Pluma y corazón… ‘Rojo al agua’

Pluma y corazón… ‘Rojo al agua’

Los personajes de Ofelia y Virginia Woolf comparten el desafío de enfrentar una sociedad que las aísla, las ridiculiza y que no respeta sus deseos, porque pertenecen al "submundo" de las mujeres o por querer asumir talentos reservados exclusivamente a los varones

16/01/2012

Kabia-Espacio de Investigación, de Gaitzerdi Teatro, acaba de estrenar su última obra, que lleva por título ‘Rojo al agua’. Está dirigida por Borja Ruiz y basada en ‘La secreta vida amorosa de Ofelia’, de Steven Berkoff, y en un texto original escrito por Josu Montero sobre los últimos meses de vida de la escritora Virginia Woolf.

Los personajes de Ofelia y Virginia Woolf comparten el desafío de enfrentar una sociedad que las aísla, las ridiculiza y que no respeta sus deseos, porque pertenecen al “submundo” de las mujeres o por querer asumir talentos reservados exclusivamente a los varones

La obra narra un momento concreto en la vida de dos mujeres… ¿o no son dos? Una es Ofelia, amante de Hamlet en la obra de Shakespeare, embriagada por las alegrías, tristezas, pasiones y desenfrenos del más puro amor romántico. Abandona su mitad de la naranja para entregársela, carta a carta, a su amor platónico. Vive separada de sí misma por un espejo que, a veces, devuelve su imagen dividida en muchas Ofelias, pero otras, devuelve la imagen de él.

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Los desvelos de Ofelia se sustentan en palabras de extraordinario valor emocional y pasional, que le atan a un sueño, una idealización. Sufre y goza con cada una de las letras que gotean de las cartas que lee y, sobre todo, que escribe. A través de la pluma se realiza y da rienda suelta a su deseo, su erotismo, su sensualidad e ingenio, entregándose siempre confiada a la promesa de más palabras.

Por eso, la pluma es también el arma que utiliza para suicidar su otra mitad perdida. Víctima de su propio abandono, cuando el objeto de su inspiración se transforma en una imagen hosca que no puede permitirse amar, se entrega al agua. Es, entonces, una Ofelia única, completa y real la que muere.

La otra mujer es la escritora Virginia Woolf, que en su obra ‘Un cuarto propio’ reflexiona sobre la personalidad e hipotética vida de una hermana inventada de Shakespeare, con su mismo talento literario en una sociedad patriarcal. Virginia es tres mujeres en una. Entre ellas, han creado un mundo paralelo, enriquecido por cada una de las Virginias. Se divierten, se enfadan, se exigen, se distraen y sueñan. Viven en un mundo convulsionado por ellas mismas y su pasión por la escritura. Las palabras son sus juguetes, las letras, las comas, las admiraciones, los “puntitos suspensivos”… A la vez son su tortura.

La relación con su pareja fuera de ellas mismas casi llega a estorbarlas, descentrarlas de esa vida interior que comparten y en la que conviven la mayor parte del tiempo. Ese mundo construido para poder realizarse en su vocación la salva y la condena. Llegado el momento, solo una de las tres Virginias, única, completa y real, llena de piedras su abrigo y acompaña a Ofelia en su escapada al agua.

Las dos historias paralelas se rozan, se sienten, chocan y en el “fondo” se comprenden. Comparten la intensidad con la que viven sus deseos y la vehemencia con la que luchan por ellos. También, el desafío de enfrentar una sociedad que las aísla y ridiculiza, porque los objetivos que se han marcado carecen de importancia. No son respetados bien por pertenecer al “submundo” de las mujeres, en el caso de Ofelia, bien por pretender equipararse a los talentos que corresponden exclusivamente a los varones, en el caso de Virginia.

Cuando escriben se abstraen de su entorno áspero y se desnudan con las palabras. La fuente de inspiración es muy diferente, pero enciende sus deseos de realización, su creatividad, y logran liberarse, superar el contexto que les ha tocado vivir para jugar con sus emociones a través de la magia de las palabras.

De cara a romper mitos, conviene destacar que Ofelia es un personaje ficticio creado por un hombre. El ángulo por el que ha sido perfilada, diseñada y recreada está distorsionado por una época determinada, por los prejuicios sobre el amor y sobre las mujeres de esa época y por los rigores del guión. La mujer real, la que no es fruto de la imaginación de un hombre, Virginia, se presenta casi como un ser frío e insensible en lo referente al amor de pareja. No permite que nada se interponga ante su prioridad de realización personal a través de la escritura.

Por otra parte, hay que resaltar el encuentro clave que se produce entre ambas. Es fascinante cómo la obra rescata este hecho porque, una vez salvadas las diferencias inevitables, las dos mujeres se entregan a la misma lucha por desvelarse a sí mismas, en un mundo en el que no se hallan, con una sociedad que no les entiende.

Sara González, la actriz que interpreta a Ofelia, concluye con más detalles acerca de su personaje: “La Ofelia que hemos trabajado no es la de Shakespeare, sino la de Berkoff. Curiosamente, sin ser mujer, este dramaturgo contemporáneo propone una dramaturgia protagonizada por el personaje femenino, Ofelia, en lugar de por Hamlet. Así, le da giros a ciertos puntos claves de la historia, como que es ella quien se enfrenta al mundo corrupto e hipócrita que la acorrala. Esta Ofelia tiene capacidad resolutiva y es estratega, defiende con conciencia lo que quiere y sabe cómo poder lograrlo en medio de un mundo patriarcal que somete a las mujeres”.

Autor: Borja Ruiz

Autor: Borja Ruiz

Autora: Eva Zubero

Autora: Eva Zubero

Pluma y corazón… ‘Rojo al Agua’

– BILBAO. Sala BBK (Gran Vía 19), los días 16, 17 y 18 de febrero
– BARAKALDO. Teatro Barakaldo, el 12 de mayo

Más info en el blog de la compañía

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