El problema no es Torbe

El problema no es Torbe

El problema no es Torbe. Ni DeGea. Ni Isco. Ni la Eurocopa al completo. Ojalá el problema sólo fueran ellos. El problema, para el Ministro de Interior, es la imagen de la Selección Española. El problema, para los medios es la presunción de inocencia. Pero sea cual sea el maldito problema nunca pasa por ellas, las agredidas, las denunciantes, las invisibles.

17/06/2016

Irene Zugasti Hervás

Fotograma de 'Torrente'

Fotograma de ‘Torrente’

Torbe. Su nombre es popular hasta para los no iniciados en la pornografía virtual. Este tipo se ha hecho famoso por ser el mesías del porno casposo 3.0, por sus canciones racistas, por sus vídeos “caseros” donde chicas jóvenes y guapas se prestaban, teóricamente de forma voluntaria, a ser folladas de todas las formas posibles por el propio Torbe o alguna otra polla pegada a un tío sin rostro, que –opinión personal- daba bastante asquito. Tuvo, además, la suerte de caerle en gracia a Santiago Segura, que patrocinó sus ocurrencias en televisión, y de contar con un plantel de celebrities patrias consagrando sus andanzas como emprendedor y prostituidor, que –y con la presuntitis por delante- parece que le reportaban muchos beneficios más que sus videos virales en internet.

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Por eso no es de extrañar, ni tampoco para rasgarse las vestiduras, que hace pocos meses fuera detenido por cargos de abuso a mujeres menores de edad y trata de mujeres ucranianas. Tiene un especial interés en explotar, además, el tópico de la puta de origen eslavo: rumanas, ucranianas, rusas, búlgaras, como símbolo del harén angelical de las ruinas de la vieja Europa. Un harén, por cierto, vinculado con la extrema derecha de ese país.

Pero el problema no es Torbe. Ni matando al perro se acabará la rabia. Torbe no es más que la legitimación del putero español, la certeza de que un hombre cualquiera -por repugnante que nos parezca- tiene el poder y el dinero suficiente para someter a cualquier mujer a sus deseos, para explotar nuestros cuerpos y además, revestirlos de deseo.

Torbe y los suyos –que son muchos, muchísimos- han encarnado el sueño de Torrente, lo han hecho realidad y lo han difundido en nuestras pantallas: son la idealización de un mundo en el que las mujeres jóvenes y hermosas siempre están sexualmente disponibles para ellos, que además, se lucran de ello, se jactan, las desprecian, se mofan, las catalogan, las filman sin su permiso aparente. Torbe ha alimentado la fantasía de que tú, por ser hombre, puedes. Siempre.

Pero hay algo todavía más peligroso: y es que su discurso y el de sus vídeos se basaba en la falsa idea de la voluntariedad. De la “libre elección” de las mujeres a ser prostituidas. Del deseo –el falso deseo que fingen una y otra vez cada servicio- y la disposición de cientos de cuerpos a ser consumidas por gente como Torbe. Torbe las seducía, emborrachaba o ofrecía fajos de dinero, y ellas aceptaban. El problema es que, por lo visto, su realidad ha superado a la ficción.

El problema es cuando, tirando de la cuerda de Torbe, aparece una realidad mucho más cruda: que hombres jóvenes, exitosos, esos que anuncian helados, zapatillas y espíritu de superación, esos que nuestros hijos llevan bordados en las camisetas, también son Torbe. Es una realidad incómoda, silenciada, obviada: como las multas de exceso de velocidad en sus Ferraris, como sus evasiones fiscales, son gajes del oficio, rebeldía inherente a la juventud, la masculinidad y la fama, y casi hasta una muestra de deferencia -como decían las tertulianas de Espejo Público- de unos hombres que, teniendo a la mujer que deseen, recurren a profesionales. El problema es que hombres que valen 26 millones de euros se follan a mujeres que apenas valen 60. Pero nada que un poco de victim-blaming (si cobraban a menudo por ese mismo trabajo, tanto no las agrederían, ¿no?), un poco de hacer mofa de los daños colaterales –Edurne, cantante y pareja de uno de los encausados, ha sido el principal objetivo tuitero, imagen de la sufrida cornuda, otro estereotipo inherente al putero- y un poco de polémica diluida por la emergencia del próximo partido, que es lo realmente importante, y pronto lo habremos olvidado. Como olvidamos que otros muchos también han –presuntamente- agredido, pero pudieron celebrar la última victoria tranquilos, encaramados a la Cibeles.

Torbe, el fútbol, las putas, las agresiones, las tratadas, Torbe y la normalización de este sistema: mientras existan Torbes, y no tengan ningún cortapisas más allá de la herramienta jurídica que se activa sólo al traspasar los difusos límites de la “trata” o la minoría de edad, seguirá pasando.

Y para muestra, el foro de su propia web, Putalocura.com, en su apartado “Putas”, que tan bien han estudiado profesionales como Águeda Gómez o Beatriz Ranea y que aparece maravillosamente explicado en el estudio ‘El Putero Español’, (ed. Catarata). En él se comparte información, ubicaciones en polígonos, se negocia el abordaje de la prostituta en grupo para intentar bajarle el precio, se realizan transacciones.

Por ejemplo, si no hay mucho dinero, está el hilo de “Putas para tiesos”:

Propongo para todo aquellos que paseis penalidades financieras aquellas casas, particulares y puticlubs donde al menos se haga frances y jodienda ( 20 min aprox) por 50 euros o menos y que el material sea potable.

puteros

Además, existen plantillas predeterminadas donde cada uno puede volcar su opinión:

puteros-dos

Y por si acaso no quedara claro, los explotadores pueden, directamente, anunciar su mercancía:

Anuncio de un explotador

Por cierto, entre ellos mismos, se llaman puteros. Habría que ser muy ingenua para llamarles clientes. 

Extracto de foros de puteros

Hay miles de Torbes en la calle. Puede que incluso en tu casa. Y no seré yo la que luche por sus derechos, como empresarios, como explotadores, como perpetuadores de esos roles, mientras la realidad se impone y no existe el fair play. Pero eso ya lo hemos dicho muchas veces. 

El problema no es Torbe.

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