25N: y la gabarra zarpó para hacer frente a las múltiples violencias

25N: y la gabarra zarpó para hacer frente a las múltiples violencias

Bajo la pancarta de ‘Estamos enfadadas. Nos tenéis enfrente. Estamos organizadas’ miles de personas marcharon el Bilbao para exigir el fin de la violencia machista. Antes, 140 mujeres navegaron en barco por la ría para visibilizar las múltiples discriminaciones que sufren las mujeres.

26/11/2016
La simbólica gabarra partió de Portugalete. /Foto: Andrea Bosch

La simbólica gabarra partió de Portugalete. /Foto: Andrea Bosch

Ainhoa Tirapu, Jone Guarrotxena, Eztizen Merino, Ainhoa Vicente, Irene Paredes, Iraia Iturregi, Garazi Murua , Saioa González, Maite Lizaso, Alazne Gómez, Joana Flaviano, Maddi Torre, Eunate Arraiza, Amaia Olabarrieta, Elixabete Ibarra, Ainhoa Álvarez, Vanesa Gimbert, Maite Oroz, Jone Ibáñez, Marta Perea, Damaris Berta Egurrola, Nekane Díez, Irune Murua, Yulema Corres, Erika Vázquez y Leia Zárate no pudieron disfrutar de la gabarra.

Si hubieran sido hombres habrían recibido ese privilegio por ganar la liga de fútbol 2015-2016. Su competición era femenina y, por tanto, el reconocimiento no es el mismo. Es inferior. El equipo de mujeres también ganó las ligas de 2002-03, 03-04, 04-05 y 06-07. Tampoco hubo gabarra. Sí zarpó hace 33 años, última vez que los hombres fueron primeros.

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140 mujeres, de diversas profesiones, perfiles y edades, navegaron el 25 de noviembre, Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres, en una gabarra –embarcación típica bizkaína- desde Portugalete hasta Bilbao para homenajear a las futbolistas, pero también a todas esas mujeres cuyos méritos son ocultados, esas que “dan todo y no reciben nada”, como explica Txaro Arrazola, artista e integrante de la Plataforma A.  Este colectivo feminista, organizador de la salida del barco por la ría bilbaína, trabaja en la reivindicación desde las artes, porque éstas ayudan a crear imaginarios y cuestionan el statu quo.

En Euskadi, “mientras las facultades de arte están llenas de artistas mujeres (70 por ciento), en los museos son una minoría las que llegan exponer (10-15 por ciento). Y así ocurre en todos los ámbitos que observemos. Hay una grave falta de liderazgo de las mujeres y el respeto a sus derechos sigue siendo deficitario en nuestra sociedad, lo que influye en la violencia que es ejercida sobre ellas”, reconoce Plataforma A en un comunicado.

En memoria de las sirgadoras

También recuerdan que las gabarras son embarcaciones históricas vinculadas al proceso de industrialización iniciado en Bizkaia a finales del siglo XIX y fueron un elemento indispensable para la riqueza del territorio. Tiradas por mujeres –y no por hombres fuertes a pesar de ser una profesión muy dura-, las llamadas sirgueras o sirgadoras trasladaban el mineral de hierro extraído en las montañas de la zona minera hasta las fábricas y Altos Hornos de la margen izquierda de la ría. “Nos parece importante el uso de la gabarra como símbolo de la ausencia de reconocimiento público y social a los éxitos de las mujeres”, insisten desde Plataforma A.

Las mujeres sacaron tarjeta roja por el incumplimiento de las leyes de igualdad. / Foto: Andrea Bosch

Las mujeres sacaron tarjeta roja por el incumplimiento de las leyes de igualdad. / Foto: Andrea Bosch

“Lo que ocurrió con las futbolistas es una absoluta falta de respeto de las instituciones. Pero estas discriminaciones ocurren en todas la profesiones”, lamenta Arrazola.  Y es que la acción reivindicativa era una muestra de que la falta de reconocimiento a los logros de las mujeres también es una forma de violencia estructural. “Es un acto muy visible porque el fútbol y el Athletic están muy presentes en la cultura vasca. Es una vergüenza lo que pasó”, apunta también Marta de Haro, que participó en la acción colectiva.

Las consignas, las pancartas, los cánticos y la poesía acompañaron en la travesía que duró más de una hora. “El mismo mérito, el mismo premio”, “machismo mata, silencio remata”, “nuestro trabajo vale tanto como el de ellos” o “estamos aquí por las mujeres asesinadas” fueron algunas de las voces.

Las 140 mujeres subidas al barco –era el aforo permitido por lo que muchas se quedaron fuera- estaban armadas con tarjetas rojas para denunciar el incumplimiento de las leyes de igualdad: “Tarjeta roja al capitalismo”, rezaban algunas pancartas. Unas cartulinas que también estuvieron presentes en la manifestación de Bilbao y que se sacaron frente al Ayuntamiento a modo de sanción.

La violencia de la precariedad

Las participantes en la acción de la gabarra se unieron también a la multitudinaria manifestación de la ciudad. Miles de personas –más que en los últimos años y mucha más gente joven- marcharon por el centro de Bilbao tras la pancarta de ‘Haserre gaude! Aurrean Gaituzue! Estamos organizadas!’ -‘Estamos enfadadas. Nos tenéis enfrente. Estamos organizadas’-. Allí había espacio para diferentes luchas y para denunciar las multitudes violencias que sufren las mujeres: desde la situación de las refugiadas hasta la lucha de las trabajadoras de las residencias de Bizkaia. Plantadas frente a la sede de la Diputación, donde tantas veces se han manifestado, estas mujeres recuerdan que la lucha por la mejora de sus condiciones laborales, que arrancó en febrero, continúa.

Las trabajadoras de las residencias denunciaron que la precariedad es otra forma de violencia. /Foto: Andrea Bosch

Las trabajadoras de las residencias denunciaron que la precariedad es otra forma de violencia. /Foto: Andrea Bosch

“La precariedad también es violencia”, recuerdan. “Nos han ofrecido reducir la jornada en dos horas al año, ¡si eso no es violencia!…”, explica enfadada Marina Costa, una de las trabajadoras manifestantes, quien se mostraba muy molesta con el gran punto morado que lucía la fachada de la diputación. “Me produce dolor de estómago ver esto. Estamos reivindicando dignidad desde hace meses y no nos hacen caso; dignidad como mujeres, como trabajadoras y como personas”.

En el manifiesto final se recordó la violencia contra la infancia, se reivindicó la importancia de la manada –con quienes te proteges, te cuidas y te defiendes-  y se gritó que “estamos enfadadas”. Porque, “la calle y la noche también son nuestras”, que también fue altamente enarbolado.  “¿Hasta dónde va a llegar este silencioso feminicidio, está injusticia que no acaba para que tenga prioridad política? No son suficientes las declaraciones de institucionales ni las denuncias públicas si no se reflejan en las agendas políticas principales”, apuntaba el manifiesto. Y se recordó, finalmente, que el movimiento feminista está organizado y está respondiendo. “¡Estamos armadas de autodefensa feminista!”.  Y si hace falta, se saca la gabarra.

Miles de personas marcharon en Bilbao el 25N. /Foto: Andrea Bosch

Miles de personas marcharon en Bilbao el 25N. /Foto: Andrea Bosch

 

Esta crónica se enmarca en una cobertura conjunta del #25N de varios medios de América Latina y del Estado español y que ha sido organizada y coordinada por el medio mexicano Kaja Negra.

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