Volando Vengo se confiesa

Volando Vengo se confiesa

Polifacéticas, Rut Suso y María Pavon hacen arte combinando propuestas publicitarias y de cine, y no temen adentrarse en cualquier tipo de experimentación audiovisual. Sus proyectos abordan la sexualidad femenina, combaten los prejuicios homófobos o el estigma del sida, entre otros temas.

Texto: Sofía A.
19/12/2010

Volando VengoPolifacéticas, Rut Suso y María Pavon hacen arte combinando propuestas publicitarias y de cine, y no temen adentrarse en cualquier tipo de experimentación audiovisual. Sus proyectos abordan la sexualidad femenina, combaten los prejuicios homófobos o el estigma del sida, entre otros temas.

¿Quiénes son estas dos chicas? ¿Qué hacen? Fue lo primero que pensé cuando leí los nombres de Rut Suso y María Pavón y el de su empresa Volando Vengo Producciones Creativas, en el programa del 15ª Festival Internacional de Cine Lésbico Gai y Transexual de Madrid (LesGaiCineMad). Ellas, cuya misión es volar y hacer volar, se definen como un binomio creativo que “combina su trabajo como productoras y realizadoras, con el videoarte, el cine y cualquier tipo de nuevo concepto dentro de la experimentación audiovisual”. Y os confieso que la curiosidad me pudo, así que, acreditación en mano, me pasé a verlas en el encuentro que ofrecieron dentro del festival.

Les unió el LesGaiCineMad, en el que fueron las ganadoras del premio a Mejor Cortometraje en su edición de 2005 por Ester. En él, se nos cuenta a través de una voz en off la historia que acompaña a los cuerpos de dos chicas en continuo movimiento y diálogo de pieles, risas y miradas. Esta pieza les abrió la posibilidad de dar una mayor visibilidad a todo su trabajo, el cual está también muy enfocado al mundo del marketing, en el que ya tienen un puesto asegurado, no sólo por su evidente profesionalidad, sino por su modo particular de provocar emociones. “De nuestras imágenes conseguimos que sean eficientes y envuelvan los sentidos del espectador”.

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María y Rut confesaron que tuvieron una trayectoria de lo más movidita hasta llegar hasta donde están. No sólo salieron ahogadas de su tierra natal, Logroño, “una ciudad pequeña en una comunidad también pequeña”, nos cuentan, sino que una vez en Madrid pasaron por trabajos de lo más variopintos. Pero después de que entregaran en una ventanilla los papeles necesarios para montar una empresa de la nada, se pusieron manos a la obra y hasta ahora no han parado de hacer proyectos realmente interesantes y merecedores no sólo de premios en festivales -que también-, sino de un público que les anima a seguir donde están y ser como son. Porque no todo el mundo está dispuesto a ser consecuente con su trabajo y su manera de hacer las cosas, ni se lo deja tan claro a la gente con la que trabaja. Los tapujos no van con su forma de ser y es más que seguro que dicha actitud es parte de su éxito.

Con las ideas tan claras, han ideado proyectos como El Confesionario. “Alrededor del mundo, un confesionario viaja para hablar con todas las mujeres, para todas las personas. Pero este no es un confesionario tradicional ni religioso. Es un espacio transversal, igualitario, transformador. Nuestro confesionario es una ventana abierta al mundo, a la libertad y a la vida y a la sexualidad de las mujeres, que jamás existió”. En El Confesionario se da cabida a las experiencias vitales de todo tipo de mujeres con respecto a su sexualidad. “Se ha hablado poco de la sexualidad de la mujer, y cuando se ha hecho lo han hecho otros. El Confesionario es el espacio que queremos dar a las mujeres de todo el mundo para que hablen de su sexualidad, y queremos que lo hagan en primera persona”.

Aunque han logrado reunir bastante material, el proyecto es ambicioso, y el tiempo y los medios no les llegan. Rut Suso no puede esconder su debilidad y entrega a este proyecto. Nos transmite que la experiencia en este sentido les ha sido muy gratificante y les ha enseñado muchísimo, tanto por los testimonios que han conseguido registrar como por lo que le ha supuesto en cuanto a darse a mujeres que no siempre tienen la opinión que tal vez esperas y deseas. Pero uno de sus méritos es precisamente hacer que el otro se acerque si darse cuenta a lo que le es ajeno, a lo que desprecia de forma prejuiciosa.

Otro de sus trabajos que merece una mención especial es el videoclip Orgullo nacional, estrenado en junio de 2010 con motivo de la celebración del Orgullo Gay. A ritmo de rumba pretenden cambiar lo que significa orgullo nacional: “Cuando en la actualidad se tratan temas sobre la diversidad de la orientación sexual o de género, todavía muchas personas prefieren cerrar los ojos a la realidad, cambiar el canal de la tele o de su radio, y pasar de largo por las noticias de las revistas que nos les gusta mirar. Pero lo que no pueden dejar de hacer es encontrarse por el centro de su ciudad a dos chicas agarradas de la cintura; toparse por la calle Montera con su vecina la transexual, o recibir la noticia de que su tío carnal por fin ha dicho que es gay”. Puedes conseguir gratis la canción enviando un correo a orgullonacional@volandovengo.com.

Su último trabajo ha sido estrenado coincidiendo con el Día Mundial contra el Sida. Con el lema VIHvo! Presente positivo. La vida no retrocede, una muestra de propuestas artísticas con fotografías, arte, moda y vídeos se dan cita con la intención de borrar el estigma asociado al VIH. Bajo la dirección de Rut Suso y la producción de María Pavon, el vídeo cuenta con la presencia de la cantante Mónica Naranjo, madrina del proyecto.

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