Yolanda Caballero Macarro

Estamos acostumbradxs a entender lo político como lo que hacen los partidos; y al Estado como esa cosa grande de la que consumimos servicios y que, a su capricho, dirige nuestras vidas: hoy nos da, mañana nos quita; hoy nos permite, mañana reprime. Si quieres cambiar el Estado, cambia de partido[1]. Fin de la historia.

Cualquier acción que no siga este proceso se ningunea: eso no es política, así no se cambia nada, para qué luchar si al final… Al final nos encontramos a expensas de los partidos, nos guste o no. Pero hay otras vías y siempre hay alguien que lo demuestra.

Otra forma de hacer política

En este caso ha sido un grupo de chavalxs de un instituto sevillano quienes han demostrado que sí se puede hablar al estado de tú a tú. Asumieron la lucha contra la violencia machista con la naturalidad propia de quienes la conocen y no son hipócritas para negarla; reconocieron el movimiento feminista como uno más de los espacios que legítimamente luchan contra las injusticias; estudiaron cómo funciona el Estado y vieron que el ayuntamiento tenía obligación de contribuir a la erradicación de la violencia de género; y finalmente, sin prepotencia, hicieron sus propuestas tras haber hablado con las asociaciones de mujeres de su barrio y escuchando a mujeres supervivientes de violencia. Por lo tanto, se trata de propuestas posibles y eficaces.

De esta manera hicieron política saltándose a los partidos pero además perdiéndole el respeto a eso que llaman Estado. Por supuesto la moción fue aprobada. En campaña electoral, siendo el tema la violencia contra las mujeres y habiéndola presentado un grupo de estudiantes a ver quién era el listo que ponía una pega. No lo hicieron, seguramente porque la mayoría confía en que no será necesario cumplir lo aprobado, que lxs chavalxs se olvidaran… pero no lo harán y van a volver a recordárselo, esto no ha hecho más que empezar.

Lo que no cumplen

Y claro, piensan que no pasará nada porque están acostumbrados a que no pase nada cuando incumplen. El último plan de igualdad del Ayuntamiento de Sevilla caducó en el 2012 y por lo pronto no se va a actualizar… o sí y no nos hemos enterado. Pero es que, además, de lo que ponía respecto a la erradicación de la violencia de género poco se ha cumplido, lo cual tampoco es de extrañar: la cantidad asignada para el “Servicio de la Mujer“ en el 2016 es sólo el 0,25% del total del presupuesto municipal, la partida más pequeña detrás de los gastos de mantenimiento del ayuntamiento[2]. Puede ser que a lo mejor haya más dinero para igualdad en otra partida, lo cual estaría muy bien, pero no podemos saberlo ya que no se hace un análisis del presupuesto con perspectiva de género.

En cuanto a las medidas concretas frente a la violencia de género, la partida para este fin es de unos doscientos mil euros, menos mal que no salen de ahí los salarios para las trabajadoras de los Puntos de Información de la Mujer (PIM). Los PIM son los centros de atención directa para mujeres que creen que sus derechos están siendo vulnerados. Como cabe suponer la mayoría llegan por estar viviendo violencia de género. En los PIM hay trabajadoras sociales, psicólogas y asesoras jurídicas y desde que nacieron siempre estuvieron sobresaturadas. En la actualidad hay seis para cubrir a toda la ciudad dándose casos, como el del que le corresponde al barrio donde está ubicado el IES Diamantino García Acosta, en los que un mismo PIM atiende a cuatro barrios. El presupuesto para los PIM ha aumentado este año, pero se espera que se destine a pagar personal para que abran jornada completa y no solo por las mañanas, como en la actualidad.

En cuanto a otras cosas, las campañas de coeducación son puntuales y las de sensibilización se limitan al 25 de noviembre, por cierto, con efectos no siempre afortunados[3]. Del Observatorio Municipal Contra la Violencia de Género de Sevilla, en la web del ayuntamiento solo aparece el reglamento.

No son utopías, sino realidades

Pero a parte del escaso presupuesto, está la perpetuación de una forma de hacer política en la que las mujeres seguimos tuteladas, también desde el Estado. A lo mejor no solo se trata tanto de que haya más fondos, a lo mejor lo que se necesita es saber cómo gastarlo y eso es muy fácil, basta con preguntar.

En el ámbito municipal hay posibilidades de romper esta dinámica y acercar la toma de decisiones a la ciudadanía. De hecho, el Ayuntamiento de Sevilla promovió un Consejo Municipal de la Mujer que entre sus finalidades tiene la de servir de interlocutor entre la municipalidad y las organizaciones de mujeres para construir propuestas en temas de igualdad; también está el monitoreo de las políticas llevadas a cabo desde el ayuntamiento[4]. ¿Por qué se conoce tampoco de este Consejo? ¿dónde están sus propuestas o sus protestas?

Hay una cosa clara: las respuestas institucionales son insuficientes y la canalización del descontento o las alternativas a través de los partidos políticos una pantomima. La ciudadanía no es simplemente usuaria o consumidora de servicios públicos, ni votante cada cuatro años; las mujeres, incluso las que viven o vivieron violencia, no son pobrecitas a las que tutelar. Se necesitan canales directos de interlocución con el Estado y la condescendencia, hacia quienes creemos que es posible, no es más que temor a que cambien las relaciones de poder. Para algunxs de lxs que ya están reconocidxs por los partidos o son parte de sus estructuras, el cambio les sacaría de la élite, del consejo de sabixs, lxs convertiría en gente.

Así que es más fácil llamarnos idealistas, pero no estamos presentando utopías sino realidades, experiencias como las del Ayuntamiento Diamantino demuestran que es posible.

*Ayuntamiento Diamantino es una iniciativa puesta en marcha por el IES Diamantino García Acosta de Sevilla dentro del Programa Acercando la escuela hacia la ciudadanía global: formación, sensibilización y acción social ejecutado por la Fundación APY Solidaridad en Acción, financiado por la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo. Si quieres saber más, puedes acceder a la relatoría del proceso elaborada por ZEMOS98 en este enlace.

[1] Por supuesto no hables de vivir sin estado y autorganizarte con otrxs.

[2] A pesar de que la información sobre la distribución presupuestaria es pública, entender las dinámicas y de dónde sale cada cosa lo he podido hacer gracias a las compañeras del área de feminismos de Participa Sevilla, partido que en el pleno municipal ha logrado mejoras si bien menos de las que buscaban http://www.20minutos.es/noticia/2668627/0/participa-ve-insuficiente-partida-1-7-millones-para-igualdad-0-23-presupuesto/

[3] http://www.lamarea.com/2014/11/21/piden-al-ayuntamiento-de-sevilla-que-retire-el-cartel-del-25n-por-reducir-la-violencia-de-genero-al-islam-y-la-prostitucion/

[4] http://www.sevilla.org/ayuntamiento/competencias-areas/area-de-igualdad-juventud-y-relaciones-con-la-comunidad-universitaria/servicio-de-la-mujer/participacion-y-asociaciones/consejo-municipal-de-la-mujer/reglamento-del-nuevo-consejo-municipal-de-la-mujer