Hablar de adolescencia es casi tan complicado como vivirla. Sin duda una época intensa, difícil, repleta de experiencias nuevas, que para bien o para mal, dejan una huella que con los años nos encargamos de ir adaptándola a su justa media. El high school, es decir, el instituto, es un universo en el que se pasa buena parte de la vida consciente adolescente, y entre sus muros, vivimos historias de amor y de amistad; durante esos años la política comienza a inquietarnos; escuchamos a nuestros grupos favoritos con fervor y entrega; forramos nuestras carpetas con todos esos famosos y famosas a los que adoramos e idolatramos; somos capaces de formamos una opinión acerca de todo lo que nos rodea; y la palabra futuro no tiene ningún significado para nosotras. Lo importante es siempre el ahora.

Por ello, hemos querido indagar en esta etapa de la vida tan especial desde perspectivas muy diferentes y siempre con nuestra lupa fucsia. Entrevistamos a Viktor Navarro Fletcher, formador en talleres para jóvenes en los que, entre otros temas, se enreda sobre el amor. Viktor comparte con Sangre Fucsia sus reflexiones sobre el imaginario amoroso de chicos y chicas, que no viene a ser muy diferente de las ideas del mundo adulto: un imaginario heteronormado basado en el fogonazo del enamoramiento que poco tiene con ver con una idea de amor basada en el respeto, la solidaridad y la complicidad. Viktor nos cuenta cómo las chicas tienen más claros los límites que tienen que poner para no perderse en su pareja. Finalmente nos habla de cómo la diversidad sexo-afectiva  es generalmente aceptada, mientras que otros ejes, como el de la raza, siguen operando como mecanismo de exclusión/subordinación a la hora de pensar en una relación.

En lo que respecta a la representación de la adolescencia en las ficciones, reservamos una buena parte del programa a repasar algunos de los títulos más emblemáticos (y otros no tantos) de películas, series y tebeos del género teen como Leñadoras, Piruetas y Giant Days, en donde además reflexionamos sobre el propio término de lo teenager, a través de sus potenciales y problemáticas.

En todas esas producciones cinematográficas y seriéfilas, es muy común tirar del imaginario high schoolero, es decir, toda esa estética de instituto americano que nos queda tan lejos, pero que conocemos tan bien gracias a todas esas películas y series que vimos cuando éramos adolescentes. Fuera de Onda, 10 razones para odiarte, El Club de los 5 o Jóvenes y Brujas nos contaron una y otra vez la clásica historia de amor heteronormativa, de la que sin embargo siempre era posible sacar algo a nuestro favor, como alianzas o relaciones de amistad por encima de cualquier historia de amor romántico. Desde lo márgenes, hoy encontramos con mayor facilidad producciones dignas a las que dedicarles unas líneas: El Club de Geografía o Fuckin Amal abordan la diversidad sexual en su argumento central; y series como Derry Girls o Sex Education aportan ráfagas de aire fresco y diverso a las historias de siempre bajo un registro cómico.

Es por tanto un hecho que tenemos una imagen bastante nítida de cómo son los institutos yanquis. Pero, a no ser que seas aficionada al anime, quizá no tengas tantas referencias de la vida escolar (y amorosa, claro) adolescente en Japón. Una de las series más originales y de mayor éxito de los 90 fue el shōjo Marmalade Boy (La familia crece), de la mangaka Wataru Yoshizumi, cuyos enredos sentimentales repasamos en este programa. También repasamos algunas de las características más destacadas de los institutos nipones y os contamos la curiosa forma en la que se celebra ahí el día de San Valentín.

Por último, es innegable que la adolescencia es un momento lleno de contradicciones que se rememora una y otra vez en nuestra época adulta o que se visita para conocer las raíces de quiénes somos ahora, y ésta es la época que han decidido retratar las fotógrafas Tracey Moffatt y Rineke Dijkstra. Moffat fue la primera mujer aborigen australiana en representar a Australia en la Bienal de Venecia de 2017. En su serie “Scarred for Life (Marcades de por vida)” (1994) crea ficciones de cotidianidad en formato de fotografía hogareña con frases que muestran la cara oculta de las violencias sufridas en el ámbito doméstico. Por su parte, la fotógrafa holandesa Rineke Dijkstra ha explorado en su serie “Beach Portraits (Retratos de playa)” (1992-2002) y en la documentación de las raves de Liverpool y Zandaam el que considera ser el último momento en nuestra vida donde mostramos nuestras emociones sin intentar enmascararlas.

¡Prepárate para un viaje al pasado, y no te sorprendas si no puedes evitar sentir un poco de nostalgia y emoción!

Playlist:

• Denver – Los adolescentes
• Helen Shapiro – Teenager in love
• Robyn Carlsson – Show me love
• Salt-N-Pepa – Puh It
• The Wind and the Wave – Dont you forger about me (Cover)
• Letters to Cleo – I want you to want me
• St. Vicent – Cheerleader
• Nouvelle Vague – Teenage Kicks
• Helen Shapiro – Dont treat me like a child
• Ladytron – Seventeen