Música para dignificar los cuidados

Música para dignificar los cuidados

El movimiento feminista de Bizkaia organiza un concierto clandestino para solidarizarse con la lucha de las trabajadoras de residencias que llevan más de una de reivindicaciones para lograr mejoras laborales y salariales

08/05/2017

Helena Bayona

Foto: Laida Zabala, ARGIA

El movimiento feminista de Bizkaia llevó a cabo el pasado 4 de mayo un concierto feminista clandestino con objetivo de visibilizar y denunciar las precarias condiciones laborales de las trabajadoras de distintas residencias para personas mayores. Las acciones de protesta que estas mujeres llevan realizando desde hace más de un año para lograr mejoras laborales y salariales han sido sistemáticamente silenciadas. Como gesto de solidaridad con su lucha, 40 mujeres y la banda de música HdH Rock se reunieron delante de ‘Olimpia Egoitza’ para mostrarles su apoyo.

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“Uno de los pilares más fuertes del movimiento feminista es tejer redes y trabajar con ellas: ayudarnos y apoyarnos mutuamente”, afirmó Goiuri Mendez Otaegi, de Bilgune Feminista. Desde el movimiento inciden en la necesidad de “dignificar los trabajos de cuidado”, ya que “al no generar riquezas, no son productivos”, por lo que acaban siendo infravalorados, relegados y despreciados. Así mismo, han denunciado la actitud de la Diputación de Bizkaia.

Manifiesto del Movimiento Feminista de Bizkaia

Somos nosotras, las que os cuidamos cuando todavía no sois capaces de caminar y las que continúan haciéndolo cuando habéis caminado ya todo lo que teníais por caminar. Somos las que sostenemos vuestras vidas y de las que a menudo dependéis para sobrevivir. Somos la cara de la precariedad mas absoluta. Aquellas de las que vuestro injusto sistema se nutre sin preguntar ni hacerles caso. Somos las que no se dejan manipular por nadie.

Somos las trabajadoras, las estudiantes, las paradas… Somos vuestras madres, vuestras hijas, vuestras hermanas… somos las que se juntan y se apoyan y cuando nos juntamos, somos una.

Han intentado hacer callar la voz de quienes están agotando uno a uno cada uno de los recursos que este sistema “permite” para denunciar una situación que nunca se debería de haber generado. Han intentado llevar a la clandestinidad la voz de unas mujeres que luchan. Así qué, es desde ahí desde donde respondemos, llevando a cabo un concierto solidario, clandestino. Y lo hacemos así, sencillamente, porque no nos han dejado otra opción.

Foto: Laida Zabala, ARGIA

Puedes leer más sobre la lucha de las trabajadoras de las residencias de Bizkaia, en el reportaje que hemos publicado en el número 1 de El Salto: 'Obreras del cariño', escrito por Teresa Villaverde e Itziar Pequeño, con fotografías de J. Marcos.

 

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