El hombre del saco

El hombre del saco

La autora denuncia la reclusión de niños y niñas pobres y racializadas en centros de acogida, y entregados en adopción. Y cómo, en muchos casos, supone la separación de las criaturas de sus madres a trabajadoras sexuales.

13/03/2019

 

Linda Porn, Barcelona, 2019

Fotografía de © Ernesto G. Maleno. Del informe ‘Madres en las redes de trata: derechos robados’, de Women’s Link.

Fotografía de © Ernesto G. Maleno. Del informe ‘Madres en las redes de trata: derechos robados’, de Women’s Link.

Primera parte
Reclusión de niños pobres y racializados en centros de acogida, y entregados en adopción

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I
Víctimas de trata en España
Las separaciones forzosas de los niños de sus madres, es decir retirada de tutela en España pueden suceder si se considera sospechosa víctima de trata. ¿Cómo lo saben? Como sospecha, el Estado prefiere prevenir que lamentar y por eso separan a los niños de sus madres, ya después (si es que lo hacen) investigarán si la madre es realmente víctima. Algunos de los criterios que se utilizan, me lo contó una de las responsables de una de estas fundaciones que trabajan en Barcelona:

Un vuelo que venía de Colombia o de Nigeria (en su mayoría) con mujeres con niños, sin hombres. La ausencia de hombres, ya le dice a la fundación que vienen tratadas, porque, siguen teniendo criterios de familias tradicionales, heterosexuales, como que los hombres otorgan el significado de unidad, cohesión y protección familiar, así como ser Nigeriana. La mayoría de niños supuestamente hijos de víctimas de trata sus madres son originarias de Nigeria. Su origen está condicionando la retirada del niño, ya que su origen y raza no corresponden al de la familia tradicional heterosexual, europea/occidental. Es decir, una mujer africana sin un hombre con niños, no está apta para ser madre.

La retirada inmediata la hacen estas fundaciones que ayudan a víctimas de trata, que son las que dan aviso, y actúan en solitario a la espera de la presencia y autorización de la policía, servicios sociales y de un juez o jueza, que, dando el aviso, estas tres instituciones se movilizan y autorizan la retirada. Ellas van a un centro de acogida para mujeres para su recuperación y los niños a centros de acogida donde supuestamente se les cuidará, arrebatando toda agencia de capacidad de cuidados de los niños por su origen racial. Ellas y los niños separados y encerrados

Women´s link lo ha denunciado en su página.

Muchas de estas mujeres no se perciben como víctimas, asumen que han de pagar el viaje, ya que es verdad que si no lo hacen sufren las consecuencias sus familias en África o sus niños aquí, lo que hace el retorno de los niños más largo, ya que la condición para que los niños vuelvan con las madres, es que las madres se asuman como víctimas, también para otorgarles el permiso de residencia si no, son expulsadas. Y para vuelta de los niños también, es decir, o se reconocen como víctimas, si no, los niños no vuelven y a ellas las expulsan del país. Así, estas mujeres están atravesadas por una doble presión, la administración prácticamente las obliga a permanecer en los centros para que finalmente se asuman como víctimas, pero a también han de salir para pagar la deuda y los traficantes no puedan llevarse a sus hijos, un sistema que no ayuda, si no que todavía le pone más obstáculos a la madres criminalizándolas, disfrazada de victimización. Muchas
de esta madres, están en constante presión de poder cumplir con modelos de familia occidentales, que es el plan de trabajo que el Estado les propone que muchas de ellas finalmente no los cumplen, ya que las propuestas son imposibles de realizar en la mayoría de los casos de todas las separaciones de los niños de las madres.Lo que se traduce en que el niño sea adoptado y no ver más a su madre.

La conclusión es que los derechos de los niños de madres nigerianas son totalmente vulnerados al separarlos de sus madres por sospechas, prejuicios y exigencias de ONG´S que a cambio de su ayuda y a cambio de las subvenciones de dicha ONG´S es importante victimizar y criminalizar, para el sustento de la ONG, así como establecer relaciones de jerarquía norte/sur, mujeres privilegiadas/mujeres pobres y colonialistas, mujeres africanas/mujeres blancas. Si estos derechos se quieren ejercer depende del grado de victimización de la madre junto con las exigencias de un modelo familiar desconocido, que en la mayoría de las madres pobres es imposible de que satisfaga a la administración. Estas ONG´S del rescate, siguen los protocolos de la Ley de Extranjería y en cierta medida los cumplen en el control de mujeres y niños del sur global y su entrada a Europa. Esto les permite seguir funcionando como filtros de personas y niños, cobrando
subvenciones y establecer jerarquías de clase y de raza. Y hacer de los niños un negocio cruel y despiadado.

