La persona con la que realmente debes casarte

La persona con la que realmente debes casarte

Alba Fabiola

Foto de barbara della schiava

Anoche vi un video de TedTalks de Tracy McMillan llamado “The person you really need to marry”. Después de platicar sobre sus tres matrimonios, sus tres divorcios y sobre su infancia, describió a la persona con la que debió casarse. Honestamente, pensé que […]

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15/06/2018

Alba Fabiola

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Foto de barbara della schiava

Anoche vi un video de TedTalks de Tracy McMillan llamado “The person you really need to marry”. Después de platicar sobre sus tres matrimonios, sus tres divorcios y sobre su infancia, describió a la persona con la que debió casarse. Honestamente, pensé que iba a describir a su hombre ideal o iba a hablar sobre qué es lo que necesita una relación amorosa para ser exitosa. Pero comenzó a describirse a ella misma. Una de las frases que más me gustaron fue “Construyes una relación contigo misma de tal manera que te das cuenta de que estás completa. No hay hombre, trabajo o circunstancia que te pueda hacer sentir más completa, porque ya lo estás.”

Creo que esta noción, o más bien esta mentira, de la media naranja es algo con lo que muchas personas crecemos. Alma gemela, la otra mitad, el amor de la vida… todos son nombres diferentes para la famosa media naranja. Estamos aceptando de alguna manera que estamos incompletas, que algo (alguien) nos falta para ser verdaderamente felices. Cuando la realidad es que a quien necesitamos y con quien debemos comprometernos es con nosotras mismas.

En las buenas y en las malas y en la riqueza y en la pobreza son votos que Tracy en el vídeo se aplica a ella misma. Habla de cómo debemos comprometernos con nosotras mismas no solo cuando sea fácil, no solo cuando estemos en nuestro peso ideal, no solo cuando saquemos un 100 en ese examen, no solo cuando tengamos pareja y cuando todo vaya bien. Ese compromiso debe existir aun cuando nada nos sale como lo planeamos, cuando estamos tristes, desesperadas, cuando creemos que ya nada tiene sentido, cuando estamos solas. En esos momentos nos toca cuidarnos, querernos a nosotras mismas, como si estuviéramos cuidando y queriendo a una pareja o a una amiga.

Es muy fácil querer y desear lo mejor a personas a quienes queremos. También es fácil llorar con esas personas cuando nos damos cuenta de que no las valoran, de que no les dan lo que merecen. Lo difícil es notar cuando es a nosotras mismas a quienes no nos están cuidando o valorando. Y es a veces todavía más difícil dejar ir las situaciones toxicas en las que estamos. ¿Por qué? Yo creo que la respuesta es: porque creemos que otras personas darán lo que nosotras damos, que sentirán como nosotras sentimos.

Al final del día, como dijo Tracy, debemos crear una relación y un compromiso tan grande y tan importante, querernos tanto tanto tanto, que otras personas sepan cómo tratarnos y como querernos. Y, más importante, que cuando esa persona llegue, nosotras ya estemos tan completas que nada nos va a faltar. 

 

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