¡Jodie Foster es (…) tá soltera!

¡Jodie Foster es (…) tá soltera!

La 'salida del armario' de la actriz, censurada por la televisión pública española, ha interesado mucho, pero no ha servido para hablar de lesbofobia o de la falta de referentes LGTB

18/01/2013

 

Fotógrafa: Franz Richter

En la pasada entrega de los premios norteamericanos Globos de Oro una estupenda Jodie Foster de 50 años, delante del famoseo del cine y también de sus hijos, dio la campanada al anunciar lo que todo el mundo ya sabía, su lesbianismo. Al tiempo, nos ofreció algo que no sabíamos, ¡¡que está soltera!!  Sin duda, esta segunda información tiene mucho interés para todas las fans, que tiene por doquier.

Nos podemos preguntar cuál de todas las posibles cuestiones noticiables de este evento es más destacabl¿Nos interesa que una mujer siga estando activa y sea famosa como actriz a los 50 años? Esto es algo extremadamente difícil, que se lo pregunten a las actrices españolas de la misma edad… ¿Nos interesa que el Telediario de Televisión Española y muchos de los medios ahora en manos conservadoras hayan pasado por alto su lesbianismo y el reconocimiento que ha hecho a su expareja, a sus hijos y a su “familia moderna” –como ella les nombra? Porque esta es una noticia muy triste, que en el país que se ha dado por moderno y con capacidad para nombrar en la misma frase a España y a Suecia en cosas como “tenemos matrimonio entre personas del mismo sexo”, o “hemos tenido gobiernos paritarios”, tengamos en 2013 la necesidad de protegernos de la información, censurando la vida afectivosexual de las personas. No vaya a ser que algún rouco se nos asuste…

A estas alturas la noticia no es que Jodie Foster sea lesbiana. Creo que la verdadera noticia es que algunas personas se escandalicen de que lo sea. O que tenga que decirlo porque necesitamos referentes que no tenemos en nuestro propio panorama

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Pero no, parece que a casi todo el mundo, lo que más le interesa es que Jodie Foster salga del armario. Ignoran la parte de la intervención en la que Foster habla de su vida como actriz desde los 3 años, donde aborda la necesidad de vida privada y establecer relaciones auténticas y reales. Tampoco hablamos de los costes que supone salir del armario para las lesbianas, que parece que se tiene que tener cierta posición profesional y social, cierta edad, es decir, un determinado estatus de poder como para atreverse a hacerlo, porque hay mucho que perder. Se llama lesbofobia, por cierto.

Por otra parte, también podríamos hablar del deseo que tenemos las personas y los movimientos LGTB de encontrar referentes públicos que encarnen la sexualidad no normativa, donde ese deseo no es una imposición ni una obligación para las figuras públicas, aunque a veces lo parece. Es un deseo de reconocimiento de las personas menos poderosas para encontrar inspiración y una vida posible en la visibilidad de quienes llenan nuestros medios de comunicación, la política, la cultura y el arte, en suma, la vida pública.

Se me ocurre también que parecería que tuviéramos que estar saliendo del armario constantemente, infinitas veces, en todos y cada uno de los espacios vitales… Bueno, a no ser que se sea súper famosísima y ya con una vez en la tele sea suficiente, como es el caso de Foster. O que tuviéramos que salir del armario por todas y cada una de las cosas que hacemos con las que rompemos los moldes heteronormativos. Algunas personas no haríamos otra cosa en la vida que estar saliendo del armario todo el rato.

En realidad, lo que pasa es que siempre hemos deseado que Jodie Foster no sólo fuera lesbiana, sino que hiciera bandera de su deseo. E incluso que nos la encontráramos en el Orgullo en Madrid o Bilbao, por ejemplo… Y es que por mucho que queramos otras cosas, Jodie Foster es una persona que dirige su vida como puede y le parece. Casi como el resto, pero sin ser famosas ni estar forradas.

Creo que a estas alturas la noticia no es que Jodie Foster sea lesbiana. Creo que la verdadera noticia es que algunas personas se escandalicen de que lo sea. O que tenga que decirlo porque necesitamos referentes que no tenemos en nuestro propio panorama. O que sea tan difícil mostrarse tal cual se es, porque tenemos que encajar en ciertos patrones sociales que entendemos como normales.

Lástima que el escándalo que se ha montado no sea por las normas que rigen nuestras vidas.

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