Blade Runner 2049. ¿Es solo una basura sexista?

Blade Runner 2049. ¿Es solo una basura sexista?

Digna continuadora de la emblemática distopía de Ridley Scott en cuanto a la atmósfera que crea, el guion vuelve a caracterizarse por un androcentrismo feroz y unos personajes femeninos estereotipados.

Joi, el personaje-holograma que representa la culminación de toda fantasía masculina de dominación

Joi, el personaje-holograma que representa la culminación de toda fantasía masculina de dominación

Veinticinco años después de ‘Blade Runner’, se ha estrenado ‘Blade Runner 2049’, la continuación de la película que reinventó el género de ciencia ficción y nos inició en el universo de los y las replicantes. La rebelión de los esclavos, las colonias del mundo exterior, la atmósfera de urbe gris repleta de imágenes televisivas gigantes y coches futuristas (muy rollo DeLorian) que vuelan, el (atormentado) héroe venido a menos que se redime y resurge influyeron poderosamente en el imaginario y fueron afianzando las convenciones de la distopía, concepto que ha revitalizado la serie ‘El cuento de la criada’/ ‘Handmaid’s Tale’.

‘Blade Runner’ es un peliculón. Pero… si aplicamos la perspectiva de género vemos cómo esa gran obra de la historia del cine, dirigida por Ridley Scott, asume un registro patriarcal muy básico. La acción gravita alrededor de luchas masculinas (¡cómo aburren ya esos despliegues de pollas!) y los personajes femeninos se construyen a partir de los estereotipos de la puta – Pris, creada para dar placer-, la mala -la señorita Salomé y su serpiente- y la buena -Rachel, la replicante con sentimientos-. La mujer tentadora (casi siempre semidesnuda) y la buena mujer, son los modelos patriarcales por antonomasia y obedecen a ensoñaciones masculinas que perpetúan en bucle ese orden tan primigenio que condena a las mujeres a ser santas o putas.

suscribete al periodismo feminista

Décadas después, ¿ha roto ‘Blade Runner 2049’ con este régimen de representación? Rotundamente no. La película de Denis Villanueve funciona en cuanto a la atmósfera que crea, los universos futuristas y apocalípticos, la música, la ambientación, las tramas, dignas continuadoras de su predecesora. Pero el guion vuelve a optar por el androcentrismo feroz y por un atribulado aspirante a héroe intentando entender el mundo. En definitiva, más de los de siempre. Queda muy lejos de propuestas como ‘Mad Max. Fury Road’, ‘ Star Wars. El despertar de la fuerza’ o incluso ‘Cazafantasmas’, que seguían la estela de las películas en que se basaban a partir de potentes y fuertes personajes femeninos que, si bien no dinamitaban todas las convenciones, sí que ofrecían nuevos caminos y posibilidades.

En ‘Blade Runner 2049’ hay mucha basura sexista. Demasiada. Ni siquiera el esperanzador cambio de rumbo final nos hace olvidar el estupor que nos causa el personaje de Joi. El holograma fabricado por Wallace Corporation es la culminación de toda fantasía masculina de dominación. Una mujer que puedes tunear a tu gusto. Programada para servir y complacer, la puedes encender y apagar cuando quieras. Nunca molesta. Y claro, a pesar de ser una máquina, desarrolla sentimientos por ti y es capaz de sacrificarse.

Esa suerte de mujer perfecta, que no habla, que no se queja, que asume, programada a la carta que nos remite entre otras películas a ‘Las mujeres perfectas’ (Frank Oz, 2014) y que, para colmo, en un éxtasis machuno, se llega a fundir con la puta, supone la cosificación suprema de los personajes femeninos.

Este despropósito que impacta, sorprende, enfada y aburre no es capaz de solucionarlo ni siquiera una replicante mala malísima -casi tan mala e indestructible como T-X, la prota de ‘Terminator 3. La rebelión de las máquinas’ (Jonathan Mostow, 2003). Una verdadera lástima.

Download PDF
master violencia de género universidad de valencia

Artículos relacionados

Últimas publicaciones

ayuda a Gaza
Download PDF

Título

Ir a Arriba