Elogio de la regla

Elogio de la regla

La regla es eso de lo que no se habla. Pero M en Conflicto rescata las cosas buenas de su menstruación.

23/09/2011
Blood Moon

Blood Moon. Arte menstrual, por +Mara

http://www.flickr.com/photos/stickypearls/

M en Conflicto

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La regla es eso de lo que no se habla. Ese tampón que nos venden en funda de chocolatina, la compresa ultraplana que nadie notará que llevas, el ibuprofeno, el paracetamol, la píldora o los antidepresivos que tendrás que tomar a escondidas para contener lo mejor posible tu desestabilizador síndrome premenstrual.

Si ellos se cabrean es por razones, y si lo hacemos nosotras es por hormonas. Pero ahora han descubierto que los picos de testosterona también afectan a su humor; probablemente empiecen a venderles hormonas para estabilizarlos

La regla es aquello que dicen que nos hace mujeres (y yo me pregunto qué serán las pre y postmenopáusicas entonces) y que, según algunos, nos convierte en inestables emocionalmente, irritables, e incluso violentas, y a lo largo de la historia ha servido de excusa para defender que somos incapaces de hacer casi cualquier cosa, desde batir mayonesa a estudiar en la universidad.

Se supone que el modelo de estabilidad emocional es el masculino, porque si ellos se cabrean es por razones, y si lo hacemos nosotras es por hormonas, pero ahora resulta que han descubierto que los 6 o 7 picos de testosterona que suelen tener al día afectan a su humor, lo que probablemente hará que también empiecen a venderles hormonas para estabilizarlos.

Además a la regla hay que mencionarla en voz baja, con una sucesión interminable de eufemismos, porque estamos “malas”, “indispuestas”, “con el mes” o “manchando”, y en lugar de roja como la mía, deben hacer los anuncios de tampones con sangre de princesa, porque siempre es azul.

Reconozco que quizá puedo permitirme escribir esto porque ni me duele ni me dura demasiado (y menos desde que uso la Mooncup), pero creo que merece un descargo de tantas cosas horribles que se le acusa. Así que me voy a permitir aquí la licencia de hablar de las cosas buenas que tiene mi menstruación.

A veces cuando tengo la regla estoy más sensible, lo que quiere decir que si algo me está molestando no me voy a callar, y que si me siento triste, puede ser que llore. Teniendo en cuenta que me paso gran parte del día trabajando con personas que tienen dificultades para reconocer sus emociones y expresarlas, no me parece especialmente malo poder hacerlo con más facilidad de vez en cuando, en lugar de andar todo el tiempo contenida en aras de la racionalidad y la estabilidad.

También es cierto que puedo tener insomnio una o dos noches antes. Pero suelen ser insomnios productivos, sobre todo para escribir o para trabajar, y si los dedico a leer, o a ver una película, como estoy “más sensible”, es probable que le saque más jugo. Además estar sensible también significa que se me agudizan el olfato, el gusto, y el tacto, y si tenemos en cuenta que en esos días también me sube bastante la libido, hacen una conjunción interesante. Y de paso disfruto más de la comida.

No negaré tampoco que a veces me duele, y que me puedo sentir más hinchada, pero si en un juego de palabras cambiamos hinchada por turgente, hay que reconocer que la regla mejora el aspecto de mi escote.

Y cuando pienso estas cosas, me pregunto: ¿Sólo yo le veo cosas positivas? ¿Qué me decís vosotrxs de vuestra regla?

Os recomendamos también Tengo la regla, un inspirador post de May Serrano

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