“No todas las mujeres quieren ser madres”

“No todas las mujeres quieren ser madres”

“Sé que para la mayoría de mujeres(al menos de las que conozco y espero equivocarme) la maternidad es algo indispensable en sus vidas, algo con lo que han soñado desde muy pequeñas y que llevarán a cabo en cuanto vean el momento oportuno (lo curioso es que, en este punto, parece que les […]
Download PDF
14/02/2012
“Sé que para la mayoría de mujeres(al menos de las que conozco y espero equivocarme) la maternidad es algo indispensable en sus vidas, algo con lo que han soñado desde muy pequeñas y que llevarán a cabo en cuanto vean el momento oportuno (lo curioso es que, en este punto, parece que les es indiferente el propietario del esperma).
Bien, no es así para todas.
Personalmente, el imaginarme con un ser creciendo en mi interior (algunas ya se habrán puesto melosas)  me produce HORROR. ¿Nadie ha visto Alien? Bueno, es igual. Este no es un post para convencer, pues hay cosas de las que solo se puede convencer uno mismo, sino para que conozcáis otro punto de vista y lo respetéis.
La cuestión es que ayer estuve con unas amigas muy queridas a las que hace tiempo no veía y la hermana de una de ellas está de ocho meses. El tema era inevitable. Lo cierto es que no creo que pueda haber mejor familia para criar un niño, pero me empezó a entrar urticaria. Suele pasarme con este tema en particular. Como soy muy bocazas manifesté mi absoluta certeza de no ir a traer a nadie al mundo (vía mi cuerpo, si me encuentro a una parturienta en la calle le echaré una mano o las que hagan falta) y como siempre que he tocado el tema, se me echaron encima. Las mimas frases “proféticas” transmitidas de generación en generación: “¡te arrepentirás!”, “ya verás dentro de unos años”, “a todas nos entra el gusanillo” (¿gusanillo? Puaj) , etc. Cualquier frase similar que se os ocurra. Tierra, trágame. O arráncame los ovarios. No, eso no, que la menopausia es muy mala. ¡Ay, que jaleo es ser mujer!
¿Qué porque me produce tanta animadversión? Es algo visceral. Natural en mí. Me fallará esa parte del instinto. Pero que lo tengo, ¿eh? Con los animales chiquititos. No humanos. Aunque tampoco pasaría nada si no lo tuviera. No es obligatorio, ¿verdad?

Pero jamás traería a alguien a este mundo, voluntariamente; no estoy orgullosa de él y los humanos le estamos haciendo demasiado daño. Además, yo tampoco quiero dedicar toda mi vida, my entire life, a otra persona.

¿No será, que soy muy consciente de lo que significa cuidar a un niño? Puede ser. Es dejarlo todo, organizar el resto de tu vida(85 años promedio, lo tienes a los…¿35? Uff, 50 años.) entorno a alguien que acabará siendo lo opuesto a ti(Ejemplo visual:madre hippies con hijos banqueros). Tu cuerpo experimenta más cambios que la piel de un camaleón y no vuelve a ser el mismo (creo que el noventa y nueve por ciento de las mujeres no somos Gisele Bündchen). Por último, tengo una linda colección de enfermedades raras en mi árbol genealógico que no quisiera compartir, soy así de egoísta.

Creo que mi solución será que cuando surja ese “instinto maternal-autodestructivo”, como yo lo llamo, lo enfocaré a otra cosa. Me convertiré en La Loca de los Gatos, me haré empresaria para no tener tiempo para pensar, me traeré a niños de Chernobyl en verano y esas cosas. Porque esa cosa surgirá. Como una maldición. Seguro. Antes no podía ni ver  bebés y ahora de vez en cuando alguno me parece hasta medio bonito(TERROR).

No quiero tener hijos.
Por mil razones,
y todas y cada una de ellas,
mías.
Personales e intransferibles.
Y soy feliz.
Así.
Sólo pido a mis queridos lectores que, por favor, después de cuestionarme todas y cada una de mis palabras, si algún día os encontrais con alguien como yo(decidle que no esta sola/o), no intentéis enseñarle como vivir su vida.
A veces el respeto es lo único que nos queda.
Download PDF

Artículos relacionados

Últimas publicaciones

Download PDF

Título

Ir a Arriba