Cuando nos pasa a nosotras

Cuando nos pasa a nosotras

Montse Aparicio 

Foto original de MUMS. Licencia Creative Commons

¿Existe violencia dentro de las relaciones entre lesbianas feministas? ¿Existen relaciones de maltrato? ¿Las estamos invisibilizando?

No tengo respuestas ni datos para estas preguntas que tengo últimamente en la cabeza. Lamentablemente existen relaciones de violencia y maltrato entre nosotras […]

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15/06/2018

Montse Aparicio 

¿Existe violencia dentro de las relaciones entre lesbianas feministas? ¿Existen relaciones de maltrato? ¿Las estamos invisibilizando?

No tengo respuestas ni datos para estas preguntas que tengo últimamente en la cabeza. Lamentablemente existen relaciones de violencia y maltrato entre nosotras lo cual parece paradójico.

No dejamos de vivir en una sociedad heteropatriarcal y nos han construido dentro de esta sociedad neoliberal. No somos seras superioras ni tenemos respuestas para todo por muy feministas que seamos.

¿Qué pasa cuando nos pasa a nosotras? Muy lesbianas y muy feministas. Luchando por los derechos de la mujer. Super sororas. Nosotras, activistas, somos conscientes de la enorme violencia que ejerce el patriarcado; de la opresión, de las formas de relacionarnos, etc. Qué pasa cuando nuestra compañera, nuestra aliada política, ejerce roles totalmente patriarcales en la relación, donde nos deja de menos y nos hace creer que estamos locas o que somos dependientes.
Asumimos que la violencia viene dada por patrones de conducta heteropatriarcales, puesto que hemos sido construidas en estos valores, pero estamos luchando contra ellos ¿no?

Cuando has recibido violencia por parte de tu compañera y aliada feminista te sientes doblemente traicionada. Por la persona (obvio) y por el movimiento. Me explico, no el movimiento en sí, sino en las personas que forman parte de él. Luchando juntas contra el amor romántico, contra la monogamia, contra los roles marcados…. ¿Y luego? Queda la misma manera patriarcal de hacer daño; las luchas de poder, la manipulación, el tratar mal…

Y me vuelvo a preguntar, ¿son las violencias lésbicas un tema tabú dentro del feminismo? ¿Todas las violencias en la pareja son machistas?  He intentado buscar información sobre el tema pero si las lesbianas ya estamos invisibilidades, mejor no hablar sobre la violencia que pueda o no existir.

No pretendo, tampoco, enumerar una serie de tips sobre posibles motivos por los cuales lesbianas feministas ejercen o no la violencia (casos de lesbofobia o del propio sistema heteropatriarcal). Al final, si nos consideramos lesbianas feministas debemos ser conscientes que todos los actos tienen una consecuencia. Que nuestras palabras también hieren. Que a veces proyectamos en la pareja lo que deberíamos trabajarnos previamente. El ser feminista implica esto, entre otras cosas, trabajarse. Despatriarcalizarse. Abrir la mente y ver que hay otras formas de relacionarse. Sacarnos el amor romántico de la cabeza. Cuestionarnos la monogamia sin ir corriendo al extremo del poliamor. Llevar la teoría a la práctica es un trabajo diario.

Para algunas que nos ha pasado, al menos para mí, ha sido difícil abrir los ojos. Entre otras cosas porque tienes a las feministas idealizadas. En mi caso idealicé a la compañera como a alguien que no me iba a tratar mal ni a hacer daño (porque es activista). Sé perfectamente que el amor termina, que no existen princesas que rescaten. Tristemente, el ser feminista no implica liberarte de relaciones tóxicas, ni ser una santa. Porque en muchas relaciones hay luchas de poder. Pero ser feminista implica relacionarte de forma respetuosa sin aplastar a la otra persona. Yo me sentí traicionada al ver que la chica que cumplía con todos los estereotipos (super superficiales) feministas y agitaba como la que más, me trataba de la manera más paternalista que pueda existir. Dudé de mi. Y no fue hasta que me empecé a desconstruir en serio, que me di cuenta que había recibido violencia una vez la relación se había terminado. Capaz yo no me libré de ejercer luchas de poder, pero al menos tengo la conciencia tranquila de haber tratado a la persona con cariño. El feminismo no va con los genitales sino que se practica con la manera de relacionarte.

Se pueden llegar a idealizar que tener una relación sexo-afectiva entre personas del mismo sexo suele ser mucho más igualitaria, horizontal y democrática que la heterosexual (y no lo pongo en duda en absoluto). Pero también es cierto, que hemos sido educadas en esta dicotomía de géneros, con unos roles marcados que conllevan unas dinámicas de control, sometimiento y dominación muy arraigadas.

Como feministas y lesbianas (o bisexuales, o pansexuales, o asexuales) debemos ser conscientes de las estructuras patriarcales que hay dentro de nosotras para poder así construir otras formas de amar. Para liberarnos de las relaciones tóxicas y los roles tan jerarquizados que influyen en nuestra sumisión. Como feministas deberíamos tener la necesidad moral de cuestionarnos. Capaz se podría comparar con el típico macho de izquierdas, que puertas a fuera lucha y es muy horizontal, pero que de puertas adentro cambia. Y si lo cuentas no te creen, porque es muy activista, muy capa, muy feminista.

 Debemos perder el miedo de cuestionar para evitar que el propio patriarcado utilice nuestras dudas no resueltas para atacarnos.


Enlaces de interés:

Testimonio de violencia en relaciones entre mujeres

Violencia en relaciones lésbicas

Es la violencia entre lesbianas una problemática que debería implicar al movimiento feminista

Violencia en relaciones sexo-afectivas entre lesbianas

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master violencia de género universidad de valencia

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