción que calentaba una vivienda exclusivamente con energía solar. En apariencia era un hogar normal, sus ventanas se ocultaban tras paneles de vidrio y metal para atrapar el calor del Sol y las paredes albergaban en su interior sales Glauber, que al derretirse con el calor del Sol capturan su energía y la liberan al recristalizarse con el frío.

Una calefacción sin coste de combustible que nos recuerda que cada vez hay más personas en situación de pobreza energética, familias que se alumbran con velas, pasan el invierno envueltas en mantas y comen frío porque no son capaces de pagar sus facturas de luz y gas. Un problema que ya ha costado vidas en incendios causados por la caída de una vela o el mal estado de la instalación eléctrica. Las grandes empresas eléctricas hacen que veamos a estas personas como ocupas o delincuentes que pinchan la luz; compañías que están lucrándose a costa de un derecho básico para las personas: el acceso a la energía, necesario para alimentarnos, vivir en condiciones de salubridad, acceder a la educación y, en definitiva, tener una vida digna como nos asegura la Constitución Española. La mayoría de estas personas nunca se imaginó sufriendo pobreza energética, una reflexión que nos invita a promover los nuevos saberes poniéndolos al servicio de las personas, como hizo Mária Telkes.

El tercero de sus diseños más conocidos fue el horno solar; la Fundación Ford le concedió 45.000 dólares para desarrollar un horno que pudiera usarse en los “países pobres”. Su diseño era capaz de alcanzar 205 grados centígrados, una temperatura que permite realizar la pasteurización y la esterilización, procesos que eliminan los agentes patógenos que puedan estar presentes en los alimentos antes de ser cocinados. Podría, por tanto, alargar a corto plazo la fecha para su consumo e incluso la conservación de los alimentos durante largos periodos (podéis ver algún ejemplo sobre esto en la guía didáctica ‘La ciencia que se esconde en los saberes de las mujeres‘).

Con su horno se podía, por un lado, cocinar con seguridad los alimentos y, por otro, el traspaso de uno de los saberes tradicionales más arraigados y ricos cuya elaboración y transmisión ha estado siempre en manos de las mujeres de las diferentes culturas: cocinar y cuidar nuestra alimentación. A esta temperatura es posible desde hacer un pan a cocinar un asado. Este modelo de horno solar ha perdurado hasta la actualidad, siendo los hornos solares convencionales muy similares al que ella diseñó. Las cocinas y los hornos solares tienen un papel muy importante en los proyectos de cooperación internacional y en la ayuda humanitaria, ya que eliminan la dependencia de la leña que en muchos países del Sur Global escasea, es de difícil acceso, o muy cara.

Mária Telkes continúo dedicada a su pasión, asesorando un laboratorio de energía solar en cuestiones prácticas, hasta tres años antes de su muerte. Dedicó toda su vida a conseguir una transición energética hacia el uso de energías limpias que ponen la vida en el centro. La Reina del Sol sabía que el Sol es una fuente de energía que puede darnos el calor que alumbre nuevos y antiguos saberes, y la luz que ilumine vidas que merezcan la alegría de ser vividas.


* El “impuesto al sol” es un concepto introducido por un Real Decreto en 2015 (eliminado en 2019), referido a un impuesto de respaldo de la red, una tarifa que debía pagarse por kilovatios hora de energía que generara una instalación solar fotovoltaica instalada en un edificio (si este edificio seguía conectado a la red eléctrica, esto es, su electricidad no fuera exclusivamente aportada por la instalación solar fotovoltaica).

BIBLIOGRAFÍA
Encyclopedia of World Biography (2019); Telkes, Maria.
● Guerra, Tiffany (2016); Maria Telkes, Chemist and Inventor. Blog Year of women in history
● Telkes, Mària (1953); Fresh Water from Sea Water by Solar Distillation. Massachusetts Institute of Technology.
● Lloyd Alter (2018); The 1948 Dover Sun House used phase change materials to store heat. TreeHugger, Green Architecture.
● Still, Dean and Kness, Jim (1977); Capturinig Heat, Five Earth-Friendly Cooking Technologies and How to Build Them. Aprovecho Research Center.
● Sorkin (2018); ‘La ciencia que se esconde en los saberes de las mujeres‘. Guía didáctica.

Download PDF
master violencia de género universidad de valencia
Etiquetas: ,

Artículos relacionados

Últimas publicaciones

ayuda a Gaza
Download PDF

Título

Ir a Arriba