“El movimiento feminista sigue vivo e incluso reforzado”

“El movimiento feminista sigue vivo e incluso reforzado”

Marie-Ange Occelas es haitiana y trabaja en la ONGD ActionAid Haití como coordinadora de Derechos de las Mujeres. A pesar del duro golpe del terremoto y de las condiciones de vida que afrontan las mujeres en las zonas afectadas, el movimiento feminista sigue vivo e incluso ha crecido en ciertas zonas alentado por la migración de mujeres.

01/02/2011
Atención Médica

Charles Eckert/ ActionAid

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Marie-Ange Occelas  es haitiana y trabaja en la ONGD ActionAid Haití como coordinadora de Derechos de las Mujeres. A pesar del duro golpe del terremoto y de las condiciones de vida que afrontan las mujeres en las zonas afectadas, el movimiento feminista sigue vivo e incluso ha crecido en ciertas zonas alentado por la migración de mujeres. Occelas desmonta los estereotipos de mujeres en roles victimistas y pasivos, y muestra cómo las haitianas pelean por sus derechos antes y después de la catástrofe que conmovió al mundo.

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¿Cómo era la situación de los derechos de las mujeres en Haití antes del terremoto?

A partir de 1986, la lucha por los derechos de las mujeres comenzó a ganar fuerza. Poco a poco, las cosas se intensificaron. Se han registrado muchos cambios en el aspecto legal y ha habido un impacto en la realidad cotidiana de las mujeres. El movimiento por la igualdad de género se empezó a entender, se aprobaron leyes, se crearon organizaciones feministas, y los derechos de las mujeres fueron especialmente atendidos entre las demandas de las organizaciones de derechos humanos. Durante los últimos 5 años se recogieron los frutos de esta lucha. Por ejemplo, la violación es por fin punible, un proyecto de ley sobre paternidad responsable fue presentado al Parlamento para su ratificación, las mujeres son cada vez más aceptadas a nivel profesional, se presta atención a la lucha contra la mortalidad asociada con el parto, se creó el Ministerio de la Mujer… Este era el contexto antes del terremoto.

¿El terremoto terminó, como dicen, con los logros conseguidos por el movimiento feminista?

Muchas activistas feministas muy importantes para el movimiento murieron en el terremoto, incluidas Myriam Merlet, Magalie Marcelin, Anne-Marie Coriolan, y Mirna Narciso Teodoro. Además, unas 200 estudiantes de la Escuela Nacional de Enfermería han perdido la vida. Muchas otras mujeres jóvenes murieron en otras universidades y escuelas profesionales. Eso es un duro golpe para Haití, país en el que la idea de permitir que las mujeres (que representan el 52% de la población) se eduquen está empezando a ser aceptada y aplicada. Se trata de pérdidas importantes para un país empobrecido. Varios refugios para mujeres, construidos por las organizaciones feministas, también han sido destruidos. A pesar de todo,  el movimiento sigue vivo.

Un año después del terremoto, ¿cuál es la situación del movimiento feminista?

El movimiento feminista ha pasado por momentos difíciles después del terremoto, especialmente en Puerto Príncipe, conocido por ser el centro de la batalla por los derechos de las mujeres. Pero, afortunadamente, en los últimos años el movimiento feminista se ha ampliado en gran medida en el país. Al igual que en la capital, en ciudades de provincia las haitianas cada vez forman más asociaciones, organizaciones, participan en las elecciones y  la defensa de sus derechos… Eso es en gran parte lo que permite que el movimiento se mantenga fuerte, porque el terremoto ha afectado particularmente a 10 municipios del país, incluyendo 7 en la región metropolitana de Puerto Príncipe. Así que en otros 100 municipios, el movimiento no se ha debilitado, incluso se ha reforzado en algunos lugares con el aporte de las mujeres que emigraron a las ciudades después del terremoto.

Tras el terremoto empeoró la situación de las mujeres. ¿Cómo exactamente?

El Ministerio de la Mujer, organizaciones no gubernamentales como Action Aid y otras organizaciones de derechos humanos siguen trabajando por el respeto de los derechos de las mujeres. Aún así, la situación de las haitianas se ha degradado desde el terremoto. Viven en tiendas de campaña, han perdido autonomía económica debido a la destrucción de sus negocios, las amputaciones, las migraciones… Todo el contexto ha complicado su situación.

Según un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Población, el UNFPA, la tasa de embarazos se ha triplicado desde el pasado 12 de enero. La situación de las madres no es buena, y menos cuando sabemos que la ley sobre paternidad responsable presentada al Parlamento aún no ha sido votada. La tasa de violación también se ha incrementado dramáticamente desde el desastre, de acuerdo con organizaciones feministas y organizaciones de derechos humanos. Para ayudar a luchar contra este fenómeno, el Ministerio de la Mujer ha desplegado más de un centenar de agentes de asesoramiento en los campamentos. Pero no es suficiente. La seguridad debe ser garantizada. Sin embargo, sus derechos no se están respetando. Por ejemplo, el derecho a una vivienda digna, especialmente para las madres solteras que han perdido sus hogares durante el terremoto. Miles de mujeres y niñas todavía viven en tiendas de campaña un año después del terremoto.

¿Cuál está siendo el papel de las mujeres en la reconstrucción  y recuperación de Haití?

El Gobierno aún no ha publicado un plan claro para la reconstrucción. Por lo tanto, aún no se puede hablar de un papel fijo para nadie. Eso sí, como es habitual en Haití, las mujeres ocupan un lugar importante en este gran proyecto de reconstrucción, porque gran parte del funcionamiento del país recae sobre sus hombros: el comercio, la agricultura, la educación… Ahora son conscientes de sus derechos y están más comprometidas que antes. Deben estar y estarán involucradas.

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