Desmontando a Dalas Review

Desmontando a Dalas Review

Nota: Este artículo se enmarca en la sección de libre publicación de Pikara, cuyo objetivo, como su nombre indica, es promover la participación de las lectoras y lectores. El colectivo editor de Pikara Magazine no se hace responsable ni del contenido ni de la forma de los artículos publicados en esta sección, que no son editados. Puedes mandar el tuyo a participa@pikaramagazine.com. Rogamos claridad, concisión y buena ortografía.

23/04/2016

Néstor Hernández

Una ardilla podría cruzar España saltando de machista en machista. Es más, me apostaría lo que fuese a que esa ardilla también sería machista. Y es que no estamos hablando de un problema único y exclusivo del ambiente familiar o escolar, sino de un problema como sociedad que no se ha solucionado ni tan siquiera en los países más avanzados. Ahí sigue estando la idea de que en los países nórdicos se ha logrado alcanzar la tan ansiada paridad entre hombres y mujeres, cuando en realidad no es así.

Pero antes de meternos de lleno, empecemos por lo básico (por favor, os pido que os quedéis hasta el final, porque esto va a estar interesante).

¿Qué es la violencia de género?

La violencia de género es aquella que “como manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre estas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia”. […] “Comprende todo acto de violencia física y psicológica, incluidas las agresiones a la libertad sexual, las amenazas, las coacciones o la privación arbitraria de libertad”.

No, no lo digo yo. Lo dice el artículo 1.1 de la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género (página 3).

Candidato a cuñado del año: Dalas Review

Son muchas las personas que difunden como parte de su discurso las tonterías que vamos a ver a continuación (seguro que se os ocurren decenas de ejemplos), pero lo que me ha llevado a escribir este artículo ha sido este vídeo.

 

El título es ya de por sí muy sugerente: “Las mujeres son superiores a los hombres”. Por si no tenéis ganas de verlo, os lo resumo rápidamente (aunque después lo destriparé un poco más). Básicamente lo que dice es que desde que se aprobó la ley de la que os he hablado antes, vivimos en una sociedad hembrista (sí, habéis leído bien) en la que las mujeres, si quieren, pueden destrozarle la vida a su exnovio denunciándolo. Es más, a juzgar por lo que dice, parece que la mayoría de las mujeres que presentan una denuncia por violencia de género lo hacen precisamente para eso, de forma que los hombres se quedan con la vida destrozada sin amigos, sin casa… y en ocasiones se suicidan.

Desmontando falacias

1) Feminazis

Dalas Review tiene numerosos vídeos en cuyo título aparece la palabra “feminazi” (uno de ellos es: ‘Una zorra bipolar que folla con su perro y es feminazi’). Siempre, en estos vídeos, explica que al decir “feminazi” se refiere a personas hembristas o feministas radicales.

Bien, Dalas, si quieres referirte a gente que es hembrista, puedes usar esa misma palabra, ‘hembrista’, que para eso se ha inventado (aunque no está reconocida por la RAE), y no hace falta que recurras a un término tan sumamente machista como “feminazi”, popularizado por el ultraderechista republicano estadounidense Rush Limbaugh en la década de los 90 para referirse a las mujeres que abortaban.

Lo de feminismo radical tampoco lo acabaré de entender nunca. Feminismo es sinónimo de igualdad. ¿Entonces qué eres: igualitari@ y radical a la vez? Si eres radical te posicionas a favor de un género u otro, por lo que no puedes ser feminista. En fin, continuemos…

2) Desde que se aprobó la ley de VG, no se publican los datos de hombres asesinados

Hacia el minuto 10:17 del vídeo, Dalas dice que no nos quedemos en lo que él nos dice, que busquemos por vuestra cuenta, pero que lo hagamos en fuentes oficiales y sin dejarnos llevar por “mierdas sensacionalistas”. Creo que esto es lo único de todo el vídeo a lo que he hecho caso.

Sin embargo, Dalas, que presume de informarse muy bien antes de hablar, deja en la descripción del vídeo un enlace a esta imagen (supongo que no la considerará una mierda sensacionalista):

 

Cifras oficiales de varones muertos a manos de sus parejas

 

 

Pues he estado buscando en la página del CGPJ (Consejo General del Poder Judicial) y, ¡oh, qué sorpresa!, he encontrado esto otro:

Cifras recientes de hombres muertos a mano de sus parejas

 

¿Que no os lo creéis? Pues mirad la página 96 de este informe del CGPJ del año 2013. Parece ser que sí que se siguen contando los casos.

Pero entonces, ¿cómo hemos pasado de tener 40 hombres asesinados cada año antes del 2007 a una media de tan solo 6? Muy fácil, en esa imagen sensacionalista se incluye también en el total a los hombres que se suicidaban después de matar a su mujer o exmujer y a los que eran la actual pareja de la mujer asesinada, los cuales también resultaban víctimas del agresor.

