Feminismo y agua

Feminismo y agua

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02/05/2016

 TENSI

Pues resulta que una amiga mía está en urgencias con un primer diagnóstico de deshidratación, me entero vía whatsapp por un grupo que tenemos. Ella que está en esta bonita edad de veintimuchos-treintaypocos según su novio “es que se mete mucha caña”. Conociéndola lo poco que la conozco, es que no ha tenido tiempo literal para escuchar a su cuerpo manifestarle la sed, porque no para ni para beber agua. Es emprendedora, su negocio le absorbe mucho tiempo y energía, además de tener todas las cargas domésticas ahí esperándola los ratos libres que su vida laboral le deja. Su novio dice que ella se mete mucha caña pero él no se mueve mucho para descañaizarla.

Las cargas de las casas de parejas hetero no están repartidas ni por asomo de manera igualitaria. Llevo dos meses viviendo con mi novio y él todavía no sabe donde están todas las cosas de la cocina, por ejemplo. Están sus cosas y luego las mías, y dentro de las mías están mis bragas pero también los trapos de cocina o las sábanas limpias. Yo que soy feminista de las que llaman radical, muy feminazi, concienciada y que he leído Teoría King-Kong varias veces, me tengo que comer en casa el llegar del trabajo y nunca encontrarme la cena hecha aunque él esté libre y yo sea multi-empleada precaria. ¿Qué hacemos? Pues discutir todos los días porque soy una mandona o intentar sembrar la semilla de la empatía en su ser, y es muy cansado. Es muy cansado darme de bruces con las mismas resistencias al cambio todos los santos días. Ahora mismo, mientras yo escribo (una de mis precarias tareas remuneradas es la escritura) él acaba de poner la tele a volumen alto, por ejemplo, si me molesta o no, ya se lo haré saber, él la pone porque es lo normal ¿no?

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Luego está mi amiga la madre primeriza recién separada que tiene sobre ella todas las cargas de sacar adelante a un bebé con retraso madurativo al que el padre de la criatura sólo le da dinero y se queda con el bebé una noche de cada siete, si eso es paridad que venga dios y lo vea… ah no, dios estará jugando al FIFA con los colegas divinos. Tengo otra amiga, también madre primeriza, que duerme una media de 3 horas por día, la maternidad es muy bonita y el padre de la criatura no ha dejado de hacer las mismas cosas que antes de ser papá, eso sí, cuelga de vez en cuando un selfie con el bebé en lo alto.

Volviendo con mi amiga la que no bebe agua, su novio lleva en paro varios meses pero lo de repartir o echarle una mano con la caña, nada que ver. Es como la ideología de la violación, hay que reeducar a los hombres, no seguir incitando a las mujeres para que no vayan solas por la calle de noche o para que reflexionen sobre el largo de su minifalda o las hechuras de su escote. No, el problema no está en nosotras, el problema está en que se nos pide sin pedirnos tanto que no podemos parar el ritmo ni para beber agua. Es horrible. Luego la extremista soy yo, ¿no se dan cuenta de que nos están ahogando? Son tantas las presiones y las cargas que llevamos las mujeres dentro y fuera del ámbito doméstico que el patriarcado asume como normales, que nos deshidratamos como las plantas al sol. Pero que soy yo que veo machismo en todas partes, si nosotras somos muy libres de hacer lo que queramos ¿no? Más agua y feminismo para todxs, por favor.

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