Manual de sexo oral lésbico

Manual de sexo oral lésbico

Este manual no habla de tiempos, espacios, técnicas, ni posiciones. Hay sólo tres cosas que saber y repetir como un mantra: el sexo oral lésbico es un fin en sí mismo. Ningún choro es igual a otro. El lamido habla.

16/04/2015
Foto: M. José Espinoza http://razakiltro.tumblr.com/

Foto: M. José Espinoza http://razakiltro.tumblr.com/

Sin embargo, haremos algunas consideraciones técnicas:

1.- Prepare su boca para el orgasmo bucal

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Existe, pero hay que prepararse. Se recomiendan ejercicios labiales y mandibulares para activar las papilas como los siguientes:

– besar a las amigas
– reírse fuerte, bien fuerte, ojalá en una biblioteca o auditorio lleno de heterosexuales
– besar a las profesoras

Ante cualquier humedad, no se pregunte nada y trague con confianza. Después de iniciarse en el sexo oral lésbico puede ser que no le interese beber o comer nada por días o semanas y ese elixir podría salvarla cual maná

– eructar en las reuniones familiares
– responder con insultos al acoso callejero, vocalizando: GUE-ON IN-CU-LIA-BLE HI-JO DE TU PA-DRE ÁN-DA-TE A LA MI-E-R-DA
– comer mariscos bivalvos en su estado natural
– besar a las compañeras de activismo
– organizar besos colectivos….

2.- Aprenda a erotizar cada rincón de su cuerpo

Cuando hablamos de sexo oral lésbico no hablamos solamente de usar la boca. Además de dientes, lengua y labios, se incluyen nariz, mejillas, mentón; el cuello que aprieta, las manos que acarician, los hombros que sostienen.
Se recomienda: rozar-rozarse-rozarnos.

3.- Aprenda a respirar

Uno de los problemas más conocidos del sexo oral lésbico es encontrar la manera de lamer y respirar sin perder el ritmo ni la fuerza del lamido. Le recomendamos hacer ejercicios de contención de la respiración bajo el agua, bajo la almohada o hacer alguna rutina cardiotónica los meses previos. Lo mejor en realidad es aprender a respirar con cualquier otra parte del cuerpo, por ejemplo los hombros, los glúteos o las caderas… quizás, con el tiempo le salgan branquias o simplemente respirar ya no le interese.

4.- Aprenda a escuchar

Otro conflicto ocurre cuando una se percata de que con un par de muslos alrededor de la cabeza, no se escucha ni mierda. Por lo tanto, no va a oír el cambio en los gemidos ni las plegarias que su compañera esté recitando en ese momento. Le recomendamos cambiar el foco de la escucha y aprender a oír al cuerpo: escuche el movimiento de la pelvis, escuche la presión de los músculos, escuche la humedad.

El aroma a sexo oral lésbico es difícil de quitar así es que no lo intente. No lo agravie con jabones o pastas dentales que serán inútiles. Lleve el olor a todas partes. Un buen cunnilingus se esparce y se contagia

5.- Tenga paciencia

El orgasmo perfecto, como la caída del patriarcado, tarda mucho en llegar o tal vez nunca llegue. Pero el proceso de buscarlo es lo más más placentero.

6.- Trague

Ante cualquier humedad, no se pregunte nada y trague con confianza. Después de iniciarse en el sexo oral lésbico puede ser que no le interese beber o comer nada por días o semanas y ese elixir podría salvarla cual maná. Por fortuna, los fluidos vaginales de una lesbiana excitada son ricos en calorías, electrolitos y nutrientes, y bastan para resistir varios días sin otra alimentación. Considerar entonces sesiones de sexo oral lésbico en caso de hambrunas, guerras o catástrofes “naturales”, ya sabemos lo que la heterosexualidad ha hecho con el planeta. Prevenga y sálvese de la hecatombe: trague. Sea golosa.

7.- Desarme los protocolos de espacio

Cualquier lugar es bueno. Si bien hay posiciones que pueden requerir más elongación o tolerancia al dolor que otras, se ha visto que el sexo oral lésbico en la vía pública es altamente placentero y escandalizador. Un buen cunnilingus siempre está fuera del clóset.

8.- Sea deconstructiva y nómade

Lo que un día salió bien, al día siguiente puede no servir. No sea autocomplaciente y revise constantemente la estrategia.

9.- No se lave la cara

El aroma a sexo oral lésbico es difícil de quitar así es que no lo intente. No lo agravie con jabones o pastas dentales que serán inútiles. Lleve el olor a todas partes. Un buen cunnilingus se esparce y se contagia.

10.- Acostúmbrese a tener pelos en la lengua.

Las lesbianas feministas tenemos la boca habitada, siempre hay algo rozándonos la garganta. Todo nos incomoda. Un buen cunnilungus siempre tiene algo que decir.

Advertencia:

Potencialmente adictivo

Potencialmente generador de contracturas musculares

Potencialmente generador y reparador de lesbiandramas.

Este texto fue leído en el noveno programa de La Arepa Chora, escúchalo aquí:

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