Bien, ahora comparemos estos números con los de las mujeres asesinadas cada año en nuestro país (el gráfico es de eldiario.es, y está hecho con datos del Ministerio de Interior y del CGPJ que podéis comprobar aquí y aquí).

 

Datos de la evolución

Viendo estos gráficos, cabe preguntarnos: ¿cuál es el verdadero problema en España? Y es que estamos hart@s de ver cómo se equipara la violencia del hombre hacia la mujer con la ejercida por la mujer hacia el hombre, queriendo establecer una equivalencia entre dos asuntos con magnitudes totalmente distintas. La violencia machista supone un problema; la hembrista, no.

No obstante, seguimos viendo artículos como estos en medios de amplia difusión como El Confidencial o RTVE.

“Nadie habla de los 30 hombres que murieron a manos de sus mujeres”

El maltrato a hombres, una violencia invisible

 

3) Ya, pero, ¿y las denuncias falsas?

En el vídeo, Dalas Review nos quiere convencer de que la mayoría de las mujeres denuncian para joder la vida a su exnovio, y centra la atención en casos tan ridículos y puntuales como el de un hombre que fue condenado por tirarse un pedo delante de su mujer.

Evidentemente, la sentencia del juez o la jueza es una desfachatez, al igual que lo es querer hacernos pensar que esto es lo más común.

Dalas también muestra en su vídeo una imagen con fuente del CGPJ en la que se ve que el 80% de las denuncias por violencia de género resultan en sentencias absolutorias, es decir, no se condena al demandado, en este caso el presunto maltratador.

Sin embargo, y por más que he buscado ese gráfico en todos los informes del CGPJ, no lo he encontrado, por lo que me atrevería a decir que está manipulado.

Pero no os preocupéis, porque traigo la segunda sorpresa del día: sí he encontrado uno que muestra todo lo contrario (página 21 de este informe de los Juzgados de Violencia sobre la Mujer).

 

Sentencias penales por violencia machista

En él se ve claramente que el 80% de los hombres acusados son finalmente condenados por violencia de género.

¿Y eso quiere decir que el 20% restante son denuncias falsas? Pues no. Que no se condene al acusado de maltratador no quiere decir que sea una denuncia falsa, sino simplemente eso, que no ha sido condenado por los motivos que el juez o la jueza hayan creído convenientes.

¿Entonces, cuál es el porcentaje de denuncias falsas? Tomemos los datos de 2015: según el CGPJ, hubo 129.193 denuncias por casos de violencia de género (lo podéis ver en la página 1 de este informe). Si nos vamos a las Memorias de la FGE de 2015, podemos ver que dice lo siguiente (página 352 de este informe): En 22 de estos casos el Fiscal consideró que la denuncia podía ser falsa. Si dividimos ese número, el 22, entre el número total de denuncias, llegamos a la conclusión de que en 2015 solo un 0,017% de las denuncias por violencia de género fueron falsas.

Datos de denuncias de violencia sobre la mujer

4) Muchos hombres se quedan con la vida destrozada

Este es mi ‘argumento’ favorito de todo el vídeo. Hacia el minuto 12:55, Dalas insinúa lo siguiente: “Un 77% de los suicidios son de hombres, que terminan con la vida destrozada. Para comprobar esto solo tenéis que salir a la calle y abrir un poquito los ojos: ¿cuántos hombres sintecho os vais a encontrar? ¿Y cuántas mujeres?”

Gran argumento. De los creadores de “yo no soy ni machista ni feminista” llega “los hombres sintecho están así por culpa de una denuncia falsa de sus exmujeres”. No había escuchado un argumento tan bueno desde que Belén Esteban dijo eso de “¡yo por mi hija, ma-to!”

Conclusión

Venga, que ya queda poco. Al final del vídeo (minuto 17:47), nuestro amigo Dalas dice lo siguiente: “Lo peor es que hombres que aún no han sufrido esta clase de discriminación siguen defendiendo a las mujeres en plan caballero de la blanca armadura”.

Hola Dalas, me llamo Néstor y tengo 16 años. Sintiéndolo mucho, no, no soy ningún caballero de la blanca armadura, pero sí te diré otra cosa: soy feminista.

Soy feminista porque intento cambiar la sociedad patriarcal en la medida de mis posibilidades. Sí, querido amigo Dalas, porque para tu sorpresa vivimos en una sociedad patriarcal en la que el hombre es el género dominante, por eso a lo largo de nuestra infancia todas y todos adquirimos unos valores machistas aunque no lo queramos. La única forma de erradicar esas ideas más propias del Hombre de Atapuerca es sabiendo que las tienes, que las llevas contigo. Solo puedes corregir el fallo si eres consciente de que lo tienes.

Por eso os animo a tod@s a que tratéis de eliminar vuestros fallos y gritéis con la voz bien alta y clara: ¡soy feminista! Porque la sociedad no va a cambiar sola.

 

Download PDF

Artículos relacionados

Últimas publicaciones

Download PDF

Título

Ir a Arriba