Cuaresma

Cuaresma

Ayer empezó la Cuaresma y es tiempo de reflexión, hagámonos una a cuenta del Carnaval, concretamente de la Gala Drag Queen 2014 de Las Palmas de Gran Canaria

13/03/2014

Eva Zubieta

Dieciséis finalistas; coreografías, vestuario y maquillajes que rozan lo imposible, de verdad, porque un poco más y no podrían moverse ni cambiarse de traje los arriesgados participantes. Trabajos espectaculares, rizando el rizo de la esencia más bizarra de la iconografía gay –masculina- convencional mezclados con todos los tópicos que se le achacan a este nuestro amado país.

Divertido, irónico, talentoso, rutilante, provocador… y me quedo escasa de adjetivos porque aquí viene la reflexión que es lo que más nos interesa. Solamente una finalista femenina entre los dieciséis participantes; en realidad no nombrada como drag king pero interpretando un personaje masculino. Casualmente, solo otros dos participantes además de ella representaban personajes masculinos. El de ella era una Betty Boop que torna en Charlot, a quien parece bien complicado dragqueenizar, aunque ella lo conseguía magistralmente, con un estilazo y una garra que le valió el tercer premio. Nunca se vio a un Charlot tan reivindicativo de su condición de artista como éste. Os invito a que veáis el video en Youtube y disfrutéis. El espectáculo se titula: “HollyBoop Mon Amour”.

suscribete al periodismo feminista

Los premios se concedían por votación popular entre los asistentes. El primero lo consiguió una parodia sobre la natación sincronizada femenina con el elocuente título: “Que se agarre Thais Henríquez y Gemma Mengual, que llega Grimassira con la sincro al Carnaval.” Casualmente también, el deporte olímpico español femenino y en concreto la natación sincronizada es uno de los mayores logros obtenidos por las mujeres en el último año a costa de mucho esfuerzo y con poco reconocimiento social y mediático. ¿Por qué gana popularmente entre otros quince este espectáculo con este argumento? ¿Qué inquietud nos lleva a apoderarnos de semejante triunfo y a parodiarlo, convirtiéndolo así en algo doméstico e inofensivo? ¿Por qué querer transformar en grotesco el arrogante gesto de vencedora de Gemma Mengual? Lo mismo os digo, miradlo y comprobadlo.

Los guiones del resto de espectáculos no tenían, ninguno de ellos, este fondo. Ni parecido. Oscilaban entre representaciones de personajes infantiles (la mayoría, supongo que es porque al público asistente le reconforta por algún motivo pensar que hay hondas raíces en la infancia relacionadas con su orientación sexual) y coreografías tipo Rey León.

Reflexionemos pues, queridas amigas y amigos, en nuestro reclinatorio cuaresmal, sobre la infrarrepresentación de personajes masculinos a grotesquizar contraponiéndola a la gran mayoría de personajes femeninos  esperpentizados, la infraparticipación femenina y la decisión popular de atrapar un gran y real logro femenino.

Ya sé, ya sé… habrá quien diga que es casualidad y que soy una aguafiestas porque a fin de cuentas ésta es la fiesta de lo supertransgresor y lo grotesco y que lo primero que hay que hacer es autoreírse de nuestra persona… bueno, lo cortés no quita lo valiente. Sí, también, pero no solamente. Hay que poner los puntitos a las íes. Creo que la patita del patriarcado se asoma por debajo de las cortinas de este escenario; está presente en la escala de valores de los votantes. Se transparenta en la gala y en los drag queen. Su público son… hombres. No se quitan ese eterno disfraz porque no quieren o porque no pueden o por una combinación de las dos cosas, qué se yo.

Oremos, hermanas…

Download PDF
master violencia de género universidad de valencia

Artículos relacionados

Últimas publicaciones

ayuda a Gaza
Download PDF

Título

Ir a Arriba