Rosa la del delantal: “Zoy una muhé de pocas palabras pero de mucho conocimiento”

Rosa la del delantal: “Zoy una muhé de pocas palabras pero de mucho conocimiento”

"La jerezana del delantal" es una de esas mujeres andaluzas que constituyen un referente de sabiduría cercano y accesible para todo el mundo: al que tenemos que escuchar y del que debemos aprender. Porque a veces los mejores libros son lo que nunca se han escrito.

Rosa se emociona al ver su mural en la pared de su barrio/. Foto: Claudia González Romero.

Rosa se emociona al ver su mural en la pared de su barrio/. Foto: Claudia González Romero.

La Plazuela, en Jerez, despidió por todo lo alto a su Rosa Moneo Vargas. Su nieta, Claudia Gónzález relata en esta crónica el día que su abuela Rosa no pudo ir a comprar el pan como hace cada mañana acompañada de sus vecinas. ¿La razón? La gran sorpresa que le esperaba al cruzar la esquina: un mural enorme con su foto en la pared de su barrio elaborado por el artista Juan Carlos Toro. Un homenaje que han querido hacerle sus familiares y sus vecindad y que le dice a Rosa que quizás ella puede ser la voz que cuente su propia historia o un referente de sabiduría cercano y accesible para todo el mundo: al que tenemos que escuchar y del que debemos aprender. Porque a veces los mejores libros son lo que nunca se han escrito.

La vida de Rosa

El vídeo de la sorpresa a Rosa fue difundido por El hormiguero 3.0. Debido al delicado estado de salud de su marido, Rosa ha tenido que abandonar su barrio. No podía irse si que supiera lo importante que ha sido para su entorno. Su nieta, periodista de profesión, ya pudo ver que su abuela era su gran referente y su gran maestra. Eso nos dijo una vez que nos vimos en Jerez. Hablando sobre feminismo andaluz y después de un rato de entrevista para su medio nos contó: “Me he sentido muy identificada porque para mí mi gran referente es mi abuela”.

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Por ello, realizó en 2016 un documental sobre su Rosa. En él, “la jerezana del delantal” habla sobre sí misma: “Yo zoy una muhé de pocas palabras pero de mucho conocimiento”. ¡Y tanto! En el documental Rosa aparece con su talismán: un delantal que siempre lleva encima y con su pañuelo de lunares. Un delantal cuyo diseño han compartido y siguen compartiendo muchas mujeres andaluzas. En los pueblos las mujeres siempre se han distinguido por sus acciones, nunca por su vestimenta. El delantal preparaba y prepara para la faena y nos recordaba de alguna manera que eso era un uniforme y que, por tanto, detrás de éste había un trabajo, por mucho que éste no se reconociera ni se reconozca aún.

Su rutina está llena de comunidad y de sororidad: de vecinas y de comares. Rosa sale de su patio andaluz de geranios y paredes escaladas y las llama para comprar el pan y echar su ratillo. A pesar de sus momentos de depresión, ella -que se declara gitana por tó los cuatro costaos- hace un llamamiento constante a la alegría: al cante, a sus coplillas… Es amante de la medicina: “Zi hubiera zabío leé, vamoh eso pa mí era mi delirio”.

 

“Ahora es cuando estoy viviendo”, asegura Rosa. Al igual que muchas mujeres andaluzas de su edad que trabajaron sin descanso sin garantías de futuro, es ahora cuando encuentra cierta tranquilidad y un sentío, quizás, a tanto esfuerzo. Por eso en los feminismos nunca podemos olvidarnos de sus voces ni de sus sabidurías, ni de que ellas también son objeto de nuestros sentires colectivos y de nuestro presente porque, si afirmamos que sólo la gente joven es el futuro, estamos insistiendo en un modelo capitalista que deshecha los cuerpos más sabios cuando ya no les sirve.

Como decía Lorca, “hay cosas encerradas dentro de los muros que, si salieran de pronto a la calle y gritaran, llenarían el mundo”. Hoy Rosa, sin gritar siquiera, sale a comprar el pan como ella dice “con sus amigas de la calle”, y lo llena. Y le aporta ese algo de comunidad no mixta que siempre ha existido entre las mujeres calós y las andaluzas y entre muchas mujeres que dejaron sus historias en los pueblos.

Así que si vas por Jerez y te topas con un mural gigante de una mujer con un delantal, y te preguntas quién habrá sío esa persona tan relevante, tendrás que buscar la vida de Rosa Moneo Vargas y encontrarás un tesoro mayor que el que buscabas: que es en las historias ordinarias donde reside lo importante.

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