Andrea Casas

“Que diga que he retirado la libertad a las mujeres de ser madres me parece insultante”, espeta Rajoy a Sánchez aparentando confusión ante una referencia que definitivamente ha sido capaz de interpretar. Sánchez continúa su discurso haciendo caso omiso del reto que su contrincante le propone al pedir que se explique. La palabra “aborto” parece sobrevolar el plató mientras el socialista decide continuar su discurso sin concretar sus acusaciones en uno de los silencios más electoralistas que se produjeron a lo largo del Cara a Cara de TVE.

“Que diga que he retirado la libertad a las mujeres de ser madres me parece insultante”, espetaba Rajoy a Sánchez. No sé ni por dónde empezar. Podría mencionar el despotismo con el que nos han retirado el derecho al aborto, haciendo uso de su mayoría absoluta. Podría mencionar su intromisión en nuestras decisiones personales, su continuo paternalismo, como si necesitásemos de su ayuda para escoger el camino correcto, como si nos faltara inteligencia a la hora de tratar con nuestras vísceras, con nuestra carne. Podría mencionar la forma en que se han apropiado de nuestro cuerpo, espacio privado hasta que digamos lo contrario, para convertirlo en un objeto político, en una línea dentro de sus programas, en una herramienta para hacer campaña. Pero todo esto ya es de sobra conocido, por ellos y por nosotras.

Lo que parecen haber olvidado es el alcance de estas intromisiones: Nuestro estado civil, nuestra orientación sexual y nuestra identidad de género. Ahora mismo, las únicas personas con acceso a la Sanidad Pública para recibir tratamiento de reproducción asistida son las mujeres que mantienen una relación heterosexual estable. Según la Orden Ministerial 2065/2014 de 31 de octubre, parece que para ser madres necesitamos el beneplácito no solo del hombre por quien nos debemos dejar penetrar sin éxito durante 12 meses, sino también del puto sistema.

La normativa sobre el aborto afecta mayoritariamente a quienes mantiene relaciones sexuales y románticas normativas. Ya no parece tan extraño que la repercusión de sus críticas sea muchísimo mayor que la que han alcanzado las voces contrarias a la regulación actual sobre la reproducción asistida, que repercute en personas que no siguen las reglas familiares del heteropatriarcado. Pero no nos engañemos, no nos olvidemos: Solteras, separadas, divorciadas, viudas, este no es vuestro sistema. Lesbianas, bisexuales, pansexuales, mujeres que comparten su vida con quien no se identifica con el género masculino, este no es vuestro sistema. Personas con capacidad reproductiva que usan identidades de género no binarias, este no es vuestro sistema.

Lo insultante es que ellos se olviden de todo esto. Lo insultante es que se olviden de nosotras. Lo insultante es consentir que esto no cambie. Haced(n)os un favor el próximo domingo, sacad a esta gente de nuestra vida.