II
La separación de los niños de sus madres a trabajadoras sexuales en el gobierno abolicionista

El caso mas evidente del maltrato a niños hijos de trabajadoras sexuales así como de sus madres es el desgarrador caso de Eva Marree trabajadora sexual sueca. El sistema abolicionista le retira los niños hasta que no asuma su condición de víctima, ya que en el Estado abolicionista las trabajadoras sexuales son consideradas víctimas.Por medio de una llamada anónima, los servicios sociales lograron sacar a los niños de su casa, que vivían con su madre.La condición de víctima no bastará que lo asuma la trabajadora que en su mayoría lo hace para que los niños salgan del centro, faltará ser legitimada por todo un sistema que pondrá en marcha una maquinaria de control y maltrato a los niños y sus madres. Organismos de salud mental estatales donde corroboren que ha asumido su condición. Terapias con Psiquiatras y Psicólogos, que patologizan el trabajo sexual, obligándolas a medicarse, terapias de grupo hechas expresamente para cada problema, analíticas para el control de drogas y estado de salud en general. Si no acepta el tratamiento, o lo hace defendiendo su derecho individual de decidir por si misma, se diagnostica que no se ha recuperado, y los niños no vuelven con su madre, hasta que un aparato de salud que patologiza el trabajo sexual, después de años de medicación y terapia se asuma realmente. Lo que puede ser muy subjetivo, ya que la presión a las que estas madres se enfrentan, será lo que realmente las enferme y no poder sacar a los niños del centro jamás. Los niños de Eva Marree, después de llevarlos al centro, el padre los reclamó y se los entregaron a él. Un hombre peligroso con denuncias por violencia de género por parte de Eva Marre y con una orden de alejamiento.El Estado abolicionista, en
este caso, como en muchos dentro de su sistema, se decantó misógino al preferir que de los niños se encargara un padre maltratador a una madre trabajadora sexual. El Estado abolicionista es una Estado donde se desprecia y se criminaliza el trabajo sexual y se castiga a los niños por ser hijos de trabajadoras.

Eva-Marree no se somete a esta violencia institucional e insiste que ellas es trabajadora y que no es víctima de nada, solo de este sistema que tiene a sus hijos con un hombre violento. Así Eva Marree, tiene tan restringidas las visitas que se puede calificar de ilegal lo que le están haciendo a los niños y a ella. Solo los puede ver cada semana en un punto de encuentro (lugares blindados donde ya los niños retirados del hogar a un centro de acogida, el Estado tutor de estos niños, da permiso a las madres para encontrarse con ellos en presencia de un trabajador social que toma notas del encuentro mientras este sucede, haciendo de esta situación un encuentro incomprensible y violento para los niños y de criminalización hacia la madre).

En unos de estos puntos de encuentro donde el padre de los niños los lleva para que vean a Eva Marre, él la asesina a cuchilladas en presencia de los niños. Los niños volvieron al centro. Tenían el derecho de estar con sus abuelos maternos, que los reclamaron, y se los negaron. Los abuelos maternos nunca más supieron de los niños y los niños sin su madre y sin sus abuelos, en algún centro de acogida en Suecia por ser su madre trabajadora sexual.

La historia de Eva Marree, un documental de la directora Ovidie: ‘Allí donde no existen las putas’.

El caso de la famosa activista suiza por los derechos de las trabajadoras sexuales, Grisèlidis Real, sus hijos también son recluidos por muchos lapsos de tiempo en centros de acogida, debido a enfermedades de transmisión sexual y el prejuicio de los servicios sociales, que es un secreto a voces, piensan que las madres trabajadoras sexuales, no son aptas para ejercer la maternidad aunque la mayoría de las trabajadoras sexuales cis mujeres son madres y algunas trans también. Ella, al igual que Eva Marree y muchas madres no trabajadoras sexuales, estuvo de institución mental en institución mental ya que no cumplía con los protocolos, protocolos imposibles de cumplir en madres pobres y madres solteras que ahora ya es una de las causas para empezar el entramado de
llevarse los niños del hogar. Unos protocolos que dan la impresión de que su objetivo es tener a los niños recluidos separados de sus madres. Los hijos de Grisélidis, escaparon, debido a la represión y comportamientos inadecuados con los niños que vivían en estos centros. Siendo niños. Lo que nos muestra que si los niños escapan, es que ese sistema que está para proteger a los niños, no lo está haciendo.

