Próxima estación: La Patrona

Próxima estación: La Patrona

Un día, dos hermanas vieron pasar el tren en Veracruz. Desde los vagones, un grupo de migrantes les pidieron ayuda. Su primera reacción fue lanzarles bolsas llenas de comida. Ese mismo día, decidieron organizarse: así nació el colectivo La Patrona.

20/12/2010
La Patrona

Clementina Romero, impulsora de La Patrona, entrega alimentos a los viajeros./ Mariana Peláez

Hace 15 años, las hermanas Clementina y Bernarda Romero vieron pasar el tren de camino a su casa en La Patrona, Veracruz (México). Desde los vagones, un grupo de personas que viajaban encaramadas al tren les pidieron ayuda a gritos. Su primera reacción fue lanzar las bolsas llenas de comida que llevaban. Ese mismo día, se reunieron con otras compañeras de la comunidad y decidieron organizarse para hacer algo. Hoy, 15 años después, el colectivo La Patrona lo forman 15 mujeres que viven en el pueblo del mismo nombre. Su principal tarea es apoyar a migrantes de Centroamérica y México a su paso por el pueblo. “Trabajamos por los derechos de los y las migrantes a un trato digno”.

Se han puesto en el lugar de los y las migrantes, les han escuchado y se han sensibilizado. Les ofrecen comida, techo y ropa, y desarrollan proyectos para mantener ese apoyo

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Las mujeres de La Patrona han abierto su puerta a todas las historias, la diversidad, las razones de quienes se suben a los trenes en busca del sueño americano. Ellas les proveen de alimentos, hospedaje, les dan ropa. Además, en el último año, han instalado duchas, han comenzado a trabajar para mejorar la comunicación con otros centros o albergues, han mejorado las instalaciones, han puesto en marcha un proyecto de cultivo de hortalizas y otro de elaboración de abono orgánico para hacer el proyecto sostenible.

No se sabe  exactamente cuántas personas entran en México, solo se conoce el número de deportaciones: más de 15.000. Las cifras de Estados Unidos son desconocidas, aunque no cabe duda de que son mucho mayores. “La feminización de la migración es un hecho en esta parte del mundo. Desde Centroamérica, el número de mujeres se ha incrementado en los últimos años a partir del huracán Mitch: Son desplazadas ambientales”, cuenta Issa de Jesús Leo de Robles, de Ayuda en Acción México. Además, son muchas las desapariciones y mayores los abusos que han reportado organizaciones como Amnistía Internacional.

Clementina, precursora del proyecto, cuenta que “han abusado de muchas maneras de esas personas de los trenes”. “Les apoyamos porque es nuestra responsabilidad y sabemos que tienen hambre, sed, frío y necesitan orientación y apoyo. Antes no sabíamos nada de los problemas que tienen en sus países pero ahora conocemos mucho sobre Honduras, Nicaragua…”.

“Las mujeres del grupo se han puesto en el lugar de los y las migrantes, han escuchado sus historias y se han sensibilizado. Han optado por ponerse manos a la obra. Para ellas es una responsabilidad atender, informar y apoyar a estas personas diariamente” relata Leo Robles.
Norma Romero Vázquez, presidenta de La Patrona, se siente contenta con su trabajo, aunque reconoce que les queda mucho por hacer y más que aprender para apoyar a las y los migrantes: “Viven una situación  difícil y tienen derecho a buscar más y mejores oportunidades de vida. Mientras nos necesiten aquí estaremos”, promete.

Luchan contra el estigma de la inmigración en un país en el que Gobierno y medios de comunicación la vinculan a la delincuencia

Un trabajo poco reconocido
La Patrona funciona como un colectivo pero aspira a constituirse en cooperativa de mujeres. El trabajo diario que realizan no es reconocido y, más aún, el hecho de que sean mujeres las convierte en diana de abusos e injusticias en su entorno. Su labor no es percibida de la misma forma por el resto de la comunidad porque los y las migrantes son vistos como delincuentes e infractores de la ley. El Gobierno y los medios de comunicación son responsables de esa idea. En sus discursos vinculan las migraciones con las violaciones de derechos humanos, los asesinatos y demás crímenes. “Esta percepción es compartida por casi todo el país y, por tanto, ellas han roto el molde”, cuenta Leo Robles. No es un camino fácil y han tenido muchos problemas para desarrollar su trabajo, tanto con sus familias, como con la comunidad y con otros grupos con intereses particulares.

No reciben remuneración alguna. Sin embargo, este año han impulsado proyectos de agricultura que les permitan solventar los gastos generados por el grupo y, además, fortalecer su propia economía. Así, ya no ponen dinero de su bolsillo como antes y, de paso, mejoran sus economías y las de sus familias. En México, las mujeres trabajan 76’3 horas semanales, mientras que los hombres hacen 58’4 horas en total. Las mujeres cobran menos y cumplen dobles jornadas y hasta triples, como en el caso de La Patrona, que aportan un valor añadido a sus comunidades impulsando estos proyectos.

Realizan talleres sobre derechos de las mujeres, para mejorar su autonomía y fomentar el liderazgo femenino

La oenegé Ayuda en Acción les apoya logísticamente y a través de talleres en los que abordan aquellos temas que ellas mismas han identificado como prioritarios: autoestima, violencia machista, derechos de las mujeres. Ellas mismas pidieron este apoyo. “Están muy empoderadas, pero su proceso se ve amenazado por dinámicas sociales y familiares. Tenemos que apoyarlas reforzando lo que ya saben y construyendo junto a ellas vías de solución”, cuenta Leo Robles.

“Observamos malos tratos y una gran necesidad de que se empodere más a las mujeres, que tomemos conciencia y que la tomen también los hombres. Es importante que las mujeres lleguen a tener autonomía en el manejo de informaciones y recursos, para difundir y sembrar para el futuro. El Gobierno debería fomentar y apoyar las ideas de la mujeres”, declara Romero.

Esta lideresa asegura que el proyecto ha cambiado su vida: “Ahora, conozco los problemas de la gente que viaja hacia el norte. No pasa un día sin que salga a las vías del tren”. La idea a medio plazo es fomentar el liderazgo entre las mujeres, facilitando que las más jóvenes participen para garantizar la continuación del proyecto. Por otro lado, ser partícipes de otros contextos migratorios da nuevas claves a las mujeres de La Patrona para analizar su propia realidad. Aspiran a que la gente del pueblo participe más activamente en sus actividades. “Queremos sensibilizar y dar a conocer nuestro trabajo, para que exista una cultura del respeto”.

Trenes rumbo al norte

  • Más de cuatro millones de centroamericanos han migrado a Estados Unidos y decenas de miles intentan llegar a ese país cada año
  • La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha documentado el caso de 20 mil secuestros anuales de migrantes a su paso por territorio mexicano rumbo a Estados Unidos por parte de grupos del crimen organizado, según datos de octubre de 2010.
  • En los primeros cuatro meses de 2010, más de 20 mil personas habían subido a los trenes en Chiapas rumbo al norte.
  • Desde Honduras, Nicaragua, El Salvador, Belice, Guatemala y México se embarcan en largos recorridos en tren en los que enfrentan desde extorsiones por parte de autoridades hasta secuestros y otras violaciones de derechos.
  • Desde México se deporta cada año a 15.000 menores. Desde  Estados Unidos son decenas de miles.
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