Ma. Virginia Parra

Todas tenemos al amigo, el hermano, el novio, el amigo con derechos, el papá o cualquier otro hombre querido, que sabemos que es súper buena onda y amoroso pero que cada tanto espera que te rías de sus chistes machistas, o te calmes un poquito con esa intensidad tuya del feminismo.

A esos hombres los queremos mucho y todo, pero ¿Te imaginas lo geniales que serían si además fuesen feministas?.

Esta guía no te va a enseñar a lavarle el cerebro a nadie porque esas prácticas no son correctas, pero sí busca mostrarte cómo hablarle a ese hombre en tu vida sobre el feminismo y que, al menos, aprenda a guardarse los chistecitos para cuando tú ya te hayas ido.

Necesitarás:

1. Preparación: Piensa un poco en lo que quieres decir y cuál sería la mejor manera de “casualmente” sacarlo en la conversación.

2. Paciencia: Él no está obligado a lidiar con el sexismo todos los días, y si estás tratando de tener esta conversación con él es porque, lo más seguro, es que ni se plantee el tema, así que no esperes que de inmediato entienda cómo es todo. Piensa en lo difícil que fue para ti entender el feminismo de la manera en la que lo entiendes ahora. Dale tiempo y no exijas demasiado a la primera.

Por lo mismo, mantén un nivel de tolerancia ante lo que diga mientras conversen, al menos hasta cierto punto.

3. Elige tus batallas: No le des cuerda a los trolls ni pelees contra paredes. Una también tiene que saber con quién discutir y hay gente que simplemente no va a cambiar de opinión nunca y ni siquiera te va a querer escuchar. No malgastes tu tiempo ni arriesgues tu presión sanguínea hablando con alguien así  (y yo que tú quizás repensaría mi amistad con este tipo de persona).

4. Espera el rechazo: No siempre vas a cambiar la forma de pensar de la gente, pero piensa que al menos un granito de algo le dejaste. Por lo menos la próxima vez que quiera mandar a una mujer a la cocina a servirlo seguro que escuchará tu voz en su cabeza, si decide ignorarla pues mala onda, pero a veces las cosas se dan así no más.

Manos a la obra:

Lo primero que vas a hacer es traer el tema a colación de manera relativamente casual, enlázalo con la conversación. No le avises con anterioridad que el lunes a las 21:00hrs quisieras hablarle sobre feminismo.

Haz que se sienta identificado hablándole de casos de sexismo en los deportes, su trabajo, la cultura pop, las relaciones… Aquí te toca a ti decidir, de acuerdo a lo que sabes de él, cuál será el mejor anzuelo.

Una vez que tienes su atención pregúntale qué sabe de feminismo, cómo se siente al respecto. Esto te dará una base para saber a qué te puedes enfrentar y, en caso de que no estuvieras tan segura, descubrir si es que te tocó un troll o no.

Ahora que han hablado de él comienza por ti. Cuéntale qué significa para ti el feminismo, cómo lo defines, cómo te afecta. Sé lo más honesta posible y procura dar ejemplos de tu vida y experiencia propia. Hazle entender que para ti es un tema importante y explícale por qué.

Acá puedes aprovechar y contrastar las realidades de ambos géneros, ejemplo: ¿Por qué si él tiene sexo casual es tomado como un logro o un derecho pero la mujer con quien lo tuvo es una fácil?.

En este punto probablemente te tocará recordarle que esto no es personal. Aquí te toca aplicar extra empatía y paciencia, es posible que se sienta atacado personalmente y empiece a defenderse: “Pero yo no soy de esos” “Obvio que la mujer tiene los mismos derechos que un hombre, yo nunca he dicho que no”… Lo que debes hacer es recordarle que lo que el feminismo busca cambiar es a la sociedad y el problema número 1 no es él.

Si al final, tampoco es del todo su culpa actuar de la manera en que lo hace. Fue criado así y el mundo a su alrededor siempre le ha dicho que la vida es así. El enemigo no es él sino la sociedad que creó un ambiente en el que las mujeres estamos en otro paquete.

Por lo mismo, aprovecha de hacerle saber que el feminismo también funciona para él. La razón principal por la que muchos hombres no se plantean siquiera esto es porque asumen que es un problema de las mujeres y de más nadie. Explícale que el feminismo no nos sirve sólo a nosotras sino que permite también que los hombres se liberen de los conceptos de masculinidad tradicional que los etiquetan en un rol, no sólo irreal, sino además perjudicial y ofensivo.

Es el patriarcado el que dijo que los hombres son todos en naturaleza violentos, primitivos, que no pueden controlar sus impulsos y que sólo pueden experimentar el mundo de limitadas maneras.

Hazle saber que como hombre, el apoyar el feminismo es ofrecerle seguridad extra a las mujeres de su vida y permitirles ejercer su poder personal y social. Un hombre feminista será un mejor padre, un mejor amigo y una mejor pareja.

Ahora que lo han conversado recuerda darle tiempo. No exijas ni esperes que se identifique como feminista de inmediato o que lo entienda todo perfecto. Lo más seguro es que siga diciendo y haciendo cosas idiotas y sexistas pero para la próxima, señálaselo con confianza, ofreciéndole apoyo y entendimiento.

Sigue dándole a entender que “feminismo” no es una palabra mala, cosa que igual te puede ayudar a hacerle seguimiento al asunto.

Si resulta que te prestó atención y le interesó, pues mantén eso vivo en él. Envíale artículos que te recuerden a él o que crees que le podrían gustar (mejor aún si han sido escritos por hombres) o en caso de que surja la conversación, aprovéchala. Ahora tu amigo/novio/papá es mucho más genial que antes y te toca disfrutarlo

¡Lo lograste!