La revolución se baila en las calles

La revolución se baila en las calles

Percudones Barcelona puso ritmo y optimismo a la manifestación del 8 de Marzo. El recorrido que hicieron las manifestantes por el centro de la ciudad fue una celebración reivindicativa, de inicio a fin.

09/03/2017
Grupo de Percudones durante comienzo de la manifestación

Grupo de Percudones durante comienzo de la manifestación

Timbales, ¿estáis preparadas? El redoble inicia la marcha. Baquetas, ¡golpead! Arrancamos el paso con el sonido de la percusión en la Plaça Universitat con Pelayo, al lado de Percudones Barcelona. El golpe contra las cajas resuena en el estómago y la vibración llega hasta los brazos y las piernas. Caminamos tras la pancarta principal que la Comissió 8 de març sostiene desde la cabecera de la manifestación. Nos siguen, muy de cerca, los grupos de mujeres, partidos políticos y sindicatos que participan de esta reivindicación.

Las percusionistas repican con sus baquetas y alzan las manos al aire, perfectamente coordinadas. Las bailarinas dan palmas en el aire y animan a las manifestantes. Avanzados unos pocos metros, se siente ya la energía positiva y la fuerza que la percusión y el baile contagian a las personas asistentes. La co-creadora de los ritmos de Percudones, Raquel Navarro, habla del “poder mágico de las membranas”. “Tienen la capacidad de unir personas”, dice. La baterista que colabora con Navarro en la creación de arreglos, Laia Anglada, vincula la percusión con la necesidad de unión para la causa social: “Ser el latido de la música es lo mejor que puede acompañar a una causa como ésta, como es la igualdad de mujeres y hombres. Cuando tocamos todas juntas por un único grito la energía que se crea entre todas es inmensa”, explica Anglada.

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La calle que va desde Universitat hasta la Plaça Catalunya está abarrotada, pero las bailarinas de Percudones ocupan todo el espacio, de lado a lado del asfalto, con sus movimientos inspirados en las danzas afrobrasileñas. Al son de los timbales, se despliegan y extienden los brazos hacia arriba con los dedos de las manos separados para luego volver a unirse en el centro y volar, por separado de nuevo. Son una marea viva. “Toda percusión que venga de África y de América Latina tiene danza, porque la música se baila”, explica Vanessa Aguilar. Esta bailarina de brasileño trae al grupo su experiencia con la danza afro, que se baila a pie de calle. “Nosotras no somos solo bailarinas de destaque. Somos bailarinas cañeras, guerreras que unimos a la gente de la manifestación con la historia y animarlas a bailar”, aclara Aguilar. Su rostro está decorado con colores vibrantes y festivos: “El lila, que es el color de Percudones y el de la mujer;el dorado, que simboliza la luz; el blanco por la paz y el negro porque estamos enfadadas y, aunque Percudones sea un grupo festivo, queremos reivindicar”.

Para Empar Devis, que lleva un año bailando en Percudones, la fuerza que se crea en el grupo puede romper todas las barreras que nos han impuesto a las mujeres durante siglos y siglos. “Compartirlo en la calle es lo mejor que se puede hacer para que esa sensación llegue a otras personas”, dice Devis. Ella baila junto a la compañera, Carolina Iturralde, mujer argentina recién llegada a Barcelona y familiarizada con los ritmos brasileños que considera que “bailar y cantar son formas de expresión efectivas para cualquier proceso”. A su lado, Constantina Mañé, de Guinea Ecuatorial, cuenta que se unió a Percudones porque cree que “los tambores del grupo abren la mente a otras mujeres y a los mandatarios que no nos permiten vivir la vida que elegimos”. Mañé comenta que ella misma sintió “la llamada de la percusión”.

Percudones preparándose para la manifestación

Percudones preparándose para la manifestación

El entusiasmo de las Percudones se contagia en la gente. Desde los laterales de la vía, un grupo mujeres cargadas con las típicas bolsas porta-alimentos que llevan muchas trabajadoras a la oficina sacuden el cuerpo a un lado y a otro y se unen a los coros que recitan las manifestantes de viva voz al ritmo de la percusión: “Dones, imparables son!”. “La revolució imparable de les dones” es precisamente el lema de la manifestación de este año en Barcelona y, la revolución es justamente lo que se vive en pleno centro de la ciudad, desde las gargantas de unas mujeres ecuatorianas que animan a las más jóvenes de la procesión, acompañadas por sus maridos, a son de “¡las mujeres al poder!”. La revolución está también en las pancartas, erguidas sobre las cabezas de esta multitud, con mensajes en catalán: “Som les netes de les bruixes que no vas poder cremar”; en castellano: “Hoy vas a revolucionarte”; en italiano: “Non una di meno”; en inglés: “My pussy my choice”.

Llegamos a la Vía Layetana coreando “Visca, visca, la lluita feminista!”. El cuerpo de danza se abre hacia los lados y abre paso a la percusión. Ahora bailan detrás de los timbales, animando a la gente con su juerga. En este momento, ellas llevan la batuta. Las bailarinas lanzan los pasos y las manifestantes las seguimos desde atrás. Cuando corren hacia adelante, nosotras adelantamos; cuando se mueven a un lado, nosotras las seguimos; cuando van hacia atrás, nosotras retrocedemos. Todas somos parte de la marea. Los ecos de nuestras reivindicaciones resuenan a lo lejos, a nuestras espaldas, como un efecto dominó. Pero, desde nuestra posición no se aprecia el horizonte, solo la música, el baile y el impulso en el estómago que nos une a todas. “La vida se baila y a las mujeres nos toca guerrear, saltando, bailando, tocando el tambor”, explica Vanessa Aguilar.

“La vida se baila y a las mujeres nos toca guerrear, saltando, bailando, tocando el tambor”

Las personas que marchamos entre las primeras filas, asistimos a la clausura de esta manifestación en la Plaça de Sant Jaume que ahora parece mágica, toda iluminada de lila. La multitud que camina detrás de nosotras no cabe en el enorme corazón administrativo de la ciudad. Sobre el escenario que la Comissió del 8 de març ha dispuesto frente al Palau de la Generalitat, el grupo de expresión corporal contra la violencia hacia las mujeres, Dones de blanc baila con una versión instrumental de Memory, la canción más emotiva del famoso musical británico, Cats. Al acabar, la Comissió sube al escenario y lee el manifiesto. Reclaman el derecho a “decidirlo todo”: la sexualidad de las mujeres, su proyecto de vida “que incluye o no la maternidad”, la educación, los derechos de salud, las condiciones laborales y los usos del tiempo libre. Tras pronunciarse contra las guerras y solicitar la apertura de las fronteras para recibir a las personas refugiadas, una mujer kurda pronuncia unas palabras en su lengua a favor de las mujeres que luchan en su país y reivindica los derechos de las mujeres. Le sigue un grupo de camareras de piso de la multinacional hotelera Hilton Diagonal Mar. Desde el escenario, denuncian sus condiciones de trabajo como empleadas externalizadas y piden la readmisión de las compañeras despedidas por reclamar sus derechos.

Percudones, pone el broche final a esta jornada con una última danza en el centro de la plaza.

 

Percudones Barcelona es un grupo de unas 150 mujeres de distintas procedencias y edades que se reúne para celebrar su pasión por la percusión y el baile. Para este grupo que ensaya ritmos afrobrasileños, música y baile van de la mano. Su presencia en las manifestaciones integra a las manifestantes y las anima a reivindicarse bailando.

 

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