III
Reclusión de niños hijos de mujeres pobres y racializadas

El sistema de servicios sociales que como diría Julio Rubio, no es más que un policía que puede entrar al hogar. Según sus palabras: Es la solución que ha encontrado la Institución al problema de que la policía no pueda traspasar el domicilio privado. Es una vía por la cual violar los Derechos Humanos de forma discreta y disimulada a tu casa. Es que no existe la educación social en la Universidad. A lo que llama la Institución educación social es la excusa para el control social y la creación de puestos de trabajo en la industria de la pobreza y la miseria. La pobreza se rentabiliza económicamente, y se inventa una profesión que no existe (desde un punto de vista objetivo). La Institución es antipedagógica, su interés no es educar, es controlar, domesticar, dominar… pero no educar.

¿Qué crees que aporta la Educación Social, que no aporte otro tipo de profesiones? La carrera de educación sociales una carrera-estafa, por lo tanto no se aprende una profesión, es la gran diferencia de otras carreras. Lo que puede aportar es la placa de policía, que te concede un estatus de poder; me facilita el acceso a las cárceles, a los centros de menores, puedo hacer informes para un juicio, para reducir una pena… te da poder. Poder que no tiene ni el juez (que sentencia según informes de trabajadores sociales o educadores sociales), poder que no tiene la policía (meterte en la vida privada de las personas).

No todos los trabajadores y educadores sociales funcionan como la policía familiar. Pero sí que su formación es más a base de industria que de ayuda, basada en prejuicios de clase, raza y género, así como los protocolos que han de seguir para cobrar sus sueldo los trabajadores sociales. Lo que se desearía es que estos mismos trabajadores pudieran tener la reflexión de analizar el trabajo que están haciendo mas allá de leer expedientes e informes tendenciosos y de dudosa veracidad que criminalizan y maltratan a niños y mujeres. Los servicios sociales es un sistema correccional y punitivo así como un sistema de negocio. La historia más reciente que se puede encontrar en la reclusión y comercio de niños, así como del castigo/control/sumisión de las madres, es en la cuna del capitalismo, en Inglaterra. Miles de niños pobres, son llevados por el gobierno a Nueva Zelanda para su explotación, donde se cometieron abusos físicos y sexuales, prometiendo a sus padres
que tendrían un hogar, una educación; el mismo discurso que repite una y otra vez la institución a la sociedad en general, así como a profesores y familiares cercanos cuando se los llevan: servicios sociales lo hace mejor, la madre se ha de recuperar (según los parámetros de la Institución que controla y castiga) entonces el niño puede volver a su casa, a veces vuelve, la mayoría de veces no. 150.000 niños ingleses enviados para reducir el número de pequeños en orfanatos en Inglaterra y levantar con la esclavitud de los niños, la colonia de nueva Zelanda.

He puesto dos casos claramente violentos por dos factores muy específicos: Hijos de madres sospechosas de víctimas de trata en España y trabajadoras sexuales en el Estado Abolicionista de la prostitución, Suecia. Casos evidentemente indignantes. Pero no sólo les sucede a estos niños, les sucede a más niños. Niños hijos de madres pobres, por no decir, la mayoría.

Para abrir un expediente de desamparo (la situación de desamparo tiene lugar cuando las personas que tienen a su cargo al menor dejan de velar por él, tenerlo en su compañía, alimentarlo, educarlo y procurarle una educación integral, la consecuencia inmediata de la declaración de desamparo es que la Administración asumirá la tutela del menor, lo que se denomina tutela ex lege) esto es lo que nos dice la ley y el papel, pero en realidad los criterios que se tienen en cuenta son estos: uno de ellos es ser una familia monomarental, otra es compartir piso (que es requisito indispensable de familias pobres para vivir en las grandes ciudades,) otra es que seas víctima de violencia de género. Al parecer los únicos niños que pueden vivir con sus madres y disfrutar de su infancia, serían los niños hijos de madres con recursos y ellas serían las únicas que pueden ejercer la maternidad. Que esto supone que hay una educación dentro de las reglas y el orden establecido de la moral burguesa y elitista, que si es permitida por el Estado.

