Correos, pero con amor

Correos, pero con amor

El día a día en la redacción de Pikara es un vicio. Todo es muy fácil aquí, aunque algunas tarde salga despotricando de algunos mensajes […]

El día a día en la redacción de Pikara es un vicio. Todo es muy fácil aquí, aunque algunas tarde salga despotricando de algunos mensajes feos que nos llegan, del estrés, de la envergadura que está tomando el proyecto y del miedo que me da no estar a la altura. El caso es que entre todo este caos vital, la adrenalina y los agobios, a veces ocurren cosas extraordinarias que me hacen muy feliz.

La semana de los envíos del crowdfunding fue una de esas semanas en las que quieres desaparecer del planeta. Todo empezó a fallar: primero, la impresora; luego, el Adobe Acrobat; después, el camión de la imprenta que llega tarde, el calendario que en junio tiene un error. En ese momento en el que creía que todo estaba perdido, que no podríamos mandar a tiempo las más de 2000 revistas que teníamos que empaquetar esos días, llegaron Paqui y Rosa a nuestras vidas y lo inundaron todo de amarillo.

El éxito del último Verkami de Pikara ha sido tan espectacular que Elena, nuestra comercial de Correos, se ha convencido de que necesitábamos tener en la redacción un etiquetadora, como la que tienen en las mismísimas oficinas. Aquí estaba, reluciente, pero no había manera humana de hacer que funcionase. Todo un caos. Nadie sabía qué podía estar pasando, hasta que ellas, Paqui y Rosa, se pusieron al otro lado del teléfono. Qué gusto, qué maravilla. Paso a paso y con una paciencia infinita nos ayudaron a crear todas las etiquetas que necesitábamos para haceros llegar los anuarios. Para ellas debían ser muchos de los agradecimientos que estamos disfrutando nosotras desde que están llegando las revistas a vuestras casas.

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Agradecida y emocionada por su atención les mandé un número de Pikara a cada una, con una nota llena de amor y todo mi agradecimiento por haberme ahorrado horas y horas de trabajo. Las quejas siempre son más fáciles de redactar, pero en el día a día nos cuesta mucho más dar las gracias, regalar mimos, poner <3, llevar a la práctica la ternura. En un momento en el que la situación laboral de las y los trabajadores de Correos es tan precaria, en la que sindicatos y personal pelean cada día sus puestos de trabajo, un equipo de currelas de esta empresa pública, quisieron agradecernos el detalle devolviéndonos una caja con camisetas, huchas, bolis, libretitas y ¡toallas amarillas! Además, en una nota escrita a mano en la que nos devuelven el agradecimiento.

El pack de regalitos de Correos con la carta escrita a mano

El pack de regalitos de Correos con la carta escrita a mano

Quizá estéis pensando que esta historia es una pequeña anécdota sin mayor importancia, pero no sabéis bien qué sonrisa más grande se me dibujó en la cara al ver esa caja. Probablemente no me ponga nunca esa camiseta, ni usaré demasiado a menudo las toallas, pero ha sido todo un gusto encontrar cariño al otro lado del teléfono, poder regalar un par de ejemplares de nuestra revista y con ellos poner en práctica cómo entiendo el feminismo, el periodismo, la vida. “Has llevado amor a Correos”, me dijo June y es esa precisamente mi revolución.

Ojalá todo el amor y el cariño que le ponemos a Pikara os llegue en cada sobre.

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