Los menores pueden ser ingresados en un centro de acogida en horas, solo basta un informe alarmante por parte de un técnico para que un juez firme la retirada y el niño sea llevado express al centro. La decisión de que un niño sea ingresado en un centro depende de un técnico, un técnico que redactará un informe alarmante, sin corroborar, que la jueza o el juez, firmará sin pensar.

Ya ingresado, se le comunica a la madre vía telefónica y se le da un número donde puede llamar para comprobar si el niño está ingresado ahí, no puede hablar con el niño, hasta que se presente en servicios sociales, en algunos casos pueden pasar semanas para esta citación en servicios sociales, para hacer el papeleo de que está desacuerdo se lo hayan llevado o no, después una jueza/juez firma en presencia de la madre, la retirada de la tutela.

Como a el niño se lo han llevado por que corre peligro por diferentes causas que contaré más adelante, se le permite ver a su madre en un punto de encuentro, este punto blindado custodiado por los nuevos encargados de la protección del crío. Esta es la primera fase de separación de los niños de las madres, después cuando el trabajador social decide que el niño no corre peligro en presencia de la madre, que es muy subjetiva, hay niños que ven a sus madres en esas condiciones durante meses, con escasas horas a la semana, una hora en muchos de los casos. A los niños se les miente diciendo que las madres no pueden ir, creando sospechas de los niños hacia las madres, como modo de aceptar la nueva forma de vida tutelada (qué después se verá, muchos niños, se escapan, y en varios testimonios donde los niños piden expresamente volver con sus madres, sin hacerles caso ninguno.)

Cuando este trabajador decide que el niño no corre peligro, acceden a darle la dirección del centro de acogida para vaya a verlos. En una habitación con un cristal polarizado y micrófonos donde están detrás los trabajadores observando la visitas. Los niños son incapaces de hablar de lo que sucede adentro y si llegan a revelar algún maltrato son reprimidos, como restringiendo las visitas de las madres, a los niños se les dice que la madre no puede ir por que está muy ocupada con otras cosas más importantes que él, que está drogada, que está alcoholizada o que está con su chulo.

Lo cierto es que se les prohíbe a las madres ir a visitar a sus hijos. Ponen pretextos varios: que no está preparada para verlo, que está alcoholizada o perdida, y a las madres, que el niño tiene muchos deberes o que ha sido tal el daño que se le ha hecho, que por el momento el niño ha de estar alejado de una maternidad caótica y tóxica y que deje de anteponer su deseo de verlo al deseo de que el crío este seguro y tranquilo.

Las madres pasan un proceso largo para que los críos puedan volver a casa, que en muchas de las veces no termina nunca, y sí termina, es con un suceso tan dramático, como la adopción. El proceso de recuperación en las madres, no es más que un proceso de constante maltrato y presión psicológica que la mayoría de las madres no logran superar, ganando así la Administración un niño pobre más. Este proceso consiste en que vayan a los centros de salud pública a resolver su problema, en el CAS (Centro de Atención a la Salud) ya que es la única institución que valida el proceso de la madre maltratadora. Los únicos informes que le sirven a EAIA (Equipo de Atención a la Infancia y Adolescencia) el interlocutor entre DGAIA, y los niños y las madres que valoran el
progreso de los dos, son de instituciones públicas como el CAS. Esto se hace con un plan de trabajo, trabajo para la madre y de acuerdo a este plan se van valorando sus aptitudes como madre.  siquiatra, Psicóloga, trabajadora social, medicación y analíticas varias veces por semana. Un sistema que controla a las madres, y al mínimo error, significa un tiempo más para que el niño se quede en el centro, tutelado por la administración y un tiempo más, que ella ha de seguir, de cierta manera también tutelada por los CAS.

Desde que se llevan a los niños, las madres entran en un estado de tristeza infinita, al ir a las terapias impuestas por la DGAIA, difícilmente pueden superar la supuesta recuperación, ya que el verdadero problema de estas madres empezó, cuando se llevaron a sus hijos a un centro. Como comenté arriba, se siguen los mismo protocolos, algunas veces más violentos en según los casos para todo los niños hijos de madres pobres y por ende, sospechosas.

Los centros de acogida y sistemas de adopción son un negocio que sigue varias directrices.

Los niños son prácticamente vendidos, es un negocio para la DGAIA. En el caso de Cataluña, por cada niño tutelado, la administración otorga, 3000€ al mes, por niño a cada centro, estos centros se privatizaron y hace poco se reveló, y tuvo que renunciar el ex director, que los centros estaban gestionados por familiares y amigos del director de la institución y esos 3000€ más que para los niños, eran para sus bolsillos. La ropa que hay en los centros no es nueva, en algunos de los pisos las instalaciones son viejas y no están reformadas, en una habitación pueden dormir hasta seis niños con niñas. Y en un centro, un piso de 4 habitaciones y dos baños pueden estar hasta 25 niños. Ha habido casos de pornografía infantil en un centro de acogida en Cataluña. Se han puesto
imágenes en redes sociales de como en los centros, los niños en invierno, llevan chanclas. Los niños más problemáticos, han sido reducidos por hasta por cuatro mossos de escuadra dentro del centro, alertados por los propios cuidadores/trabajadores sociales.

Las madres tienen dos meses para alegar contra la administración, la mayoría no puede hacerlo debido a la precariedad y han de pasar los niños y ellas todo el proceso, en soledad bajo una violencia institucional aplastante que en muchos de los casos, los niños no vuelven nunca más con las madres. En el proceso, si la madre no ha cumplido con el plan de trabajo, el niño es adoptado y nunca más se vuelven a ver, así como el cambio de identidad para que no puedan encontrarse jamás. La mayoría de estas adopciones se producen en las edades más tempranas, los niños más mayores no les interesan a las familias que adoptan.

Al ver todo este panorama se puede decir que los niños que no pueden estar con sus madres son los niños pobres. Y las madres que no ejercen bien su maternidad, son las madres pobres. Niños pobres adoptados por familias burguesas. La mala madre es la madre pobre y el niño que se le encierra en un centro, es el niño pobre.

Servicios Sociales es la institución/empresa entre niños pobres y familias no tan pobres. Niños para explotar, niños para vender y niños para servir, niños para maltratar. Y también como aleccionador de una familia que sale de los parámetros de la familia nuclear heterosexual por qué no le queda otra. Como la mayoría. Familias de madres solteras, pobres, sin hombres que legitimen la institución familiar, por qué por lo visto, si no hay un hombre en la familia, no será nunca una familia, la madre, cual estado patriarcal, no está legitimada como la familia. Quizá fue madre soltera por elección propia o en la mayoría de los casos por que las han abandonado con los niños, o por violencia machista y a los niños. O madres racializadas con modelos alternativos de crianza. En las que muchas pueden aventurarse a viajar para dejar un mundo de pobreza y de violencia.

Todo es un castigo constante a las niñas y niños, y a sus madres.

Los servicios sociales son el brazo buenista, mas perverso del patriarcado. Castiga mediante la reclusión a los niños y a sus madres por tipificar como delito la pobreza. Mediante la reclusión, alecciona a generaciones enteras de niños para no salirse de la norma, no es la mejor opción (centros de acogida). La lección es clara para los dos: No sigas los pasos de mamá, por eso estás encerrado en un centro y en el futuro, nos llevaremos a tus hijos. Mamá, nunca debiste tener hijos, no vales como madre, ya nosotros nos encargamos.

La terapia, funciona más como tortura, que como medicina. La mayoría no supera este estado de presión psicológica donde todo lo que digas será utilizado en su contra, y si no cooperan, lo interpretan de manera negativa y que no están capacitadas para cuidar de sus hijos. Parece ser, que el objetivo es destrozar a la la madre para que puedan adoptar al niño y el niño nunca vuelva con su madre, desde el castigo y en el estigma. Los servicios sociales y sus trabajadores y trabajadoras, contribuyen a un sistema patriarcal punitivo, misógino, clasista y racista con todo el amparo de la ley y la aprobación social para destruir niñas y madres.

IV

¿Porque sucede todo esto, porque castigar y violentar a niños y a sus madres?

Son varias razones que están entrelazadas, el negocio, control social y la interrupción de la transmisión del amor incondicional.

Con esta disciplina se hace el control de futuras generaciones. A la mínima sospecha de una transmisión de conocimiento disidente (o amor incondicional, ya que este amor es opuesto a los valores de papá Estado) a los niños, ya son recluidos para su reeducación, rompen el vínculo con su madre y se interrumpe esta transmisión que como diría Erich Fromm es el amor incondicional: el amor de las madres a los hijos y de los hijos a las madres. Una transmisión de amor y de valores que se basan en el respeto y la tolerancia, en el amor. En la mayoría de los casos, por que se puede hablar de problemas en las familias, que todas las tienen, pero, los problemas y la violencia más fuerte y despiadada se ejerce en los centros y con las adopciones, que han sacado a los niños de sus casas,
sin nadie haberles preguntado si querían salir de ahí e irse a un centro lejos de sus madres o llevarlos con otra madre, en el caso de las adopciones. Con la reclusión de los niños les transmiten otros valores. El primero es el miedo. Miedo de hacer cualquier cosa y ser reprimido. Ya que el niño, no comprende muy bien qué hizo mal para estar ahí.

Después, la violencia, si el niño hace algo que no sabe muy bien si esta bien o mal, será violentado. Después de esta transmisión pueden pasar varias cosas: El niño aprende la obediencia y la sumisión sin cuestionamientos, ya que el cuestionar, trae represión, incluso a sus futuros hijos. Rompe el vínculo emocional, físico y de transmisión del amor con la madres, con el pretexto de la separación, entonces, dejarlo ahí significa que no ha sido una buena madre. La transmisión del nuevo papá Estado es aplastante, como el amor de papá, castigador y violento: Si te portas como mamá, terminarás como ella, y tus hijos a un centro. Los niños no quieren estar en un centro, obedecerán, aceptarán, no se confrontarán para que sea llevadero el encierro y se les será negada la maternidad y la paternidad. Para las madres también está claro, no tienes derecho a ser madre por qué no eres apta, nunca debiste tener hijos.

Se dice desde las fundaciones y la misma DGAIA que los datos de los ex niños tutelados son borrados y se protege su intimidad, pero hay casos de niñas que fueron tuteladas toda su vida que al nacer sus hijas se las llevaron, ya que al haber sido niña tutelada, no es apta para cuidar del bebé y tampoco puede quedárselo la abuela, que ha sido una mala madre para que la niña acabara en el centro. El otro caso sería la rebelión de los niños, que papá Estado también tiene solución y una salida económica jugosa, rentable y por supuesto violenta.Con esta transmisión de violencia, miedo y sumisión, los niños responden pidiendo libertad y se les patologiza como problemáticos que no es más que ejercer su derecho de libertad y libre decisión sobre sus vidas sin opresión de técnicos ni trabajadores sociales o Psicólogos. Una patologización creada desde el mismo centro o desde la forzosa ida a una familia extraña. Fabrican delincuentes a los que se les ha negado el derecho que su madre vele de él y así, saliendo del centro pasa a otra institución donde será recluido: la cárcel. La transmisión de papá Estado, sirve para crear delincuentes (que no son más que niños violentados) donde encerrar y continuar con el negocio de la cárcel, carne de cañón de niños pobres violentados.

El caso mas mediático que llegó a Estrasburgo desde España fue el de Kelly Agbons. Omosefe era nigeriana, sin papeles, era trabajadora sexual en las calles de Murcia. Debido a la ordenanza municipal, fue detenida y encerrada en un CIE, para tramitar su expulsión. Inmediatamente, se llevaron a Osagi (si es que conserva ese nombre) a un centro de acogida nada más saber estaba detenida. Su abogado, alertó al juez que Omosefe tenía un niño de un año y que tenía que ser puesta en libertad, a los pocos días fue deportada. Y Osagi, entregado en una adopción express, ahí apareció Kelly Agbons, el padre de Osagi, para reclamar a su hijo.Nadie supo nada más de Osagi. Se difuminó en una familia nueva, en una nueva identidad, sin saber que su madre había sido expulsada por unas leyes que criminalizan la raza, sin saber que su padre lo busco años y años. Estrasburgo ofreció 8.000€ de indemnización al padre que fue rechazado por Kelly. Alegó,
que ni un millón de euros podrían reparar el daño de no saber nada más de Osagi y haberle negado la oportunidad de estar, por lo menos, con su padre.

El hombre del saco no es una leyenda popular, existe, papá Estado se roba a los niños y luego… se los come

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